¿Por qué me llama la atención todo este mundo?, es curioso pero cada vez qué recuerdo cuando era pequeño y comentaba con mis compañeros del colegio cosas sobre algo tan normal para mí como era el sabor de las chirimoyas, nísperos y aguacates y darme cuenta que muy poca gente los conocía, esto me llamaba muchísimo la atención. Y es que a finales de aquellas vacaciones que pasaba con mi familia en Almuñécar recuerdo que al final del mismo ya podíamos comer aguacates, abortillos de mango y en Semana Santa de todo, mangos, aguacates y chirimoyas. Y aunque ya se vendían por aquí en bastantes sitios, con una calidad que curiosamente era mejor que la que ahora mismo tenemos. Era obvio que aunque se empezaran a conocer, no tenían aún una gran aceptación entre la gente.
Recuerdo por aquel entonces que me hacía preguntas como ¿quién traería los primeros árboles tropicales por allí? ¿Se empezaría su cultivo y consumo sólo en fincas particulares o hubo un comienzo más orientado a lo comercial? Pues este libro que os citábamos resuelve todas estas dudas, profundizando en cómo empezó dicho cultivo, qué frutales exóticos había ya en nuestro país, quién consiguió comer los primeros aguacates peninsulares con cierto valor comercial hacia el año 1960. Pero información de este tipo no sólo hay en este libro, os vamos a recomendar una serie de libros que tiene Julián, ya no sólo por los reconocimientos nacionales e internacionales que tiene sobre la materia, sino por la pasión que le dedica a estas frutas en sus textos y entrevistas. Sus libros los podéis buscar por 'autor' en internet, aunque sobre este libro de aguacates tenéis un curioso extracto online. Si os gusta aquí lo podéis comprar. Ahora os contamos más cosas de Julián.
Que quede claro que en estas dos entregas sólo vamos a intentar extraer del libro lo más relevante sobre la introducción y el cultivo del aguacate en nuestro país, no queremos que se convierta en un ladrillo difícil de leer. Destacar que no tenemos otra información al respecto para contrastar, pero cualquier cosa que queráis añadir sobre la historia del aguacate en España, animaros a hacerlo.
Nada más comenzar su lectura Julián nos regala de una forma muy original muchas pistas de cómo empezó el cultivo del aguacate en todo este litoral adelantando a modo de resumen anécdotas y datos que posteriormente profundiza explicando como una serie de personas muy importantes en el mundo del cultivo de frutas tropicales fueron consiguiendo introducir el mismo con mucho esfuerzo y tesón, y con la ayuda de Julián claro. Vamos primeramente a introduciros en el mundo del aguacate y luego os iremos contando detalles.
El aguacate dicen algunos que nació en México hará más de 50.000 años ¿una barbaridad verdad? bueno se dice que pudieron darse esas fechas por aquellas zonas y alimentar hasta los dinosaurios, pero lógicamente son conjeturas sin una base demostrable aún científicamente. Sólo se conocen huesos fósiles y restos biológicos hacia el año 1500 AC, y se sospecha por algunos de ellos que pudieran existir desde el 7000 AC. Insistimos. sobre qué pudo pasar antes de estas fechas, son suposiciones, así que no entraremos al trapo con ellas pero hay mucho por la red. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que los restos más antiguos se encuentran en México, y que de allí saltó a Perú, Guatemala y de esta zona a las Antillas.
En cuanto a Europa fuimos los españoles los que los trajimos para estos lares bastante después de la conquista del Nuevo Mundo, más o menos en el s. XVI, haciendo escala primero en Canarias con varios cultivos lo demuestran ya que parece que los primeros ejemplares crecieron en el Jardín Botánico de Orotava en Tenerife con ejemplares procedentes de Venezuela. Posteriormente se introdujeron en la península de una forma que en este serial os contaremos, y es aquí dónde se planificó su producción y explotación pensando en que más allá de la propia experiencia de llevarlo a cabo fuera la península, la llave para entrar en toda Europa, pero esto último son conclusiones nuestras. En este siglo también saltó al resto de la Europa y África más mediterránea y después a otras partes del mundo como Oceanía. ¿Queréis saber algo curioso?, cuentan que en un principio los conquistadores españoles confundieron los aguacates con peras salvajes, algo que puede parecer una estupidez pero que en su momento pudo tener todo su sentido y es que los primeros aguacates no eran en muchos casos como los conocemos actualmente. ¿Y eso cómo es posible?
