Este año las preparamos en marzo, fechas bastante peligrosas, en esas semanas que hizo un tiempo primaveral que deslució las mismas. Además aunque esta vez la calidad del género fue la idónea, fallaron 2 cosas, una de ellas importante. La harina de almortas o harina de titos, también llamados guijas, muelas, arvejotes, alverjones, bichas, pitoques, cicérculas, pedruelos o pinsoles, la compramos en Ciudad Real y no nos gustó, dio un resultado 'refinado' y almidonado y no se llegó a la rusticidad de otras harinas como la de Buenache. Lo segundo el chorizo, para mí ya un ingrediente clave en la desgutación de las carnes y que mi madre escogió chorizo ibérico ya curado pensando que iba a quedar mejor y al freírlo quedó seco. Siempre falla algo.
Por último recordaros que las gachas en mi familia son diferentes a las normales que usan solo ajos, aceite, pimentón y tocino. Nosotros las historiamos mucho más desde que a mi madre se lo enseñó la esposa de un íntimo de mi padre, José. Pues os vamos a recordar qué ingredientes usamos para que salga perfecta. La elaboración ya os lo hemos contado en los post gachas manchegas 2008, gachas manchegas 2009, gachas manchegas 2011, gachas manchegas 2014 o gachas manchegas 2015 o gachas manchegas 2016.
Tocino
Lo más importante de las gachas. El tocino en casa se prueba semanas atrás para elegir uno que convenza. Tiene que tener buena veta, buen adobo y ser muy fresco. La procedencia es la clave, no hemos probado otros mejores que los de algunos cerdos de matanzas particulares. Se fríe en aceite de oliva virgen extra, hasta que se haga bien, unos 30 á 45 minutos. Y ese aceite se aprovecha para hacer las gachas, aunque en casa lo mezclamos con un poco del aceite del lomo. Es sabor añadido a la gacha.
El lomo de cerdo
Una ingrediente que siempre hemos utilizado para que coman los más especiales o los niños. Es un complemente que partió de ser un añadido necesario para que todos comieran algo de carne, a ser algo que no puede faltar. La mezcla de esta pieza bien doradita con una cucharada de la gacha de almortas y la ensalada de repollo, es algo sublime. Se fríe realmente en unos minutos a fuego muy fuerte, pero las abuelas ya se sabe, si no se fríe bien el cerdo nos transite enfermedades. Por los controles sanitarios existentes esto ya no es así. Pero...
El chorizo
El chorizo no es propio de las gachas manchegas de pastores, pero en casa se le ha echado siempre porque nos gusta. Esta vez, por querer mejorar, se echó chorizo ibérico curado que estaba un tanto tierno, pero el resultado fue muy seco. Normal.
El chorizo correcto es éste (2012). Los hay ibéricos y sin curar. Este estuvo exquisito. Se suele usar también un pelín del aceite de freírlos para el aceite final. Comentar, por último, que a veces hemos usado longanizas con pimentón que no han estado mal. Conviene freír unos 5 minutos.
Morcilla
Si el chorizo es raro de ver en unas gachas, la morcilla no digamos. Es el ingrediente más moderno que ha utilizado mi madre, pero que cada vez gusta más dentro de esta bacanal calórica. Este año la morcilla, siempre de arroz, triunfó por todo lo alto. La morcilla se compró en una tienda de barrio y es la artesana de la marca Embutidos de Cardeña, de Burgos. Con cebolla de Horcal y arroz de la variedad Bahía, un espectáculo. Vamos a comprar más. No se aprovecha nada del aceite en el que se fríe.
Salchichas frescas
Otro ingrediente que se añade para que los pequeños coman, aunque en verdad gusta a todos. Suelen ser frescas de Embutidos La Madrileña, aunque este año han sido compradas por mi hermana en la Sierra de Guadarrama, no sabemos qué relación tendrán allí con los cerdos, y el resultado es que triunfaron. Se fríen unos 10 minutos.
El hígado de cerdo
Últimamente no se lo añadimos porque no es del agrado de todos, pero sin duda pertenece a la receta original. Para muchos es el secreto del sabor de las gachas ya que un trocito bien frito se bate con un poco de gacha y se le añade. Aquí la única selección es que el hígado sea de un sitio de confianza, fresco y bien desvenado en casa. Se fríe bastante, como unos 10 minutos. Como veis las fotos son del 2008.
El repollo aliñado y los encurtidos
Sí, son parte fundamental de las gachas en nuestra casa. Sin ellos el bocado queda incompleto, ya que nos parece adecuado y obligado por su carácter desengrasante. Los encurtidos suelen ser pimientos en vinagre, cebollas en vinagre y aceitunas, aunque últimamente se han incorporado las piparras. Y en cuanto al repollo un aliño sencillo con una vinagreta compuesta de ajo y cominos. Bien nutrida.
Y luego por supuesto, las frutas, ricas en papainas (papaya) y bromelinas (piña) para ayudar a hacer la digestión. Solo así daremos en la diana.
Salud.
Salivando estoy Carlos. Una pregunta: ¿cómo haces la ensalada de repollo?
ResponderEliminarFantástico blog
Muy fácil, repollo muy picado, aceite, vinagre, sal y comino.
EliminarVerás, yo no voy a hacer esta maravilla pero... ya podías invitar para las próximas ;)
ResponderEliminarComo siempre, un espectáculo.
Hola Carlos
ResponderEliminarQué bonito reunirse toda la familia en torno a un plato tan típico y tradicional como las gachas.
Besos
Jod.......! Que bueno..... no me extraña que sea todo un acontecimiento..!! Aprovechad antes de que lleguen los calores.
ResponderEliminarEstoy alucinando con tu receta de gachas. LLevo siguiendo tu blog ya hace algún tiempo, y siempre me sorprendes. Primero por la forma de presentar las recetas de una forma tan clara y por las fotos, otras veces por la sencillez de las mismas que nos ayudan a todos, por la variedad de tus recetas , para todos los gustos, y esta última porque ¡ qué gachas! Carlos llega el buen tiempo, pero ¿quién se resiste a probar esas gachas tan originales como contundentes? Enhorabuena por el blog.
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