Aceite de oliva virgen extra de pago Marqués de Griñón, otra liga

Fueron mis cuñados los que hace aproximadamente 4 años nos comentaron de la existencia de este gran aceite de oliva virgen extra llamado Marqués de Griñón Oleum Artis, elaborado por el empresario viticultor Carlos Falcó, o lo que es lo mismo, el Marqués de Griñón. Nuestra historia con este aceite es muy simple, un día lo probamos en su casa y nos encantó como olía que echaba para atrás a mata de tomate. Además poseía una calidad excepcional en boca y la botella era muy bonita. Desde entonces sólo lo hemos comprado en un par de ocasiones y en las dos, el aceite ha caído en poco tiempo. Lógicamente han sido pocas ocasiones por su precio, que es elevado (28€ el litro), sobre todo si tenemos en cuenta que existen otros aceites de oliva virgen extra con una calidad excepcional por menos precio, y con sensaciones en cata extraordinariamente parecidas.


Esta vez lo compramos porque estando en el ECI vimos que tenía una fecha de caducidad bastante elevada, finales de Abril del 2011. Por lo que dedujimos que el aceite era fresco y que su bouquet nos gustaría aún más (si cabe). Pues efectivamente fue así, ha sido abrirlo y empezar a disfrutar de lo lindo.

Este aceite lo elabora Falcó con su hija Xandra, un tándem que al parecer está barriendo en muestras y certánemes internacionales con una denominación relativamente nueva que es aceite de pago, o como algunos llaman aceite de autor. Ya sabréis que el Falcó es ya una eminencia en el mundo vitivinícola por varios motivos, primero por ser pionero en la introducción de las uvas Syrah y Petit Verdot en La Mancha, que por esto le acabaron dando su propia denominación de origen de vinos (dominio de Valdepusa) en Toledo. También por sus vinos excepcionales, de los que aprovechamos para mencionaros uno en concreto. Un vino tinto Madrileño exquisito llamado El Rincón, os recomiendo comprarlo porque es excepcional. Luego también es conocido por otros muchos aspectos de su vida personal, pero lógicamente no vienen al caso.

Pues las variedades de aceitunas utilizadas por Falcó y su hija para este aceite son Picual y Arbequina. Y no es para menos, al abrirlo el aceite posee un color amarillo verdoso que encandila a cualquiera, es de un color oro con tonalidades a color lima. Los olores que afloran son a clara planta de tomate, o algunos dicen que a notas de hierba fresca. Su sabor en una mezcla de almendra ligeramente amarga y a manzana, con los obvios matices a tomate de su olor y con un sabor final picante, sabroso y muy afrutado. Y añado. En varios artículos de Internet indica que las aceitunas que emplean son procesadas por una maquinaria que está diseñada exclusivamente para él, algo que le confiere aún más exclusividad teniendo en cuenta que el resultado final es un producto exclusivo y sublime.

Y como continuación al párrafo anterior sobre la relevancia de su trabajo con los años, también ha sido el precursor delos aceites de oliva considerados aceites de pago, es decir, él mismo fundó una asociación sin ánimo de lucro llamada grandes pagos del olivar, que es una asociación de productores seleccionados de aceite de oliva virgen extra (y de sólo esta variedad), los cuáles envasan en el mismo sitio (pago) de producción, con los mejores envases del mercado, con los mejores sistemas de calidad, con una elaboración en el estado óptimo de la aceituna y con una tirada breve y bien etiquetada.


Leo que todo esto empezó a tomar forma en 1999, cuando Falcó conoció a un tal Marco Mugelli, un ingeniero agrónomo italiano dedicado de lleno al AOVE y al estudio de su calidad, y en concreto, a sus famosos polifenoles (antioxidantes propios). Él le asesoró y le hizo ver que en España y en la mayor parte de los casos, al producir aceite se perdía casi un 90% de los antioxidantes innatos de la aceituna y todo ocurría en el propio proceso de elaboración. Todo esto ha cambiado, como es lógico, pero en aquellos años se empapó de una cultura del aceite de calidad bastante inédita en España, y muy arraigada en la Toscana italiana. Allí, y en un viaje, comprobó (entre otras cosas) que se recogía la aceituna por métodos sofisticados y muy caros, y tras un control exhaustivo de la producción, envasándose con todas sus propiedades mediantes procesos artesanales y con tiradas mucho más cortas que la media, pero de máxima calidad.

Pues la historia habla por si misma. En breve se puso manos a la obra, y en el 2002 empieza a venderlo con un éxito que hoy por hoy sale de nuestras fronteras, aunque siempre ensombrecido (comenta el propio Falcó) por el atractivo mercado aceitero internacional italiano, todavía a años luz del nuestro, pese a trabajar con mucha aceituna nuestra.

Por último, os comentamos que en esta asociación hay varios aceites muy conocidos por los que le gusta este mundillo, como el Abbae de Quiles (Navarra), el cuál creemos haber probado en el restaurante El Pecao; el famoso Dauro de L’Empordá (Girona), del que probamos hace un año una botella (¡fantástico!), o el Marqués de Valdueza (Badajoz) (pendiente de comprar) o La Boella en (Tarragona). A todos estos les llaman la élite del oro líquido español.

En fin, qué duda cabe que formas de procesar la aceituna con muchísima calidad ya existían mucho antes que Falcó vendiera su aceite o montara esta asociación, pero lo que es cierto, es que el proceso de mejora del aceite se puede optimizar mucho más, y aquí tenemos la prueba. AdemáS, él sigue investigando nuevos métodos de elaboración e incluso variedades nuevas de aceituna traídas de otros países, porque en su afán de competir Falcó siempre ha querido ser el mejor, y casi siempre lo ha demostrado. Le desamos la mejor de las suertes.

Salud.

6 comentarios:

  1. Este aceite lo regalamos el año 2007 por navidades, como regalo de empresa. La gente alucinó!!!
    Yo no tenía tanta información....pero me alegro de aprender, porque todavía me queda alguna botellita....
    Un saludo, Begoña

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  2. Que mundo el del aceite Carlos, apasionante. También he probado éste, como no!! tal cual lo retratas, son esos sabores los que yo percibi y no sabría expresarlos. Los grandes aceites ya no van envasados en cristal transparente, para no distorsionar el color y empezaron a hacerlo así precisamente los asociados a "grandes pagos del olivar". A mi al principio no me convencia porque quería ver el color, pero una vez informada del tema, es lo que tiene que ser.
    Muy buen post Carlos, como siempre
    Un abrazo

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  3. Muy interesante tu post para aprender algo más sobre el mundo del aceite, yo reconozco que sé muy poco de este tema, así que estoy dispuesta a aprender todo lo que haga falta.
    Un beso.

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  4. No estoy muy introducida en los aceites comerciales y creo que de vez en cuando una incursión no me iría nada mal.
    Esos sabores y aromas que describes, creeme, los estoy "viviendo" , el color, la densidad... no dudo en esa excelente calidad, "aceite de autor", denominación novedosa.
    El precio, un poco caro, pero con todo y eso habrá que probarlo .
    gracias por enseñar.

    besos

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  5. Ya puede estar bueno, ya, con lo que cuesta! No lo dudo, conozco el aceite de arbequina y el picual por separado, por eso, si en esa botella está la mezcla, doble bueno estará seguro! (Me lo estoy imaginando con un pan de payés con tomate :)

    Saludos,
    Anna

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  6. Gracias por la información!!A mi que me pirra el aceite de oliva (en todo!!) es una delicia!!
    Y este se ve exquisito!!

    Un besino.

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