Hace poco decidimos medir de alguna manera el gasto real de nuestra freidora de aire para comprobar de primera mano si de verdad existe o no un ahorro energético y por consiguiente, económico. Ya os comentamos que, aunque no existiera un ahorro económico frente al horno convencional y fuera todo publicidad, el ahorro de aceite desde que tenemos esta máquina es apabullante, y eso, es ya un dinero. Lógicamente no perseguíamos eso, pero de verdad que no sois conscientes de cuánto aceite hemos ahorrado. Ahora nos acabamos de dar cuenta que hemos terminado una garrafa de 5 litros que empezamos a finales de noviembre, y eso que el aceite lo usamos también para aliñar en crudo, cocinar, freír algo puntual, o para tostadas. Y recordad, que para la freidora se puede usar aceite sólo virgen, un aceite suave o aceite de girasol, al hornear y llevar sólo una pequeña capa, la función del aceite es dorar, no dar sabor. 

¿Pero y en lo referente al consumo? ¿Es verdad eso que nos dice la publicidad de que una airfryer consume un 30% menos que un horno convencional? Bueno, pues la verdad es que hemos leído de todo, y no sabíamos qué podría ser verdad de todo lo que la gente decía. Así que adquirimos hace un par de meses un vatímetro en una tienda online y nos dispusimos a controlarlo durante 30 días. Este aparato es poco conocido entre la gente, pero es muy sencillo de manejar, se conecta entre el enchufe de pared y el aparato, y si hay consumo, incrementará internamente unos contadores de potencia y gasto. 

Pues bien, estamos realmente sorprendidos con las cifras alcanzadas con nuestra máquina, y eso que nuestra freidora no es una freidora de aire convencional, tiene 2800W de potencia (potencia cercana al horno) y 9 litros de capacidad, con un uso de 180 grados de media (más o menos) y un máximo de 200 grados.

Pues vamos al lío, podéis ver en la primera foto que tras un mes usamos la freidora unas 10 horas aproximadamente (9.51 horas), sobra decir que la usamos tanto en cocciones cortas como muy largas, con las peculiaridades de cada una.

En la segunda y tercera foto aparecen las medidas en vatios de consumo mímimo y máximo de todo este mes, veréis que los picos máximos no llegan nunca a 2800W, aunque registramos un pico de 2687W, y por el otro lado, 8W como pico más bajo, probablemente por el uso del ventilador para disipar el calor cuando apagamos. También, comprobamos que en la siguiente instantánea el consumo en voltios fue de 221 en todo momento.

Por otro lado, veréis un dato clave, programamos la máquina con el valor de 0.14 kw/h (primera foto), que es el consumo que tenemos con nuestra tarifa eléctrica, y veréis que finalmente gastamos la irrisoria cantidad al mes de 11,84 kw/h (quinta foto), es decir, 1.65€ en total sin impuestos. Por lo que el consumo nos sale por unos 0,17€ la hora, que si le metemos los impuestos, llegaríamos a cerca de los 2€, es decir, 2,5% del impuesto de la electricidad, 10% de IVA y una parte proporcional de los 10€ de alquiler de contador al mes, es decir, a 0,013€ la hora de alquiler, que por 9,51 horas, hablaríamos de 0,12€ extra. Un mechero.

Por otro lado, le dejamos el vatímetro a un amigo nuestro para ver lo que gastaba su horno Ninja Foodi DT200EU de 2400W y un interior de 29 litros, y curiosamente, pese a ser un modelo mucho más grande, nos comentó que los costes medios bajaron a 0,10€ la hora (sin impuestos), usando tanto el modo horno como el modo freidora, un dato que nos parece impresionante. Y en una segunda lectura, podemos concluir que se pueden optimizar aún más los consumos y hacer una gestión mucho más eficiente con estas máquinas dependiendo de los modelos.

Por tanto, y sin tener los consumos de un horno convencional, la freidora de aire creemos que es una compra acertada en todos los sentidos, por muy poco dinero tendremos un electrodoméstico muy versátil que, sinceramente, cada vez lo usamos más en casa y para más cosas.

Pues aprovechamos estas conclusiones para comentaros cómo preparar un pollo asado en esta máquina para que quede perfecto. Nosotros podemos meter dos pollos pequeños de 1 kilo y poco, pero os vamos a dar los tiempos de un pollo asado para 3-4 personas, es decir, de un pollo de 1,5 kg aproximadamente. Pues bien, para que quede perfecto lo tendremos girado (de espaldas) a 160º grados unos 30 minutos, luego subiremos a 180º 15 minutos. Lo giraremos con las pechugas vistas, y lo tendremos a esa misma temperatura unos 20 minutos, añadiendo al final unos 10 minutos extra con la temperatura al máximo hasta dorar (195º-200º). En total 1 hora y 15-20 minutos aproximadamente.

Por último, hay que tener en cuenta un par de cosas. Primero, comentar que nosotros preparamos el pollo asado al igual que en el horno, usamos vino blanco, zumo de limón, especias (tomillo, romero, pimienta), aceite de oliva virgen extra y mucha sal por fuera y dentro. Al girarlo, lo bronceamos de nuevo de aceite y bueno, en sus interiores echamos además de la sal y las especias, cebolla picada, unos ajos pequeños con piel y monda de limón. Segundo, en el fondo de la cesta y bajo la rejilla, echamos más trozos de cebolla, varios ajos con piel, 1 hoja de laurel, monda de limón y medio vaso de agua o hasta que el agua cubra la mitad del fondo (después de echar por enncima el vino y el zumo de limón). Si no hacéis esto, se quemarán los jugos. ¡Ah! y si la cebolla y/o el ajo del fondo sale aún a medio cocer, sacar todos los jugos y hortalizas a un cazo y cocer 10 minutos. Esto pasa por no tener resistencia abajo.  

Cuando lo abráis veréis que queda jugoso y muy bien cocido.