Si os somos sinceros, no teníamos en mente publicar más recetas de cremas de verduras entre otras cosas porque tenemos muchas cremas en el blog. Pero a veces ocurren cosas inesperadas y este mismo fin de semana nos hemos topado con una crema muy especial y la hemos tenido que publicar. La receta está inspirada en la receta de la onion squash soup del popular chef inglés Thomas Straker, el cual por si no lo sabéis, tiene desde hace unos años unas redes sociales estupendas.

Pues de esa receta nos parecieron dos detalles super interesantes, el primero era la mezcla de la mantequilla, el aderezo del limón, las especias, la creme fraiche y unos copos de chile en el plato. Y lo segundo, el uso de una calabaza poco conocida por aquí pero que es la favorita de muchos chefs y gourmets de todo occidente, nos referimos a la japonesa uchiki kuri. Y es que mi hermano este año las ha cultivado en el terreno del pueblo, y ha sido todo un acierto. Por si no la conocíais es una calabaza de tamaño medio, carnosa, no muy dulce, que para la cocina del día a día yo agradezco, y con muy buen color y sabor. Aquí os dejamos un pequeño collage de su cultivo, su curiosa condición de trepadora y su recolección hará ya unos meses.

Pues bien, de la receta de Thomas improvisamos un cambio que no es baladí, y es que añadimos repollo para alejarnos un poco de la clásica receta de la crema de calabaza. Pero no le añadimos repollo sin más, éste lo caramelizamos a conciencia para rescatar ese sabor dulce y umami del mismo, y caray, el resultado fue un espectáculo. Con el toque de la mantequilla, las especias provenzales, la crema fresca, el limón y ese toque picante hicieron el resto. 

Vamos pues con la receta de esta crema agripicante de calabaza y repollo para 5-6 personas, 700 g de calabaza fresca, 350 g de repollo, 1,5 litros de caldo de ave casero, 2 puerros y un poco de su parte verde, 4-5 dientes de ajo, 2 cucharadas de mantequilla, crema fresca, zumo de limón, hierbas provenzales (no salieron en la foto :)), pimienta y sal,  Para decorar, más crema fresca, chile en polvo (usamos unas cayenas) y un poco de aceite de oliva virgen extra. Tiempo de preparación 1 hora y media.

Para comenzar, lavamos, picamos el puerro, pelamos los ajos y los picamos. También picamos el repollo y éste sí lo reservamos. Ponemos a estofar el puerro y el ajo unos 10 minutos en una cazuela capaz con un poco de aceite de oliva. Mientras, pelamos la calabaza y eliminamos las semillas, y cuando el puerro esté estofado, añadiremos el repollo reservado junto con la mantequilla y lo dejaremos como unos 45 minutos tapado y a fuego medio bajo. Ya veréis qué aroma.

Darle vueltas cada 5 minutos y una vez estofado el repollo, veréis el aspecto del mismo a continuación en la segunda foto, echaremos la calabaza troceada, las especias provenzales (sólo un poco nada más), removeremos y mojaremos todo con el caldo o fondo de ave. Lo dejaremos cocer unos 10 minutos porque esta calabaza no tarda mucho en ponerse tierna. Y una vez esté lo echaremos en un vaso batidor con un poco de crema fresca (realmente ésta se servirá también en el plato), más pimienta y el zumo de medio limón. Batiremos a conciencia.