Espinacas congeladas con bechamel, un básico que no puede faltar

Bueno, hoy os voy a enseñar cómo preparar unas facílisimas espinacas congeladas con bechamel con las que os vais a chupar los dedos. Por si no lo sabéis, y aunque las hayáis probado, las espinacas congeladas son una inteligente inversión a tener en cuenta en nuestra cesta de la compra semanal porque tiene muchas ventajas desde todos los puntos de vista. Para empezar son muy aptas para cocinar de muchas maneras ya que son fáciles de manejar, ocupan poco, conservan todas las propiedades beneficiosas de la verdura en fresco y además vienen ya limpias (sin tierra) y hasta incluso en sobres individuales. Y no digamos su precio, la espinaca congelada es mucho más barata que la fresca, porque tenemos que tener en cuenta que una bolsa de espinacas frescas para un plato de espinacas contundente, no es suficiente (ojo, para otras preparaciones es imprescindible), y por tanto no se nos va de madre el precio del mismo plato (aunque os advierto que el plato quedaría delicioso).


Os preguntaréis ahora, ¿marcas buenas de espinacas congeladas? No os puedo decir una buena relación de marcas y precios porque no poseo datos precisos. Eso sí, creo recordar que he probado casi todas las marcas que existen en nuestro amplio mercado, y las que os voy a recomendar no son de una marca concreta, si no que son todas las que especifiquen en su envase “espinacas en hoja”, ya que una vez compré unas que no lo ponía, y no me gustaron nada. Así que cuidado con esto, porque tiene mucha relación con el precio.

Y sobre precios, yo creo que debéis moveros en el rango de 1,20€ á 1,50€ el kilo de espinacas congeladas. Yo uso las espinacas de la marca Frudesa, son más caras, pero creo que a la postre son fabulosas. Yo además espero siempre a los 3x2 de algunos centros comerciales como el Carrefour o el Hiperusera, que como sabéis rebajan este tipo de productos tan conocidos en un 33% su precio, así que éstas se convierten en asequibles. No obstante, y épocas sin oferta, he probado algunas marcas blancas muy buenas (Mercadona, Alcampo), y que valen siempre menos de la mitad que el precio de las Frudesa.






Pues antes de enseñaros cómo realizar este sencillo plato, os diré que necesitaremos al menos unos 500 gramos netos para dos personas, esta es la medida que normalmente utilizo si quiero ponerlas de primer plato (además no importa que sobre).

Para la bechamel, os digo, no os compliquéis, si la sabéis hacer casera mil veces mejor por supuesto, pero si no sabéis realizarla bien, lo mejor es comprarla envasada, porque la casera no es muy sencilla de realizar y existen bechameles comerciales muy logradas que harán las delicias de muchos de vosotros. Yo no he comprado nunca una, pero las he probado y os aseguro que no están nada mal. Creo recordar que una amiga mía, que hacía una lasaña de carne extraordinaria, utilizaba siempre la bechamel de la marca Knorr que además lleva mucho tiempo en el mercado. De todas maneras, echad un vistazo y sopesad precios, ingredientes y regustos, porque en estas cosas determinaréis vuestra bechamel favorita. Os puedo decir que cuesta aproximadamente a 2,50€ el medio litro. Nunca compréis las de sobre que no están logradas.

Aún así, si la queréis hacer casera, tenéis que aprovisionaros de mantequilla, harina, aceite de oliva, pimienta negra, sal, nuez moscada y leche entera. La mejor leche, la fresca, que a todo esto está a millón el litro (1,20€ el litro). Si no utilizad leche entera de tetra-brick o de botella blanca. Bueno, pues para una bechamel para dos personas, poned cuarto de litro de leche a calentar (al mínimo en un cazo). Aparte, echad en una sartén una cucharada sopera de aceite de oliva y llevad a calentar. Una vez caliente, echad una nuez de mantequilla (como otra cucharada pero rasa) y deshacer. Ahora echad una cucharada sopera colmada de harina de trigo para dos tres personas. Distribuirla bien, ya que si no sabrá a harina cruda, y una vez de color marrón glacé, añadir la leche del cazo poco a poco y empezar a remover para que no se formen grumos (esta es la parte más complicada). Siempre con el fuego medio, y el juego suave (jugando con las temperaturas dependiendo del momento) y una vez disuelta la harina ir echando leche hasta que la harina no pida más (lo veréis) y la bechamel se pegue a las paredes de la sartén. Es en este momento cuando bajaremos al mínimo el fuego, echaremos una pizca de nuez moscada, la pimienta y la sal.





Hay gente que le echa jamón serrano picado a la bechamel como si de unas croquetas se tratara, pero yo no lo hago, de hacerlo prefiero echarlo por encima antes de gratinarlas al horno. De todas formas, y perdonad que no os lo haya comentado, antes de la bechamel lo mejor es poner las espinacas a cocer para así dejarlas escurrir bien. Para cocerlas sólo es cuestión de ponerlas en agua con algo de sal y cuando se haya desecho el hielo, sacarlas sin más. No cocerlas más, cocerlas mucho nunca mejora el sabor del plato. Una vez cocidas, ponerlas a escurrir en un colador y esperad (esta es una parte crucial, a veces es mejor estrujarlas con la base de un vaso para extraer todas sus aguas).

Bueno pues una vez dispuestos de las espinacas cocidas, y de la propia bechamel, tendremos que rebuscar en la nevera algo de queso rallado. Es importante que las espinacas las coloquemos en fuentes de horno o mini recipientes (antiguamente eran de aluminio, ahora se ven más de barro) mezcladas con un par de cucharadas de bechamel (esto es a ojo), y luego echar bechamel que cubra el recipiente. Una vez oficiadas así, espolvorear de queso rallado a ser posible de un queso real, y de jamón serrano. O de lo que veáis ojo, sólo tenemos que pensar que lo que echemos esté bueno gratinado. A veces he echado algunas láminas finas de mantequilla que gratinan muy bien



Os recomiendo entonces gratinar fuerte (con algo de horno), hasta que la bechamel esté oscurecida en parte (calculad que unos veinte minutos). Servid caliente.


Salud.

2 comentarios:

  1. Hola Carlos, soy Teresa

    Feliz año nuevo!

    Una preguntita : ¿has probado a cocer las espinacas (frescas o congeladas) sin agua? En casa siempre se ha hecho así y la verdad es que quedan muy bien y son mucho más rápidas de escurrir... Como suletan ellas bastante agua de por sí no hace falta poner más en la cacerola. Por cierto, esto vale mucho más para cocer lombarda, sin agua mejor, moviéndola de vez en cuando.

    Hasta pronto!

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  2. Pues mira, no lo he probado, pero tu idea me gusta. Lo haré, te lo prometo. Pero leyendo lo que me has sugerido me has recordado una cosa que leí a Sir Apicius hace unos meses.

    Cuando lo vi en su momento me pareció algo increíble. No tiene nada que ver con las espinacas, pero mira.

    http://la-cocina-paso-a-paso.blogspot.com/2007/05/coccin-del-pulpo-nueva-tcnica.html

    ¿No te parece curiosísimo?

    Saludos Teresa.

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