Este año no os vamos a contar lo mismo de siempre, que si antecedentes familiares, que si la harina de almortas no mata, ya tenéis mucha información en las ediciones de gachas anuales, gachas manchegas 2008, gachas manchegas 2009, gachas manchegas 2011, gachas 2014 o gachas 2015. En esta ocasión hemos decidido ser más escuetos y daros principalmente la receta de la gacha con las medidas exactas. Ya sabéis que nuestras gachas no son las tradicionales manchegas, parten de una receta familiar que se pierde en el tiempo.
Comentaros como en otras ocasiones que la harina de almortas suelen venderla en comercios pequeños o en muchas supermercados de La Mancha. Nuestra favorita es la Buenhache de Tarancón, aunque este año no pudimos conseguirla y tuvimos que utilizar otra. El resto de ingredientes son fáciles de conseguir.
Vamos con la receta.
Gachas manchegas para 6 personas
12 cucharadas soperas de harina de almortas
1 cucharada sopera colmada de pimentón dulce de La Vera
1 cucharadita colmada de pimentón picante
50ml de aceite de oliva
3 dientes de ajo grandes
1 cucharadita colmada de alcaravea
1 cucharadita colmada de orégano
100ml de aceite de freír los torreznos y/o filetes de lomo
Sal (al gusto)
Agua (la cantidad de agua es a ojo, calculad más o menos que es 1 vaso de agua por cada 2 cucharadas de harina y para 12 cucharadas un vaso más, pero si las dejamos cociendo sobre la carmela, se consume agua y hay que añadir poco a poco hasta servir. No deben de espesar demasiado)
Preparación
La cazuela o perol, inconfundible...
Aquí los pimentones, frescos como siempre...
Empezamos la elaboración, necesitamos una cazuela capaz a ser posible de hierro, pero no es imprescindible. Aunque lo hagamos en vitro, algo que es cierto que daña a la vista, intentamos recuperar la tradición al menos con el recipiente, usando esta cazuela que tiene más de 100 años. Calentamos un aceite limpio inicial con los ajos pelados y los doramos. El aceite debe de tomar su sabor.
Ahora uno de los detalles más importantes, tostar la harina. Aquí no hay tu tía, tenemos que remover constantemente con una paleta hasta que la harina tome un color amarillento. El tostado es clave y nos va a llevar unos 10 minutos. Fuego medio.
Aquí remueve que remueve...
Una vez haya tostado, echaremos los pimentones. Lo haremos sobre el fuego medio-suave y sin parar de remover. Aquí podemos parar la elaboración y freír aparte los añadidos de carne, normalmente chorizo, lomo, tocino, morcilla, salchichas frescas y opcionalmente hígado de cerdo.
Empezamos con el agua, hay que ir echándola poco a poco, como haremos con la sal. El agua templada, ni fría ni caliente. Remover y remover.
Aquí es mi hermano quién lleva siempre la batuta, mi madre ha perdido la mujer ya mucha fuerza en los brazos.
La gacha empieza a ligar.
Mientras seguimos añadiendo agua y ligando, echamos las especias y el aceite de freír los torreznos, éste es imprescindible.
Ya empiezan a 'follar', es decir, a generarse erupciones en la superficie que emanan aceite con pimentón.
Aquí las carnes de este 2016, no había hígado. Todo correcto menos el chorizo que resultó algo seco por su curación, al igual que la morcilla que pese a estar buena le faltó algo de fritura y esos matices de la buena morcilla de Burgos complicados de encontrar por aquí.
El tocino esta vez de lo mejor de la comida, sin duda (la foto es tomada del móvil).

Las gachas listas. Mientras nos sentamos se dejan cocer suavemente. Podéis intuir el punto de espesor.
No puede faltar la ensalada de repollo con cominos.
Y los encurtidos, impecables, de la tienda de nuestro amigo Charlie en Los Mayorales, en la Galería Comercial del Parque de las Avenidas. Echamos de menos los pimientos en vinagre que por desgracia ya no vende.
Las pistolas de pan clásicas, cada vez las cuecen menos, no entendemos por qué.
¡Y a comer! Se come echando un cucharón de gachas al plato, aderezada con encurtidos, un poco ensalada, abundante pan, carnes y vino. Se nos hace la boca agua...