La palabra aguacate viene del azteca Ahuacatl, aunque en Perú ó Chile curiosamente se llama palta y al árbol palto, en otros lugares le llaman cura. El árbol viene curiosamente de la familia del laurel (laurácea), y os podréis imaginar que sus frutas ya los consumían los aztecas hace siglos atribuyéndoles propiedades beneficiosas para la salud, e incluso afrodisíacas (Julián lo explica en el libro más detalladamente). La gran sorpresa viene cuando la primera mención del mismo por aquí por España aparece en el Diccionario de Agricultura y Economía en 1842 dónde hace referencia a que en 1572 ya había aguacates en la costa levantina de Valencia y Alicante. ¿Sería éste el primer sitio dónde aparecieron en toda la península? Muchos dicen que es posible. ¿Quién los llevó por allí?, al parecer marineros que venían de las Américas, pero no se sabe con certeza, en el segundo capítulo ahondaremos en el tema.
No nos desviemos ahora del tema. El aguacate se compone de 3 razas u orígenes principales, la antillana, la mexicana y guatemalteca cada una con unas características botánicas que las hacen diferentes, y que ahora no vienen al caso, todas productivas y que en lineas general se han aclimatado bien a nuestras tierras y temperaturas. Los árboles injertados o patrones en nuestro país se puede decir que existen solamente tres significativos, el Topa Topa, Mexicola y Duke, árboles antillanos o mexicanos menos sensibles al frío, muy al contrario que el resto de patrones. Se puede ver también algún Lula, que es mitad antillano y mitad guatemalteco, pero no es habitual encontrarlo. De todas formas entenderéis que existen en el mundo cientos de variedades, algunos dicen que hasta unas mil, pero por aquí ya os decimos que apenas han cuajado media docena.
Y en cuanto a las variedades de aguacates (injertos) que nos podemos encontrar aquí en España, comentar que han proliferado sólo unos pocos tipos que además se han ido mejorando con los años para resistir en mejores condiciones las condiciones climáticas locales, y alguna que otra helada puntual por la zona. Destacar los aguacates Fuerte, Zutano, Bacon, Pinkerton, Reed, Pinkerton ó Hass, estos últimos os sonarán ¿verdad?, eso es debido a que es una variedad muy apreciada por la calidad y cantidad de su carne y se vende muy bien en medio mundo. ¿Sabéis por qué se llama así? Curiosamente su fruto surge de forma espontánea en La Habra Heights en el condado de California, descubierto por un tal R.S. Hass, ese injerto se ha exportado por todo el mundo y como podía ser menos, llegó a nuestro país desde allí. Las otras variedades son también fáciles de distinguir, si queréis saber más sobre los tipos de aguacates y su morfología aquí podéis ver los tipos de aguacates más comunes y sus peculiaridades.
Cosas curiosas. El aguacate produce en invierno miles de flores amarillas pálidas pequeñas y curiosamente una entre 5000 da lugar a un aguacate. Lo que también es curioso y no sabíamos, es que la planta es hermafrodita, es decir, posee ambos sexos. ¿Cómo se reproducen entonces? pues algo curiosísimo, un día por la mañana los árboles abren la flor como hembras y al día siguiente, tras cerrarse por la noche, vuelven a abrirse como machos. Si a esto le sumamos que en un terreno con muchos aguacateros cada árbol amanece de una manera, son los insectos los que finalmente se encargan de la polonización (sobre esto podéis tener más información aquí). Nos cuenta además Julián algo que no sabíamos, cuando uno tenga dudas de si un árbol es un aguacate o no en su edad temprana, aquí en España es más sencillo de adivinar ya que lo más probable es que sea un árbol antillano y éste es fácil de distinguir. Con estrujar unas hojas del mismo éstas deben de desprender una fragancia parecida al anís, si es así, es un aguacate.
Julián cuenta que los primeros consumidores peninsulares eran gente sudamericana con cierto poder adquisitivo y residente en la capital y posteriormente en Barcelona. Se vendieron por primera vez en Casa Julián, en la frutería de su familia en plena calle Hortaleza junto a la Plaza de Santa Bárbara. En Barcelona se vendían en una de las más importantes fruterías de la época, frutería Sitjar. Por si no lo sabíais los aguacates costaban ya por aquel entonces 200 pesetas el kilo, que ya eran pesetas. En Canarias en cambio ya se consumían mucho antes y en muchos platos, y era un producto muy demandado por los locales, aunque no se comercializaba.
Esta claro que el aguacate con valor comercial llegaba por fin a la península, pero con cuenta gotas, por aquel entonces la producción era muy escasa, 50 ó 60 cajas a la semana, había que repartir, no daba para mucho más. Una cosa a considerar sobre todo esto es que estábamos hablando de que se vendía fruta tropical (el plátano no es fruta tropical) en la península, algo que realmente era impensable en la época de Franco. No hace falta recordar que por las leyes fitosanitarias existentes, esto no podía producirse porque el gobierno prohibía la importación de fruta tropical para evitar así plagas tropicales. Al final fue Julián, y sólo él, quien pudo hacerlo demostrando al Ministerio que eso no era así. Todo un valiente desde luego, pero es que no le faltaba razón, lo explica brevemente en el libro y es algo muy curioso.
