Hoy no traemos recetas. Estamos aún en shock con todo lo acontecido en estos días con la DANA en Valencia, y no tenemos muchas ganas de hablar de cocina. Esta catástrofe ha sido sin duda el episodio más negro de la reciente historia de nuestro país, y por desgracia, lo recordaremos toda la vida por el impresionante desastre personal y material que aún está sin cuantificar. Todos estos días hemos estado muy pendientes y preocupados por aquello, preguntándonos principalmente cómo es posible que esto haya podido ocurrir en un país desarrollado como España, donde hay protocolos de emergencia, organismos competentes, personal muy capacitado, innumerables medios y efectivos. Pues por desgracia, ha ocurrido.
Y aunque es cierto que esta Dana ha sido espectacular en cuanto a su dimensión y virulencia, hay expertos que hablan de 200 kms de extensión y puntos en los que ha llovido más de 500 litros de agua por metro cuadrado, es evidente que casi todo lo que se ha hecho por paliar los daños ha salido mal. Fatal. Y lo que más clama al cielo, y estaréis de acuerdo con nosotros, es la tardía puesta en marcha de los avisos y posteriormente ayudas, que deberían de haber llegado a su tiempo, y no ha sido así. La gestión realizada ha dejado muchísimo que desear a todos los niveles, y nos avergonzamos profundamente que esto haya podido ocurrir.
Pero todas esas preguntas a lo ocurrido deben de responderse no ahora sino en unas semanas, ya habrá tiempo de reflexionar profundamente sobre las responsabilidades y errores ocurridos, y ahora lo que toca es ayudar e intentar revertir la situación cuanto antes. Pero la cosa no queda aquí, tarde o temprano esto volverá a ocurrir y es que así lo ha escrito la historia con los desastres del 57 o del 82. La orografía de esta vertiente es compleja y el además clima está cambiando. No digamos las construcciones y asentamientos humanos, totalmente temerarios y desorganizados en toda la zona, casas al lado de cauces, ríos y ramblas. Y sí, todo volverá a la normalidad en unos meses, pero estamos seguros que volverá a ocurrir.
¿Y creéis que se tomarán medidas al respecto? Pues quisiéramos equivocarnos, pero no va a ser así, y con estas crisis naturales y humanitarias nunca aprenderemos nada de nada. El ser humano se olvida fácilmente de todo, y los organismos competentes más, y esto es lo verdaderamente grave. Cuando se hable en el Parlamento o en las Corts Valencianes de dirigir partidas económicas para paliar desastres a futuro, nadie moverá nada porque, la política lleva años transformándose y ya no se centra en el ciudadano, sino que se centra en el poder. De verdad que habría que hacer un serio ejercicio de reflexión sobre todo esto, y pensar qué solución se puede aplicar a estos territorios tan vulnerables y expuestos a estos desenlaces tan horribles.
Y poco más que añadir, sólo queríamos transmitiros nuestra preocupación y enfado, y animaros a colaborar en la medida de lo posible con lo que se organice y se pida cerca de vuestras casas. No hagáis caso de la TV, ayudad, sin miedo a los bulos que siempre calan en la gente.
Por último, mencionar la formidable y desinteresada ayuda de los miles de voluntarios que han ido a los pueblos más afectados a echar una mano. Volvemos a comprobar que, pese a que como nación volvemos a tener una nefasta gestión de las crisis, los españoles demuestran de nuevo una humanidad y solidaridad increíble.
Nos sentimos muy orgullosos de ello.
Informate en Ajuda Dana.
Carlos Dube.
Desde que ocurrió este enorme desastre no he querido asomarme mucho a los medios de comunicación. Me da mucha pena y tristeza todo lo que ha pasado y me mantengo informado preguntado a familiares o compañeros de trabajo acerca de cómo van los acontecimientos. Comparto tus impresiones Carlos. Para mí lo peor es comprobar, una vez más, que nuestra clase política antepone sus intereses partidistas a las necesidades del ciudadano. Somos su segunda opción, por así decirlo. Están más preocupados por sus siglas y los sondeos de intención de voto que por gobernar por y para el pueblo. Esa es la triste, patética y hasta repugnante realidad de nuestros gobernantes. Ya no están para servirnos sino para servirse a ellos mismos.
ResponderEliminarAntonio Martínez desde Granada.
Carlos, lo has clavado con este post, has expuesto perfectamente el problema que tenemos en Valencia. Y la escasa talla de la clase política de este país.
ResponderEliminarComo valenciana, lo único que quiero desde aquí es dar las gracias a todos los ciudadanos de toda España que os habéis volcado para ayudarnos. Muchas gracias a todos, de corazón.
Desolador lo Q ha pasado y Q grande el pueblo unido así
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