Desde que tengo uso razón ha habido siempre en mi casa botellas de aceite de oliva virgen extra de calidad y éstas han pertenecido siempre al sur de España, marcas como este Germán Baena, otros de la D.O. Sierra Mágina, la versión virgen extra de Carbonell o el exquisito Nuñez Prado. No recuerdo exactamente desde que época se han comprado estos aceites, el caso es que se hacía paralelamente a los típicos 0,4 y 1º de toda la vida, que curiosamente antaño eran más baratos que los vírgenes los cuáles los usábamos casi exclusivamente para aliñar ensaladas o verdura, tomarlo con los garbanzos del cocido o para freír un un huevo frito en un aceite con clase.


Entonces creo que nos tenemos que remontar a principios de los años noventa. Ya por esas fechas y desde Córdoba yo me traía por casa alguna botella de algún buen aceite virgen extra 'a granel' sin que recuerde ahora mismo de dónde era. El caso es que no sé con exactitud si ya antes o después comprábamos con frecuencia algún AOVE, como el famoso Nuñez Prado o alguna botella de los pocos aceites de oliva virgen extra que existían por aquella época en las tiendas convencionales (recuerdo ahora sólamente Ybarra, La Española o el mismo Carbonell). No me acuerdo.

La verdad es que uno de los culpables en esto de comprar aceites vírgenes ha sido indiscutiblemente mi hermano, aunque curiosamente no soporta el sabor tan intenso de algunas marcas con notables graduaciones de acidez. ¿Por qué entonces compraba aceite? Pues aunque no le gustaran todos los aceites, amaba sólo un par de ellos, el de Nuñez Prado y éste de Germán Baena, que son los AOVE más suaves que existen hoy por hoy en el super que tenemos a mano.


Ya en mi modesta opinión, no puedo olvidar el lujurioso AOVE de MMM de Almedinilla (pueblo de mi suegra), objetivamente uno de los mejores aceites de oliva virgen extra que yo haya probado jamás junto con los 'atomatados' Marqués de Griñón y el de Parqueoliva Serie Oro. Este aceite de oliva que os comento, con la denominación de origen de Priego, es cien por cien aceituna picudo (que no picual) y sin filtrar y comprado en su gama 'fresco' eso sí, sólo en Enero. Ya os lo bloggeé en su día la garrafa de cinco litros que compramos cuando pasamos por el pueblo.

Bueno, y volviendo de nuevo a los comienzos, por aquella época costaba una botella de éstas unas 400 á 500 pesetas el medio litro, y claro, era todo un lujo que administrábamos con mucha cabeza. Recuerdo que nos llamaba muchísimo la atención la turbiedad de algunas marcas (el resultado de no filtrarlo), y claro está su suavidad o baja acidez, que no rebasaba en muchos casos el 0,2º, algo que jamás habíamos visto en un aceite de consumo.


Pues a lo que voy, después de haber probado decenas de marcas de buenos aceites de oliva virgen extra (AOVE), os diré que si queréis un comodín perfecto y además fácil de encontrar, es este de Germán Baena. Esta firma lleva envasando aceite de oliva virgen desde 1972 y actualmente cuenta con casi mil cooperativistas que labran sus olivares situados dentro de la denominación de Origen Baena, una de las cuatro denominación que al parecer están además avaladas por la Unión Europea.


Y es que de nuevo nos encontramos con que el gran secreto del mismo es su aceituna, que en este caso también corresponde a la carrasqueña de Córdoba (o picuda), variedad que le confiere un color oro verdoso increíble, un sabor suave y muy afrutado que recuerda a la almendra amarga y en algunas marcas al buen tomate. Además su paso por boca es algo áspero, rico en tonalidades y corto en digestión. Además no sé si sabréis que freír cosas con esta aceite tan resistente al calor es una delicia, ya que puedes reutilizarlo hasta tres o cuatro veces ya que el aceite sigue conservando todas sus propiedades y sabor. Quién pudiera pillarlo por garrafas a precios de cooperativa (seguramente a unos 3€ el litro)



Según apunta su bonita web, Germán Baena ha sido considerado por numerosos jurados que como uno de los mejores aceites de oliva del mundo. Aquí tenéis sus premios, Medalla de Oro de la Denominación de Origen Baena en los años 1992, 1993 , 994, 1995, 1997, 1999 y 2001. Medalla de Plata en los años 1996, 1999 y 2000. Medalla de bronce en el año 1998. Primer Premio Internacional a la Calidad Expoliva en la Edición de 1993. Tercer Premio a la Calidad Feria Internacional de Montoro en 1992 y 1993. Segundo Premio a la calidad Expoaceite de Córdoba en 1998.


Luego añade la web que "[..] La calidad de los aceites Germán Baena es reconocida por las grandes firmas distribuidoras, como Corte Inglés, Hipercor, Carrefour o Eroski, que comercializan estos aceites con marcas de calidad como De Nuestra Tierra de la firma Carrefour, o La Niña de mis Ojos y Néctar, distribuídas en Francia por la empresa Medinternacional."

El precio de esta botella ronda los 7€, pero que sepáis que os estáis llevando calidad garantizada. Sólo quería que supiérais todo esto.

Salud.