Hablar de alboronía, pisto manchego, ratatouille, samfaina, shakshuka, caponata, tumbet es hablar prácticamente de lo mismo, se trata de una mezcla de hortalizas cocinadas, aderezadas con las especias locales y con añadidos infinitos que dan como resultado un bocado exquisito. Nosotros la alboronía no la habíamos probado hasta que Mari Angeles de Cocinar sin miedo la llevó a la fiesta de Tamango Hill (Nerja) este pasado julio con motivo de una reunión de gastroblogueros. ¡Cómo nos gustó!, madre mía, qué nivel había en la mesa... nos pareció deliciosa. Y si os somos sinceros, no sabíamos el motivo de esta sorpresa cuando es un preparado bastante conocido en casa, pero ya lo hemos entendido, es el toque de pimentón y el dulzor de la calabaza que la hacen única.


La preparación es absolutamente ideal para el verano, bien es verdad que ahora no es temporada de calabazas, pero ya sabéis que en este mundo global las tenemos todo el año y con un sabor bastante similar (nunca igual), cosa que en cambio no pasa con el tomate o las hortalizas de huerta que su momento óptimo es ahora, y en esto creo que no hay discusión ninguna. Por tanto, el momento chic@s es éste, aunque muchos nos diréis que es un plato muy típico en Cuaresma. Lo que es escandoloso de su degustación con un huevo frito encima, y no digamos si es de corral y no esos que venden camperos (y que muchos no tenemos mas remedio que comprar), os llevarías un bocado excelso a la boca.

Ingredientes para 2-3 personas, 500gr de berenjenas, 2 tomates grandes, 1/2 pimiento verde tipo lamuyo (1 pimiento tipo italiano), 1 cebolla mediana, 150gr de calabaza limpia, 1/2 cucharada de pimentón dulce, 1 cucharadita de harina de trigo, un poco de agua, un toque de azúcar, 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra.


Mirar que fácil. Pochamos la cebolla y pimiento en brunoise en el aceite indicado.


Vamos lavando y cortando las berenjenas en cubos.


Cuando la cebolla tenga este aspecto...


Echamos la berenjena y subimos el fuego. Lo dejamos estofar.


Cortamos la calabaza también en trozo menudos.


Y cuando la berenjena haya torrado un ratito, la echaremos. Salpimentamos.


Importante, bajaremos el fuego y lo dejaremos hacer a fuego lentito y tapado, así la verdura se hace estupendamente.


A diferencia de Mari Angeles hacemos la salsa de tomate aparte, así no usamos apenas agua y no se la embebe la berenjena. Rallamos los tomates.


En una sartén lo freímos con un poco de sal y azúcar.


Cuando veamos que el guiso se queda un poco seco, añadiremos una pizca de agua y removeremos.


A los 15-20 minutos echaremos el pimentón y removeremos.


No nos olvidemos de la harina para que la textura sea única. Removemos nuevamente.


El tomate ya estará listo...


Lo echamos sobre la alboronía, y cuando vuelva a hervir apagaremos.


Listo.


Se puede tomar caliente, templado, frío... Con carne, pasta, con un simple huevo frito a vuestro gusto.


Salud y feliz fin de semana.