Ensalada templada de pedrosillanos y pimientos

Hace unos días preparamos un rico y sencillo plato con la legumbre que más nos gusta, el garbanzo. Nos encantó el resultado, tanto es así que seguramente lo repetiremos muy pronto y éste nos servirá como un perfecto y completo plato único para llevarnos un día al trabajo porque entre otras cosas esta preparación se presta muy bien para llevarte un tupper a cualquier lado.


Los garbanzos que utilizamos fueron los que ahora consideramos como los favoritos de entre toda la oferta conocida, hablo de los pedrosillanos de Victoriano Fernández Herrero en su variedad "Las Perdices Rojas". Esta variedad mantecosa la compramos en una tienda de productos ibéricos, conservas y legumbres que hay en el centro comercial Avenida M40. Todas las veces que los hemos preparado nos han dado un resultado excelente, y por ahora seguiremos comprándolos mientras no nos encontremos otros garbanzos mejores y más baratos (estos nos cuestan el justo precio de 3,50€ la bolsa de kilo).

Bueno, pues lo único tedioso de este sencillísimo plato es quizar asar los pimientos morrones, porque cocer la legumbre es harto sencillo si se tiene una olla a presión. Aquí sí uso siempre esta forma de cocinar rápida porque no hace falta tener control sobre nada, ni existen tiempos para diferentes ingredientes. Sólo se trata de cocer y rápido una legumbre muy sencilla de preparar. Y sobre los pimientos asados, no suelo recomendar utilizar los de bote, así que no os voy a animar mucho hacerlo porque todos sabemos que los envasados no saben igual, como pasa también con los garbanzos que también los hay de frasco y para nada se me ocurre mencionarlos, pese a que por otro lado son de obligada adquisición para nuestro fondo de despensa para alguna emergencia (que las hay).


Y esta claro que todos estos detalles son importantes para que el plato os quede redondo. Os voy a mostrar en pocas líneas como cocer vosotros mismos la legumbre (como se ha hecho siempre), y asar los pimientos en el horno, que es muy fácil y os prometo que resultan deliciosos. Otra cosa es que no podáis, queráis o tengáis tiempo, entonces no os quedará más remedio que usar género industrial (que ya os podréis imaginar que unas marcas son mejores que otras), aunque aviso, elegir mal los envases puede echaros para atrás el hecho de repetir el plato en un futuro, y si tenéis dudas con los pimientos asados industriales podéis probad con algunos estupendos pimientos del piquillo.

Bueno, pues os cuento cómo preparar los ingredientes si optáis por hacerlos vosotros mismos. Ponéis los garbanzos a remojo la víspera, en agua templada y sal gorda, y nunca los remojéis con agua muy fría, reposarlos en lugares muy fríos o incluso meterlos la nevera. Una vez listos, los escurrís, y los cocéis en una olla a presión con una zanahoria pelada, laurel, cabeza de ajos, media cebolla, una pizca de sal y agua limpia, previamente hirviendo. Echad un poco de laurel, unos ajos, sal y media cebolla y cocerlos durante 40 minutos aproximadamente. Si los garbanzos son grandes, hacerlo durante casi una hora, no tengáis miedo en pasaros un poco.


Una vez dispongamos de estos maravillosos y mantecosos garbanzos, nos dispondremos a asar los pimientos. Para ello les rociaremos de AOVE y sal, y los meteremos en el horno unos cuarenta minutos a 180º (aunque dependerá del horno). Yo lo haría a la vez que los garbanzos, lo que pasa es que nosotros los cocimos el día anterior y ya los teníamos listos. También lo que haría sería asar bastantes para así tener reservas o incluso congelarlos, que se puede hacer sin perder apenas textura. Guardaremos también el jugo de su asado porque es un manjar en algunos arroces o incluso guisos.


Con los ingredientes principales listos, desmenuzar unas setas de ostra (seta común) para elaborar una base algo más elaborada junto con la cebolla, y así otorgarle algo de sabor y aroma al rehogarlos. Estos ingredientes los dejé hacer tranquilamente con algo de aceite de oliva, y en una sartén antihaderente.


Una vez pochada la base, añadiremos los garbanzos y encima los pimientos en tiras los cuáles los habremos pelado una vez fríos y cortados con unas tijeras (o con las mismas manos). También añadir una parte pequeña del jugo de los mismos para que el guiso lo asuma. Lo salpimentaremos, le echaremos un poco de mostaza (utilicé de dijón), pero sirve mostaza a la antigua y empezar a rehogarlo con fuego fuerte pero con cuidado de que no se consuma el líquido y se pudieran pegar (tampoco pasaría algo grave).


Aquí estaba todo listo para empezar a fusionar todos los ingredientes y sabores en la sartén.


¿Veis el jugo en el fondo de los pimientos asados?


Rehogar durante unos 10 minutos...


Una vez todo rehogado (debe de quedar seco), los presenté con un poco de AOVE, ventresca de atún y huevo duro picado, aunque que cada uno le eche lo que guste. Le van unas cuantas guindillas piperrak partidas en trocitos. También un toque ligero de pimienta recién molida. El plato se sirve caliente, o templado (excepto el atún por favor, que irá del tiempo). Frío, a mi parecer, hace que el plato pierda equilibrio.


Salud.

4 comentarios:

  1. Qué buena pinta tiene este plato. Me encantan las ensaldas de garbanzos y en verano suponen una buena opción para introducir legumbres en la dieta.

    Voy a copiar la receta de una ensalada de garbanzos que dio Abraham García en uno de sus célebres encuentros digitales de El Mundo.

    Imagino que ya la tendrás en la buchaca, pero por si acaso aquí la planto:

    "Bien escurridos y fríos, mézclelos con daditos de tomate bien maduro, previamente pelado y escurrido, algunas alcaparras picaditas, cebolleta, o en su defecto dulce cebolla morada (inmejorables las de Cantabria, que se exhiben en trenzas como Pocahontas), pimientos verde y rojo, (este último pudiera ser de lata), sus hierbas preferidas (albahaca, cilantro, cebollino), cucharaditas de mostaza, vinagre de Jerez, aceite de oliva, pizca de comino. Así vegetal y ayuna de otras viandas ya constituye un prodigio de sabor y frescura (cambie si le place el vinagre por zumo de limoncillo verde). No le reprocharé, sin embargo, que expanda sobre ella berberechos al vapor, ventresca de bonito o atún, finas, marmóreas lonchitas de pulpo o en tiempos de vacas flacas,(¡ahora que estaban cuerdas!), melba canutera en aceite o plebeyas sardinillas"

    Buen provecho.

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  2. Hola David. Pues no la había visto. No había caído en echarle alcaparras, o sardinillas a la ensalada de legumbre. Lo voy a probar porque podemos estar dando de lleno en la diana!!. Y... plebeyas sardinas, antes de la huelga claro. Un saludo y gracias por la info.

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  3. Yo tengo un problema con los garbanzos! Se me despellejan todos! ¿qué es lo que hago mal? Gracias, un saludo

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