Cuando vimos oficiar esta receta de pasta a Anna Moreno, editora del blog Las Buenas Migas, no dudamos un momento en reproducirlo en casa para probarlo. Se trata de los macarrons de l'advocat Solé (macarrones del abogado Solé), un plato desconocido para nosotros que se sirve en el restaurante Senyor Perellada de Barcelona en honor al conocido político y abogado Josep Solé i Barberà, asiduo de esta cocina hasta su muerte en 1988. Este plato era uno de sus favoritos, y como a nosotros también nos ha encantado no hemos dudado en compartirlo con vosotros.


Nos gusta mucho la preparación porque es sencilla, rápida de hacer y lleva ingredientes originales que nos recuerdan a las espinacas con bechamel, aunque en vez del clásico roux lleva nata y en vez de ese toque de jamón lleva tocineta o bacon.


Para la próxima vez haremos unos ligeros cambios, picaremos más ajo, creo que le puede ir bien engordar este matiz, y también utilizaremos algo de queso manchego rallado para servirlo. En esta ocasión no lo usamos porque nos atraía que no lo llevara, pero creemos que a todos los platos de pasta este toque le va siempre perfecto.

Vamos pues con los ingredientes de estos macarrons advocat solé para 3 personas, 250gr de macarrones, 200gr de bacon o tocineta ahumada, 300ml de nata ligera, 300gr de espinacas frescas, 2 tomates, 40gr de mantequilla, 1 diente grueso de ajo (usamos 3 pequeños), sal y pimienta.


Lo primero que haremos será escaldar los tomates, ya sabéis, hacemos un corte superficial y en cruz sobre la base de los tomates, los sumergimos 10 segundos en agua hirviendo y después en agua fría.


Los pelamos...


...picamos y reservamos.


Vamos cociendo la pasta con agua y sal y según instrucciones del fabricante.


También picando el bacon.


Cuando la pasta esté cocida, escurrimos y reservamos.


Como las espinacas eran de bolsa, tan cómodo como picarlas y reservar.


Cogemos una cazuela o sartén profunda y echamos la mantequilla.


Cuando se haya fundido echaremos el ajo picado.


Después torramos el bacon a fuego fuerte.


Desechamos más de la mitad de la grasa, para ello dejamos la sartén inclinada con la ayuda de un plato y esperamos que se decante toda la grasa al fondo. Reservamos el bacon aparte. Nosotros se lo añadimos al final para que estuviera ligeramente crujiente.


En esa grasa que hemos dejado, soasamos el tomate durante unos 10 minutos con algo de sal.


Será el momento de echar la pasta y remover bien.


A fuego fuerte, vamos echando la nata y removiendo.


Nosotros le echamos un poco de pimienta que le aporta un toque muy especial al sabor de la nata y el bacon.


Y por último echamos poco a poco las hojas de espinacas. No os preocupéis, merman y al final entrará todo. Las iremos echando sin quitar la sartén del fuego y removiendo hasta que hayamos acabado de echar todas.


Probamos de nuevo de sal y apagamos el fuego, no hace falta cocinar las espinacas.


Sólo falta echar el bacon y remover bien.


Listos.


El plato es realmente diferente. Lo repetiremos.

Salud y feliz semana.