Advertiros que como pasa con las patatas fritas, empanadillas, empanados, croquetas etc en la airfryer, y por consiguiente en el horno, no quedan exactamente igual que los fritos, que nadie se espere que las preparaciones quedan clavadas porque no. Y aunque quedan parecidos, en la freidora de aire se pierde ese sabor potente a aceite con respecto a la versión frita, de hecho, el bocado queda algo más seco ya que la textura final es menos grasa. Pero, en definitiva, el resultado es totalmente satisfactorio, con las ventajas añadidas que todos sabemos (ahorro aceite, calorías etc).

Pero además, la cosa va con los gustos, a mí por ejemplo no me gustan como quedan las empanadillas al horno y a Lola en cambio sí. A mí me encantan las empanadillas fritas y con la masa sufladita, pero es cierto que son más empachosas y llenan más, y eso a mucha gente no le gusta, o no disfruta. Con las croquetas, además de los serios problemas que tenemos con la freidora, seguimos sin conseguir que en la freidora queden bien, y además, no saben igual que fritas. 

Pues con las torrijas pasa algo parecido, aunque quedan muy bien en la freidora de aire y nos siga sorprendiendo que doren bien y que no se derrame el líquido cuando las colocamos, claramente no tienen ese matiz a fritura, además a una fritura 'potente' porque ya sabréis que, al freír varias torrijas en una sartén, el aceite oscurece y coge mucho sabor. Pero insistimos, quedan estupendas y las repetiremos.

Pues hoy os traemos unas sencillas torrijas de vino que, en el blog, las tenemos publicadas desde hace ya unos cuantos años, y a mí personalmente son mis favoritas. Tenéis ver en este enlace todas nuestras recetas de torrijas y comentar por último que para preparar torrijas en freidora de aire, no tenéis más remedio que disponer de un spray de aceite, si no, mal asunto ya que dorarían muy poco. 

Vamos pues con la preparación, necesitaremos primeramente mezclar en un recipiente un vino blanco decente (usamos un verdejo) con agua a partes iguales. Ojo, esta mezcla no se hierve, e importante, la mezcla debe de quedar muy dulce, si queda escasa de azúcar, las torrijas sabrán sosas, más o menos la cuarta parte de azúcar que de líquido. El pan que hemos usado esta vez es el pan de torrijas que se vende en todos los supermercados, no teníamos otro, pero podéis usar el pan que más os guste, cuanto más natural mejor. En la freidora no os recomendaremos panes de corteza dura porque el aire las resecaría.

Una vez hecha la mezcla de vino, agua y azúcar la echaremos sobre las rebanadas de panes y dejaremos calarlas un par de horas dándoles la vuelta de vez en cuando. Pueden estar toda una noche si os viene mejor, pero meterlas en la nevera.

Una vez caladas, batiremos uno o dos huevos en un plato y pasaremos las mismas por el huevo batido teniendo en cuenta que al cogerlas con una espátula, éstas no derramen líquido, que queden ligeramente escurridas pero sin apretar.

Una vez mojadas en huevo, las iremos colocando en la freidora con un papel de horno a modo de contenedor, de este modo, no rezuma el líquido. 

Colocaremos todas y rociaremos de aceite de aceite con un spray. Pondremos la freidora a 200º y las cocinaremos 10 minutos.

Les damos la vuelta, y rociamos ese lado con aceite, las meteremos 8-10 minutos más y listas. 

Una vez templen un poco las pasaremos por azúcar, si lo hacéis estando muy calientes, se generará un 'barrillo' que no es muy apetecible.

Recordad, siempre comerlas a temperatura ambiente.

¡Feliz Semana Santa a tod@s!

Carlos Dube.