Merluza al minuto con setas y salsa de Cabrales, por qué no

Hola amigos. Yo creo que el pescado congelado (de cualquier tipo) como está especialmente sabroso es cuando se descongela despacio y es cocido durante sólo 1 o 2 minutos en cualquier salsa caliente. Y aunque a la plancha lo hemos probado y también nos agrada, en salsa creo que se le saca el máximo partido. ¿Y por qué queda mas jugoso? pues veréis, la carencia de jugosidad que le reporta el congelado parece que la recupera en estos cremosos y nutritivos platos hechos en base a una salsa (la que vosotros queráis). Nosotros hemos probado una merluza sin piel de la marca Pescanova hecha con Cabrales, y os la quiero mostrar a ver qué os parece.


Pues nos guste o no, la lista de marcas de pescados y mariscos congelados es cada vez más amplia y surtida. Y eso que el pescado ultracongelado es el futuro a corto plazo de la cesta de la compra de muchas familias. Por lo menos es la que se encaja a la perfección con las premisas modernas que demanda la sociedad, como la de adquirir pescado limpio (sin piel y sin espinas) a precios aceptables, o que se pueda preparar cuando se tenga tiempo, o que incluso exista en bares y restaurantes por el incremento patente de alergias derivadas por el mismo, así que además de cómodo a priori es más seguro, aportando más valor comercial que culinario. De ahí que muchos de los nuevos pescados foráneos que nos llegan congelados gusten y mucho. Por tanto, el mercado a la fuerza se ha ampliado y la industria va asentando esta nueva forma de adquirir un género que además (no olvidemos) en fresco es muy perecedero. Y el empresario lo sabe.

Por tanto, cocinar este producto y de estas formas se han convertido en algo habitual en nuestra cocina y entorno, y en este sector de cocina improvisada (y rápida) nos incluimos nosotros mismos y además muy a menudo ¡qué remedio!. Y menos mal que no poseemos congelador extra, que si no ni os cuento, aunque muchas veces pienso que almacenaríamos bastantes cosas y creo que cometeríamos un error.

Pues al grano, esta receta es muy simple pero dice mucho de la la cocina actual. La medio copié y la medio inventé, el caso es que en el fondo quería realizar y/o encontrar un plato basado en productos accesibles y añadirle el exquisito sabor del afamado queso de Cabrales. ¿El resultado?pues creo que bueno, por los ingredientes elegidos resultó ser un plato sencillo y sabroso, hecho con rapidez y por último por muy poco dinero. Y aunque os reconozco que en boca nos pasamos con el queso de Cabrales (las ansias quizás), el plato resultó ser muy apto incluso para comida en tupper. Así que tomad muy buena nota del mismo porque no os vais arrepentir.

Bueno, pues os cuento cómo lo preparamos. Todo guiso de pescado que se precie, creo yo que necesita una buena dosis de cebolla pochadita. Así que en eso nos empleamos y creo que siempre es un acierto. También dispusimos de una pizca de mostaza de Dijon, setas variadas (ideales las que vende en bolsa congeladas Mercadona), judías verdes bobby congeladas (fácil adquisición), guindilla o ají, algo de vino blanco (ausente en la foto), pimienta recién molida, 8-10 dientes de ajo, medio brick de nata para cocinar, un poco del majestuoso queso de Cabrales, sal, AOVE y el gran toque del plato, eneldo fresco (que se encuentra fácil en mercados y grandes superficies). Os adelanto que el sabor a Cabrales en un guiso debería de ser simplemente una nota, una traza, un recuerdo, un punto. Ahora, habrá quién le guste fuerte claro.


Por tanto, pondremos primeramente las judías verdes a cocer con un poco de sal. Las judías verdes las sirvo de lógica guarnición. Las tuve cociendo unos veinte minutos.


Ahora pelaremos los ajos y los cortaremos en finas lonchas. A continuación la cebolla en cachos parecidos al brunoise y el eneldo.


Una vez todo esto preparado iremos descongelando las setas. Creo que con un puñado por persona basta. Pocharemos la cebolla con aceite y un poco de sal.


Echaremos a medio rehogar, los ajos laminados. Dejaremos todo pochar una media hora a fuego bajo.


Mientras rehogaremos las setas con otro poco de AOVE.


Cuando estén doraditas las echaremos en el lento pochado de la cebolla y el ajo.


Yo le eché el ají (el que tengo es más suave que la cayena) y removí bien.


Luego el mágico eneldo (ni punto de comparación con su equivalente en seco).


Y el vino blanco, que yo le eché albariño junto con un poco de sidra natural. Y lo dejé reducir un poco unos veinte minutos a fuego medio.


Mientras rehogué las judías en una sartén sin apenas aceite de oliva.


Y al ratito eché la nata y el cabrales. Ojito con el queso. La próxima vez echaré la mitad de lo que eché (veréis que bastante). Removeremos bien.


Cuando la nata y el queso hayan fundido bien, probaremos de sal y de pimienta. Una vez el sabor aprobado, sumergiremos los lomos de merluza previamente descongelados dentro de la salsa (no debe de cubrir) y giraremos al minuto mientras apagamos.


El plato estará listo...


El aspecto es bueno ¿verdad?. Lo dejé reposar unos minutos meneando de vez en cuando. Des luego queda más sugerente en olla de barro.


Espero que os haya gustado, y salud.

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