Hace un tiempo que queríamos hablaros de la malla de garbanzos para el cocido. Seguro que muchos de vosotros no la utilizáis, de hecho, algunos ni la conoceréis. También se llama bolsa para la legumbre o red, y bueno, sirve principalmente para introducir la totalidad de los garbanzos de un cocido o puchero para que cuezan juntitos, y una vez cocidos, sacarlos limpios. Como todos hacemos cocido en casa, y muchos no lo tenéis, muchos dudaréis de su utilidad porque, como nos han dicho en alguna ocasión, no hace falta malla porque los garbanzos no se escapan de la olla. Bueno, es cierto que no es absolutamente necesario, pero debéis de tener en cuenta que al llevar el puchero carnes con huesos, puntas y carcasas, y debido a la larga cocción que soportan, se generan muchos huesecillos y ternillas que se desprenden al fondo y que se revuelven entre los garbanzos y la patata. No es algo grave, pero no es muy agradable encontrárselos, sobre todo si el cocido lo comen niños pequeños.
Mi suegra Dolores, por ejemplo, siempre me ha comentado que no la echado en falta nunca, pero desde que llegaron los nietos a la familia la ha usado, aunque hay que decir, que está empezado a dejarla de usar porque estos ya han crecido. Está claro que la razón de no usarla es porque no tiene costumbre y porque no querrá meter inventos en el cocido que no son imprescindibles. En cambio, en mi familia siempre se ha usado, y creemos que los garbanzos salen menos rotos, se recuperan limpísimos dentro de la malla, y se facilita el poder colar todo el caldo dejando solo las carnes, puntas y tocinos, para posteriormente limpiarlos y servirlos en el vuelco de carnes. Desde luego nosotros vemos en la malla de los garbanzos una gran ventaja.
Pero esta redecilla tiene un problema y es que hay que mantenerla en buenas condiciones. ¿Por qué? porque si no se limpia o mantiene correctamente, puede dar malos sabores al cocido. Vamos a ir por partes. En verdad sólo hay que tener en cuenta tres cosas, la primera es que antes de usarla, y sirve también para la primera vez, es que hay que meterla en agua hirviendo durante unos minutos para eliminar la grasa seca y rancia que pudiera quedar, sabores y olores. Además, si ya la hemos usado unas cuantas veces, conviene cocerla 3 o 4 de veces en agua hirviendo cambiando el agua hasta que salga clara. También, se puede usar vinagre, bicarbonato etc, de todo menos jabón. La segunda cosa es que una vez hervida hay que escurrirla bien y dejarla secar totalmente en algún sitio aireado, si la guardamos húmeda mal asunto. Y tercero, una vez seca, guardarla en un sitio que no haya otras telas que hayan sido lavadas con detergentes, suavizantes etc, las mallas cogen esos olores artificiales, nos pasaba los mismo con los trapos para hacer pan. Por último, añadir que no hay que usarla para otros fines que no sea para legumbre en cocidos o en agua, no usar con platos con especias olorosas o con colorantes (pimentón, azafrán etc), ni tampoco alternar su uso con platos de pescado o marisco.
Nosotros tuvimos la grandísima suerte de recibir hace unos años de Lola Iglesias, propietaria de Garbanzos de Daganzo Godín Fernández, una malla tejida por su suegra a ganchillo, con una calidad impresionante y un acabado artesanal, además, una malla 100% de algodón. No podemos estar más orgullosos de aquel detalle que tuvo con nosotros y se lo queremos agradecer de nuevo por aquí. Por si no lo sabéis, en Madrid se cultiva un garbanzo de una calidad excepcional, concretamente en la zona de Daganzo. Si queréis comprarles producto, contactad con ellos por la web, o acudid a las ferias de alimentación de la región que siempre suelen ir (este día 2 estarán en el Día de Mercado de la Cámara Agraria).
Y no queríamos terminar el post sin comentar que hay muchos sitios online donde se venden mallas de garbanzos de calidad, echad un vistazo. No obstante, en las ferreterías de vuestro barrio las venden, y suelen ser las mejores. Intentad eludir los bazares chinos, que las tienen, pero que son de una dudosa calidad. Y aunque la red debería de servir para muchos años, la realidad es que las que venden en estos sitios, o esas de nylon o hechas de acrílicos, y tras unos pocos años se rompen o se ponen muy feas.
¿Y qué medida comprar si no se tiene una en casa?, pues si sois 2 ó 3 personas como nosotros, con una malla de medio kg es suficiente, pero si sois una familia numerosa coged mallas de 1 kg o de 2 kg. Pero cuidado, la medida es de garbanzo seco, no hidratado.
Carlos Dube.
La pregunta no es baladí y la respuesta es por supuesto. A la hora de servir un cocido a un grupo de familiares o amigos la presentación es fundamental y la malla nos ayuda a mostrar los componentes del plato en la mesa de una forma más atractiva, aun si cabe. Os agradezco que mencionéis las precauciones a tomar, tanto en el aspecto higiénico como en el culinario. Un pequeño gran post. Gracias.
ResponderEliminarYo compré mis mallas hace muchos años en una cordelería. Y no solo las uso para garbanzos, pues pongo en unas las verduras, en otras las carnes... todo separado en mallas y, al final, solo tengo que pescarlas con un tenedor. Me resulta muy cómodo hacer así el cocido. En cuanto a la limpieza, las dejo a remojo con agua casi hirviendo y lavavajillas de Hacendado (el de la botella blanca), que no tiene olor. Cambio el agua varias veces hasta que sale clara.
ResponderEliminar¡Gracias por tu post!
Hola, Carlos. Para mi es imprescindible desde hace ya muchos años. Un saludo.
ResponderEliminarYo la uso desde siempre, tengo varios tamaños según la cantidad de garbanzos que necesito en ese momento. Las tejo yo a ganchillo y las lavo normalmente, lo que si hago es hervirlas siempre antes de usarlas. Nunca me dieron mal sabor al cocido. Un saludo.
ResponderEliminarBuenos días, Carlos: no sé vivir sin esas mallas, además cuando hago cocido aprovecho y hago garbanzos de más y así tengo para varios platos en los días siguientes.
ResponderEliminarTambién las uso para tener las verduras juntitas cuando hago caldos de pollo o de verduras.
La limpieza la hago en el lavavajillas pues siempre he supuesto que las altas temperaturas que coge servirá para desinfectarlas.
Un saludo.
Muchas gracias por el consejo para mantenerlas en perfectas condiciones. Mi abuela, que empezó a ejercer el magisterio en tiempos de la Republica, me enseñó a hacer “redecilla”. Supongo que esta artesanía se utilizaría también para hacer bolsas para coger legumbre.
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