Nuestros platos imprescindibles de Semana Santa

La Semana Santa se acerca y, como todos los años, nos apetece muchísimo preparar los clásicos platos de Cuaresma. Y es curioso, pero asociar unos platos a una época del año, platos que todos sabemos que no atienden a temporadas, nos parece cuanto menos ilógico. Pero entonces, ¿por qué no preparamos potaje, por ejemplo, en enero? ¿O torrijas en Navidad o Carnaval? Pues no, y es curioso que por ejemplo la torrija, para el que nos lea de fuera y no la conozca es una receta súper económica elaborada con pan común, leche y azúcar, oye, que nadie la prepara fuera de la Pascua. Es verdad que algunos restaurantes incluyen alguna torrija especial en su carta de postres de forma indefinida, y eso está muy bien, pero podríamos hacer lo mismo ¿verdad?

Todo lo contrario pasa con otros platos que se preparan en Semana Santa y durante el resto del año, es el caso de la tortilla guisada, las patatas con bacalao, las migas de sémola con pescado, el bacalao rebozado, el arroz con bacalao, las patatas a la importancia o las rosquillas fritas o roscos. Todo esto lo preparamos sin atender a fechas ¿y por qué estos platos sí, y los otros no? Pues no lo sabemos, quizás porque no se les relacione tan directamente con la Semana Santa ya que, aunque son también ideas sencillas, algunos platos están asociados a zonas o reuniones sociales y familiares, más que a épocas de Vigilia. 

De todas formas este comportamiento es uno de los aspectos más curiosos y a la vez maravillosos de la gastronomía identitaria. Todos hacemos más o menos lo mismo seas del norte o del sur, siempre con alguna puntualización y, salirnos del guion, es casi imposible. Nosotros por ejemplo tenemos ya unas cuantas recetas de Semana Santa en el blog, traídas de diversos sitios, pero si os somos sinceros, y transcurridos los años, seguimos prefiriendo las mismas de siempre y sin apenas cambios, ¿Tradición? ¿impronta? seguro que sí, la tradición coquinaria es una parte inherente al ser humano y gracias a ella la cocina familiar, y por extensión la local de cada punto del planeta, se va transmitiendo de generación en generación, y eso, es un factor de peso.

Pero a lo que íbamos, nos morimos de ganas por preparar nuestros platos típicos de estas fechas, y el principal, el potaje de Semana Santa con sus buñuelos o repápalos de bacalao. Podríamos hacerlo ya, esta misma semana, pero preferimos reservarnos. Es cumplir con una tradición pero con tintes de promesa. Y bueno, comentar, que en mi familia se hecho siempre un potaje de vigilia algo historiado, requiere algo de tiempo y paciencia pero el resultado es impresionante. No es tampoco un plato para nuestro día a día, aunque hay versiones más 'express'. Nosotros que además somos muy garbanceros, sabemos que este tipo de platos es algo mágico.

También haremos sin duda las omnipresentes torrijas. Es verdad que cada vez las preparamos menos por motivos obvios. La edad requiere cuidarse un poco y si hacemos muchas nos pasaríamos de la raya, así que haremos una tanda hacia el centro de la Cuaresma y listo. En casa, ya sabéis, nos gusta preparar las torrijas de leche y almíbar, y en mi familia siempre nos han gustado las torrijas de vino blanco, ambas preparaciones son golosas y deliciosas. A todo esto, queremos comentar que en el hipermercado Alcampo, aunque parece que no se encuentra en todos los centros, hemos descubierto un pan que consideramos ideal para las torrijas y que no se vende como pan de torrijas (buena señal). Se trata de una trenza que por su blancura y ternura da unas torrijas fantásticas. Aunque ya sabéis que con la barra normal de pan o pistola salen perfectas.

A Jorge le prepararemos también bacalao con tomate y calamares a la andaluza que le apasionan, éste último plato no es de Cuaresma pero es indudable que es uno de los platos más solicitados en esta época en bares y restaurantes. De postre no le negaremos el arroz con leche, que le encanta, y las natillas con galleta, que éstas últimas nosotros las hacemos en un momento y es probalemente su postre favorito

Y como retos, pues pocas novedades, intentaremos preparar otro años más uno de los platos con bacalao más delicioso que hemos probado con el blog, el bacalao espiritual. Haremos probablemente toña o pan quemao, y a ver si hago también patatas a la importancia.

Y la otra gran pregunta es qué nos dejaran hacer o no hacer esta Semana Santa. Mejor dicho, qué es lo que deberíamos de hacer o no hacer atendiedo a la situación. Suponemos que ya dejaran visitar domicilios de no convivientes, al menos en Madrid, y claro, por mucho que nos cierren perimetralmente, si luego nos vemos en las casas y hacemos las cosas mal, pasará algo similar que en Navidad. Esperemos que haga buen tiempo esa semana y podamos vernos más en la calle. Y es obvio que el problema no es la hostelería, los toques de queda, ni nada de eso, el problema somos nosotros y la visión que cada uno tenemos de todo esto. Creemos que todavía es mala idea comer con familia o amigos en sitios cerrados. Pero si vais a quedar en las casas y no hay más remedio, muchísima precaución.

Carlos Dube.

3 comentarios:

  1. Buenas tardes Carlos,
    yo es que me quedo con todos los platos que has enumerado, a cuál más rico. Y sí, no sé por qué pero a mí me ocurre lo mismo, este tipo de recetas solo las elaboro en Semana Santa, es una tradición, como los turrones o mantecados en Navidad.
    El potaje de vigilia no puede faltar en casa, y claro algo dulce tampoco. Difícil quedarse con una sola receta de la que nos propones.
    Un saludo,
    Sil

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  2. Antonio Martínez Martínez9 de marzo de 2021, 21:30

    Sí, es curioso cómo a veces nos dejamos atrapar e inmovilizar por la tradición y culinariamente hablando, la Semana Santa es el más claro ejemplo de ello. Durante el resto del año podemos vivir sin bacalao, del arroz con leche y las natillas con galletas ni nos acordamos y plantearse hacer un rico potaje “semanasantero” es casi impensable. Pero es llegar estas fechas y el recetario familiar que tenemos incrustado en nuestro ADN pide a gritos ser llevado a la práctica una vez más.
    Puedes o no ir de procesiones, puedes aprovechar esos días de vacaciones para quedarte en casa o hacer un pequeño viaje, pero lo que nos vas a permitir es que pasen esas fechas y te quedes sin probar esos platos con los que durante años y años, décadas, has celebrado la Semana Santa.
    Así que, ala, todos a comprar bacalao.

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