Agua de Vichy para beber con sed.
Y de postre no suelen faltar piña y papaya. En este caso nos marcamos una sencilla macedonia de frutas con piña, manzana, naranja y papaya, todo mojado en kirsch, azúcar y zumo de naranja y limón. Lo hicimos porque la piña resultó sosa, sosa hasta decir basta.
Café, fruta y tarta y una tarde de digestión normal aunque no os lo creáis. Las gachas es cierto que son comidas para hacer de vez cuando porque están llenas de grasas saturadas y son muy calóricas, pero no deja de ser curioso que no repitan y que no sean de digestión complicada, es decir, que no sienten mal. No nos deja de sorprender que una coliflor en salsa nos de tardes peores que esta pantagruélica comida.
Salud.
Que rico este tipo de platos de toda la vida, me encantan. Saludos.
ResponderEliminar¡Qué cantidad de recuerdos me traen a la memoria tus gachas! La de veces que habré comido...Me encantan pero no las como tanto como quisiera. Mi abuela ya no está y las hacía de maravilla. Ainsssss
ResponderEliminarQué ricas las gachas... Y el postre muy apropiado para el plato en cuestión, porque después de una comida tan calórica una macedonia de fruta bien fresquita sienta de maravilla ^-^
ResponderEliminarPor otra parte qué bonito y entrañable que la familia se reuna en torno a la mesa para degustar un plato cuya receta ha pasado de generación en generación.
Un beso muy grande
Menudas gachas!!!!!! Nunca las he comido, pero el año que viene, puedo comerlas con vosotros, a mi no me asustan las estrechuras ni las familas numerosas, tengo una muy jaleosa, jaaaaaaaaaa. Carlos mi cuñado vende la harina de almorta, desde que yo conzoco la tienda, se vende mucho, pero nosotros jamas se nos ha ocurrido hacerlas. Ni creo que con estos calores del sur podamos comerlas sin que nos de un soponcio. A mi me gusta mas las morcillasmsin arroz.
ResponderEliminarEs verdad que las piñas este año estan muyyyy sosas. Haceis bien en poner comino en la ensalada, es digestiva!!!!
Que maravilla es poder reunirse la familia alrededor de una mesa con unas sencillas gachas o cualquier plato. Disfrutadlo mucho de esos buenos momentos.
Muchos bsssss xa toda tu familia desde Almeria
Menudo plato y menuda tradición, muero de envidia porque se me hace la boca agua y eso que son las 7 de la mañana, debo tener un problema serio. Leyendo el comentario anterior ya sé dónde comprar la harina, así que igual me animo a comprarla el sábado...Lo mejor, disfrutar de la familia. Un abrazo
ResponderEliminarAinssss! se me escapa el corazón detrás de tus gachas!!! pasé mi infancia en Daimiel, mi padre estaba destinado en Manzanares y teníamos una casita justo enfrente de la cooperativa de vinos. Olores, sabores y colores, así es como veo a Daimiel... al de antes, de los patios de costura, de las abuelas enlutadas, de los mundillos, las gachas, los buñuelos, los mantecados... los pepinos de huerta, que no nos los dejaban coger antes de la tarde para no comerlos calientes que decían que daban cólico... Ay tantas cosas!
ResponderEliminarUn besazo:-)
Felicidades. Muy bien explicado un plato que mi familia con orígen en Molina de Aragón también hacia en casa, aunque con harina de trigo y explicando como en el pueblo era habitual hacerlas con harina de almortas. También ha sido un pto tradicional en Cataluña con el nombre de "farinetes"
ResponderEliminarcarlos que demasiao, bueno esto lo comia con mi queridisima y adoradisima madre, ¡¡¡qué recuerdos!!!.
ResponderEliminarEsta vez has me has conseguido emocionar.
me encantaria si no te molesta demasiado que me dijeras la equivalencia de cucharada en gr., y sobretodo por favor, por favor
¿donde has comprado esa sartén tipo wok?
Echamos el aceite de freír el tocino, a veces va mezclado con algo de el del chorizo. Pero decidimos echar solo el de los torreznos, que al fin y al cabo, es cerdo. Gracias por tu comentario.
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