Pues el aguacate empezaba a gustar a la gente, y todo iba viento en popa aunque evidentemente con los productores involucrados no había género para todos. De todas formas no había mayor problema, se avecinaba un negocio redondo para Julián y había que trabajar duro, no había competidores y las expectativas eran muy altas. Pero de repente todo se vio truncado, un día de 1956 todo dio un giro al recibir una carta en la que un gran hortofruticultor llamado Luis Sarasola, vasco muy culto y redicho a quién no conocía en absoluto aunque sí al contrario, el cuál invitaba a Julián a bajar por el litoral granadino y malagueño a recorrer en una motocicleta la zona y convencerse de la viabilidad de producir aguacates en la península ya que Julián había escrito en varios sitios que no era posible ¿Por qué Sarasola tenía tan claro que esta zona era la idónea? por el clima, es evidente, y porque dos conocidos en el gremio, Roger Maghdal (alemán nacionalizado chileno) y un jubilado llamado Wilson Popenoe, ambos eminencias en el cultivo de frutas subtropicales, conocían ya desde las mismas américas la existencia de cultivos de chimiroyo en la comarcas y estaban seguros del éxito del cultivo del aguacate. Sarasola por tanto contactó con ellos.
Como empresario Julián veía que si no se involucraba, su negocio canario pronto iba a tocar a su fin, también sabía que si no lo hacía se iba a perder una experiencia única para él, la gran experiencia de ayudar a arrancar un proyecto que sabía que podía ser un éxito. Hizo muy bien en bajar y ayudarle, porque finalmente así fue, y se convirtió en un protagonista de excepción de un proyecto hecho realidad. Y es que después de muchas pruebas, injertos, estudio de tierras, orientaciones, riegos etc el cultivo comercial del aguacate se fue extendiendo con los años por la costa malagueña y granadina, y finalmente en muchas zonas del resto del litoral. ¿Dónde se realizaron todas las pruebas con los patrones e injertos? en el Rancho California en Almuñécar, finca experimental que no conocemos su ubicación exacta, entre otras cosas por estar muy retirada del lugar donde veraneamos, y que creemos que actualmente es propiedad privada. En el próximo capítulo ampliaremos toda esta información.
Muy muy interesante....yo en mi casa sólo tengo dos árboles frutales: un aguacate y un níspero.....viviendo en la costa cántabra. Y cuánta fruta me dan..y que buena!!!!
ResponderEliminarOh se me borró mi comentario. Mira te comentaba que me encanta y que envidia me das. Soy chilena y esos frutos son una maravilla. suerte tenéis!!.
EliminarAnda, qué interesante!! Todo nuevo para mi. gracias por compartir!!
ResponderEliminarPara mi en las ensaladas el aguacate se ha convertido en imprescindible, nos encanta a todos. Y el tema de que es una fruta pues si,lo descubrí a los años de probarlo, muy buen artículo
ResponderEliminarCierto, me encanta añadir a las lechugas, repollos y apios, el aguacate y aceitunas. Imagínate soy chilena y la palta o aguacate uy la adoro.
EliminarPedazo de entrada, Carlos. Yo soy una loca de los aguacates y tengo la suerte de tener 2 aguacateros de 2 variedades distintas en la finca de mis padres. En breve comenzaremos a cogerlos y es toda una alegría, la verdad. Me vuelven loca y los comería de todas las maneras posibles.
ResponderEliminarConocía bastantes cosas de los aguacate, pero lo que has contado del tal Julián... Ni idea y me ha parecido muy interesante.
Un pedazo de post. Sí señor.
Un besito
Muy interesante y bien explicado. Muchas gracias!!
ResponderEliminarEn Nerja a finales de los años sesenta, un vivero llamado La Exótica trajo plantas de aguacate del continente americano y las cuidó para su adaptación. Los frutales se dieron bien y crecieron y dieron frutos. Una vez conseguido esto, los campos del pueblo se llenaron de plantaciones de este frutal que aún hoy se cultiva y comercializa con éxito, pues son frutos de buena calidad. Este trabajo lo llevó a cabo el dueño del vivero, Jose María Relaño, que aún trabaja en su actusl vivero. Si no recuerdo mal, junto con Jose María trabajaba otro ingeniero agrónomo de Almuñecar, llamado Antonio Martín, que obtuvo los mismos resultados en la costa Granadina.
ResponderEliminarAlain, gracias por el apunte!
EliminarHOLA, VIVO EN LA COSTA ECUATORIANA(5m snm). EN DONDE EXISTE EL VERANO Y EL INVIERNO, ME PODRÍA INFORMAR EN QUÉ EPOCA DEBO APLICAR EL INJERTO EN ESTA ZONA,
ResponderEliminarEn Churriana,Málaga,hay un aguacate con más de 150 años,en el colegio público ciudad de Jaén.Además,varias fincas ya tenían aguacate hace mucho, porque mi madre los comia de pequeña y tiene casi 75 años.
ResponderEliminarFelicidades por este texto tan detallado
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