Queremos creer que en este caso no es así, pero ya no sabemos qué pensar. Para los que no sepan de lo que estamos hablando, lo de la 'crisis de las empanadillas' se debe a que hace unos meses las clásicas obleas de empanadillas de la marca Buitoni desaparecieron de los súper en todo el país. Nestlé, la actual propietaria, dijo a los medios esto «Lamentamos informar que actualmente estamos experimentando una falta de abastecimiento de harina que cumpla con nuestras especificaciones técnicas para garantizar las cualidades de nuestros productos»

¿Vosotros de verdad creéis que un grupo como Nestlé tiene reales problemas de abastecimiento de harina? ¿De verdad creéis que nadie en España podría encargarse de proporcionársela? Sin ir más lejos, en el mercado hay alguna marca española que siempre ha funcionado a la sombra de estas obleas, y que actualmente vende las mismas sin ningún tipo de problema, que para más inri, es una empresa pequeña. Hablamos de la gallega La Napolitana es de A Coruña y se encontraba en pocos supermercados, ahora ya lo tienen casi todos, Hiber (ahora BM), Alcampo, Hipercor etc, desde luego, se deben de estar frotando las manos. Otra marca mítica aquí en Madrid era Solempa, de Ajalvir, quién también produce históricamente obleas de empanadillas, vamos, que no debe de tener mucho misterio, creíamos que había desaparecido porque ya no la veíamos en ningún sitio, pero nos han comentado nuestros lectores que no es así (muchas gracias). 

Para poneros en antecedentes, todos sabréis que la empresa originaria de esta marca de obleas era La Cocinera, la cual, fue fundada en 1965 en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, por los hermanos Iturbe (de Guadalajara). Esta pequeña empresa fue pionera en España en la fabricación de masas y platos congelados y no fue hasta los años 90, cuando la empresa familiar vendió parte a la multinacional americana Mills SA con la idea, en un principio, de ampliar capital y producción. Pero como es muy habitual de ver en nuestro país, acabó vendiéndose por completo. En el año 1991 la empresa pasó a manos del grupo Danone, aunque menos una década después fue comprada por Nestlé Findus, trasladando la fábrica a Valladolid en el 2002 con la consiguiente reestructuración de la marca. Tras 13 años de éxito, en el año 2015 Nestlé vendió toda la línea de congelados La Cocinera a la empresa Normal Foods, quedándose únicamente con las masas refrigeradas, entre ellas las obleas, aunque las rebautizó como Buitoni y en las obleas sí que conservó hasta la mítica imagen de la cocinera con la bandeja caliente.

Carlos Dube.