Y aunque quizás teníamos que haber puesto algunos platos más, algunas preparaciones se han dejado de hacer por diversas circunstancias, como productos que se han vuelto complicado de encontrar, o que han subido terriblemente de precio, o que al crecer la familia los platos cambian en aras de los más pequeños. No obstante, hemos rescatado alguno de estos platos casi olvidados porque consideramos que forman parte de la culinaria navideña de toda la vida en nuestras casas.

Añadir que nosotros vamos a mesa puesta en estas fiestas, rara es la vez que lo hemos organizado en casa ya que los abuelos quieren aún que nos reunamos en la suya. Pues sin más dilación, vamos con esta entrañable selección a ver si os gusta, y de paso, nos podéis decirnos en comentarios qué platos no pueden faltar en vuestra mesa en fiestas de Navidad: 

Cordero asado. El plato quizás más recurrente en estas fechas en ambas familias. En mi familia se suelen cocinar cuartos de cordero, con el uso de manteca, y en casa de mis suegros se cocinan paletillas y solo agua y sal. La forma de preparar el cordero de mi suegro es algo más sencilla y, además, la tenemos publicada desde hace unos años y es una de las recetas más visitadas en estas fechas. Con sólo agua y sal, sale un cordero fantástico jugoso y maravilloso jugando con las temperaturas, aunque este año, y tras celebrar el cumpleaños de mi suegra, mi suegro Emilio nos sorprendió con un cordero asado hecho de una forma diferente basándose en una receta del chef Alfredo Vozmediano. Pues nos encantó, y ahora no sabemos deciros con cuál quedarnos. Si repetimos este asado, y hacemos fotos de todos los pasos, os la publicaremos porque es aún más sencilla. ¿Y no se trata de eso? 

Canapés variados. Parecerá una chorrada, pero es uno de los entrantes más servidos en  Navidad dentro de mi familia. Para los canapés, solemos usar pan de molde y los ingredientes más típicos de estas fechas, salmón ahumado, bacalao ahumado, huevas, anchoas... todos servidos con mantequilla y aderezados con unas gotas de limón. En casa de mis suegros se han hecho canapés también, con pan normal. Los más típicos los 'tumacas' (jamón y tomate), los de paté francés, los de ventresca con piquillos y el de anchoas, pero desde que hay en la familia intolerantes al gluten, ya no se sirven en canapé.

Sopa al cuarto. Sin duda es la Sopa con mayúsculas dentro de mi familia. Una sopa excelsa siendo quizás sea una versión de sopa al cuarto con mucha más enjundia que la tradicional ya que tiene un montón de ingredientes extra. Es un entrante muy tradicional en casa de mis padres en año nuevo, y suele hacerse cuando comemos todos los hermanos ese día. Un sabor exquisito, y un manjar como pocos. Muchos años hemos prometido el paso a paso, y lo haremos.

Ensaladilla de atún. En todas las casas se prepara muchísimo la ensaladilla, pero en casa de mis padres no tanto. Sin embargo, en casa de mis suegros no suele faltar. Mi suegra la prepara muy simple, chafando patata y zanahoria con mayonesa (comercial), y añadiendo huevo, atún y algunos encurtidos. En casa de mis padres, en cambio, se prepara en otras épocas del año, pero tenemos que decir que es diferente y cada vez menos. Por tanto, se puede decir que la tradición viene de casa de mis suegros porque las hijas (y nieta) siempre se la piden. Os enlazamos por aquí a la receta de las marineras, al ser una ensaladilla muy parecida a la de mi suegra Dolores.

Cardo en salsa. Este es el plato que os comentábamos líneas arriba con que está en vías de extinción. Es uno de los platos que se han servido en casa de mis padres en Navidad durante lustros y que muy a nuestro pesar se ha vuelto muy complicado acceder. Se trata del cardo blanco gigante de Madrid que, por su escasa producción y corta temporada, se ve en sitios muy concretos y cada vez menos. Sin duda es otro entrante estrella de estas fiestas en casa de mis padres que esperamos podamos volver a preparar otro más. Ya os mostramos en su momento la receta, y no admite discusión, el cardo es una de las verduras más deliciosas que existen en la faz de la tierra.

Salpicón. El salpicón de mi suegro Emilio se ha coronado como uno de los clásicos en las comidas navideñas desde hace ya un par de lustros. Se trata de un salpicón también sencillo, de ingredientes muy accesibles, con una pipirrana de pimiento rojo y verde, cebolla, y como delicias de mar, mejillones cocidos, palitos, pulpo y langostinos. Muy bien aliñado con aceite, vinagre de manzana y sal, y un poco del agua del mejillón. Un bocado ligero muy agradable dentro de un menú que siempre resulta ser pantagruélico. 

Roscón de Reyes casero. Desde hace ya más de 25 años que lo preparamos en casa de mis padres. Lo comenzó a preparar mi hermano a finales de los 90, y durante muchos años lo estuvo prepararando y perfeccionando para servirlo el día de Reyes. Por temas que no vienen al caso, dejó de prepararlo, y ahora sólo lo hago yo, siempre en base a su receta, aunque nosotros sólo lo llevamos haciendo desde el año 2012, a excepción del año pasado que no pudimos hacerlo por un problema familiar. Es una receta que apenas ha variado en el tiempo, aunque nosotros hemos cambiado algunos puntos del proceso en base a la logística y agenda en esas fechas tan especiales de Reyes, pero siempre, lo hemos horneado en el desayuno del día de Reyes y sin perder nunca su esencia. 

Almejas en salsa verde. Un plato de almejas en salsa es siempre algo maravilloso, y mi suegra las prepara formidablemente desde hace ya un par de décadas. Siempre las hemos llamado equivocadamente almejas a la marinera, cuando en verdad son en salsa verde, pero da igual, barras y barras de pan han sido sumergidas en su salsa y a todos nos pirra. Por supuesto, que no puede faltar este entrante todos los años, y siempre, le agradecemos que las haga.

Merluza al horno. Quizás sea el pescado más preparado en estas fechas, reemplazando al intratable besugo que, como también os hemos comentado arriba, dejamos de asarlo en estas fechas hace ya años por su altísimo precio (mucho mejor comprarlo en enero o febrero). La merluza desde luego es más económica y es de fácil factura, y al estilo Orio, tiene un gran sabor, sobre todo cuando la comes con esas patatillas panadera que recogen todo su sabor. Al ser un plato ligero, es una delicia comerlo en las cenas porque sienta estupendamente.

No os olvidéis decirnos vuestro elenco de platos favoritos en estas fiestas.

Carlos Dube.