Será por ideas de cremas frías, anda que no hay productos de temporada que tomados en frío están deliciosos, de eso trata esta vichyssoise de zanahorias y cúrcuma fresca, una forma original de inyectar betacarotenos al cuerpo para vuestras jornadas de sol y playa. Fijaos que pensamos ser originales con esta preparación, ya que la zanahoria es una hortaliza ligera y llena de agua propia de la primavera y verano, pero no, ya hay varias versiones de vichyssoise de zanahorias en la red. Si es que a veces uno cree que no queda nada por inventar :).


La receta no puede ser más sencilla, utilizamos zanahorias en vez de puerros, algún puerro para profundizar en el sabor y nata, que en nuestro caso volvemos a usar leche evaporada por ser mas ligera pero muy sabrosa. Lo de la cúrcuma es porque nos encanta en fresco, su color va ligado a la zanahoria y creímos que su uso podía ser acertado. De hecho lo fue, y mucho. Por lo demás lo complicamos un poco más utilizando un buen fondo de ave o de verduras, aunque éste es opcional. Importante, hay que servirlo prácticamente helado, muy a lo crème vichyssoise glacée.

Si no encontráis cúrcuma fresca podéis usar en polvo, aunque sólo una pizca. Ingredientes para 4 personas, 500 g de zanahorias, 2 puerros, 1 raíz de cúrcuma fresca, 2 patatas pequeñas, 350ml de leche evaporada, 1 litro y medio de caldo de ave o verduras, pimienta, sal, aceite de oliva virgen extra y 30 g de mantequilla. Tiempo de preparación 1 hora.


Tan fácil como pelar, limpiar y trocear la verdura y el rizoma de la cúrcuma (a la izquierda).


Y rehogar con un par de cucharadas de aceite de oliva y la mantequilla.


Primero el puerro, un par de minutos con un poco de sal, no tiene que dorar.


Luego las zanahorias y las patatas. Unos 5 minutos.


Y mojamos con el caldo, cubrimos bien.


Coceremos unos 20 minutos o hasta que la patata esté tierna. No conviene sobrecocer este tipo de preparaciones para conservar algo del frescor de las hortalizas.


Pasamos por la tourmix a máxima potencia, con la leche evaporada, sal y pimienta al gusto. Si queda espeso añadiremos un poco de leche normal.


Lista.


Refrigeramos en un recipiente adecuando, un mínimo de 6 horas. Podéis coquetear con el congelador.


Decoramos con unas gotas de aceite de oliva, la sal en escamas le va bien por lo dulce que es aunque nosotros usamos sal de Hawai, cebollino fresco picado, o unas gotas de leche evaporada, queso de cabra maduro, o queso feta, huevo duro... lo que gustéis....


Salud y feliz fin de semana.