Llevamos escuchando lo de las carcamusas toledanas años y años, siempre creíamos que era un plato que no apartaba novedades con la famosa
carne o magro con tomate, una de las tapas o raciones más clásicas del repertorio andaluz, murciano etc. Pero no es así, y lo hemos descubierto en nuestra casa, hay sensaciones diferentes probablemente por la cantidad de vino empleado, los guisantes, o la pieza de cerdo empleada (pierna) pero la verdad, nos supo riquísima. Y todo fue gracias a que en una conversación con amigos salió el tema de las carcamusas, de hecho, tras animarnos, mis suegros nos dijeron que las carcamusas las comían cuando iban a ver a unos amigos a Toledo, y ya son más de 40 años.
Pues queremos rendir nuestro modesto homenaje a este plato local de carne de cerdo con tomate que, además, todos podéis hacer en casa hoy mismo. Es económico, sencillo y no se necesita nada más que paciencia. La historia del origen del plato es contada maravillosamente en la web de Jorge Hernández Alonso (
chef Koketo), os remitimos a la misma para que la conozcáis. La verdad es que uno no sabe con qué leyenda quedarse, pero lo que está claro es que la preparación está muy arraigada allí y se debería de conocer en todo el país.
Nuestra versión es una que teníamos apuntada en un viejo recetario, ni idea de donde salió, como no venían cantidades nos dejamos guiar por otras que hemos visto, pero ingrediente arriba o abajo, el plato se hace así. No usamos pimiento ni especias como laurel.
Vamos pues con estas carcamusas toledanas. Para 3-4 personas, 750 g de carne de cerdo (a ser posible la parte veteada de la maza o contramaza), 400 ml de vino blanco (usamos un ecológico de la DO Ribera de Guadiana), 1 vaso de agua, 1 cebolla grande, 100 g de guisantes, 300 g de tomate natural triturado o rallado, 3-4 dientes de ajo, 1 pimienta guindilla fresca (si no cayena), pimienta, sal y aceite de oliva virgen extra. Opcional 1 cucharadita de azúcar. Tiempo de preparación (en cazuela normal) 1 hora.
Lo primero que haremos será limpiar la carne de gordos y tocinos, dejándola más o menos limpia (a nosotros se nos quedó en 600 g), una vez hecho esto la partiremos en trozos muy menudos y reservaremos. Picamos la cebolla en brunoise y la soasamos en una cazuela con la guindilla, aceite de oliva y algo de sal. Cuando esté pochada, sacaremos la guindlla (si se desea) y echaremos la carne reservada y con algo de sal y pimienta. A fuego medio iremos removiendo y evaporando el agua que suelta la carne y verdura. Una vez no queden apenas jugos, veréis que cambia el sonido del estofado, echaremos el vino hasta casi cubrir, como unos 400-500 ml. Lo dejaremos despacio que también evapore y cuando el vino haya casi desaparcido, echaremos el tomate y un poco de agua hasta casi cubrir y taparemos. Dejaremos cocer unos 20 minutos tapado.
Destaparemos y dejaremos que evapore la salsa hasta que ésta espese ligeramente, que no quede como una sopa, y echaremos los guisantes. Los dejaremos cocinar unos 10 minutos, probaremos de sal y apagaremos.
Según dicen es mejor comerlo de un día para otro, nosotros lo hicimos y el resultado fue fantástico. Se suele tomar a palo seco con pan, como tapa o ración, pero lo acompañamos con papas fritas y nos sirvió de comida. Repetiremos seguro.
Carlos Dube.
No lo conocía. Es como la carne al desarreglo que está buenísima también. Pues me la apunto porque como dices es fácil y muy resultona y económica que ahora se agradece. Un abrazo y gracias por esta otra maravilla de nuestra cocina.
ResponderEliminarPor dior q delicia de plato
ResponderEliminarHola Carlos,
ResponderEliminarNunca había oído hablar de las carcamusas, pero curiosamente esa receta tal cual la has preparado tu, la preparo yo también en muchas ocasiones en casa, unas veces con patatas fritas como acompañamiento y otras veces con pasta, en ambos casos está de vicio, y cuando tengo guisantes frescos en la huerta, más todavía si cabe.
Una receta muy interesante, como todas las que compartes.
Un abrazo.
Comento con conocimiento de causa. ¡Qué riquísima está esta carne! Nada que ver con la carne al desarreglo. Es curioso como siendo ambas carne con tomate, tienen sus matices. Un 10 Carlos te pongo con esta receta, la hice en cantidad y para comer con patatas fritas, ¡todo un acierto!
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