¿Qué opinamos sobre la subida de precios del aceite de oliva en España?

Algunos nos habéis preguntado en nuestra sección de aceites de oliva, qué opinamos sobre la estratosférica subida de precio del aceite de oliva en estos últimos meses. Pues bien, para ponernos rápido en contexto, y sobre todo para quien no sea de por aquí, el aceite de oliva español ha tenido una subida de precio de casi un 50% en esta campaña 2023, un 30% en lo que llevamos de año y más de un 140% desde la campaña 2020. Sin duda, un récord sin precedentes que está suscitando polémicas y un muy mal ambiente entre el sector y los consumidores. 

Ya sabéis que todo comenzó con la guerra de Ucrania, que nada más estallar, los precios empezaron a subir poco a poco, algo que aún no entendemos muy bien a qué se debió. Luego llegó la escalada inflacionista, con la consiguiente subida de los precios de la energía, las materias primas, los combustibles y lógicamente, se llevaron por delante al aceite de oliva. Por último, las consecuencias nefastas de un par de años de sequía extrema, que en verdad tenemos sequía desde hace más tiempo, pero que además de las precipitaciones escasas y veranos tórridos, hay que sumar primaveras muy cálidas marchitando la flor del olivo y reduciendo drásticamente la producción de aceituna. 

El caso es si sumamos todo esto, el litro de aceite en origen se paga hoy por hoy por encima de 8,5€ el litro, que no es el precio final del mismo, y vaticinan algunos que puede llegar a subir hasta un 20% más, es decir, hablaríamos de que el aceite de oliva puede llegar costarnos en el mismo lineal del súper la friolera de unos 14€ el litro. 

Pero la pregunta ahora es ¿sólo ha subido el aceite por los motivos citados anteriormente? Pues es un poco sospechoso todo, es obvio que en estos últimos meses las cooperativas han estado jugando con los precios de una forma más agresiva de lo normal, y sobre un aceite que, pese a que ya estaba recogido desde octubre del año pasado, éste ha incrementado muchísimo su valor. Todo apunta a que, con las nefastas previsiones que hay sobre de la próxima campaña 2023-2024, y la menor disponibilidad de aceite desde verano que en otras campañas anteriores, se ha producido una especie de efecto 'burbuja' disparando su valor hasta cotas récord y, además, poniéndose todo el sector de acuerdo. 

¿Pero la culpa no era de los supermercados? pues evidentemente no, ellos solo son un fiel reflejo de este problema que nos viene desde origen. Creo que mucha gente no es consciente que en los comercios de España no se compra el aceite a principio de campaña para almacenarlo todo el año, sino que lo van comprando en función de la demanda. Todo lo contrario a lo que ocurre en el extranjero, que cuando uno ve en las redes sociales (o TV) a españoles que, viviendo fuera del país, enseñan aceite español a precios inferiores a los de aquí, parece como que los supermercados españoles están abusando de la gente. Negativo. Son los compradores extranjeros los que compran el aceite al principio de campaña y es obvio que cuando compren aceite nuevo, esos supermercados que tienen ahora el aceite más barato, lo venderán a un precio actualizado y, por consiguiente, el aceite español se venderá a precio de oro echando al traste este tipo de distracciones mediáticas que tanto nos gustan. Es, en definitiva, una diferencia temporal en la fijación de precios.

Y es que nosotros que seguimos de cerca los precios de varias cooperativas donde solemos comprar todos los años, las cuáles no venden su producto en los supermercados, hemos visto que el precio del litro de aceite ha ido subiendo drásticamente. De tal manera que el aceite pasaba de los 5,5€ el litro a final de octubre a los 7,5€ en mayo, y ese mismo, ahora está a 10€ y eso que entramos en un final de campaña donde históricamente los precios se relajan. ¿Será que al final existe una especulación en los precios como denuncia la OCU? Pues creemos que en parte sí.

Pero lo peor de todo puede estar por llegar, parece que, hay además una guerra encubierta de la que nadie habla, en la que las cooperativas están pidiendo precios más bajos por tonelada a nuestros agricultores para así ser esta campaña próxima más rentables, cosa que los jornaleros se niegan rotundamente y dichas cooperativas amenazan con traer el aceite de fuera. Sinceramente está todo muy revuelto, y estamos en un punto que veremos a ver en qué acaba la cosa. Sin duda aquello de un precio más justo por tonelada de aceituna de allá por el 2019, va a volver a estar sobre la mesa.  

Pero de todas formas recordar que una parte importante de la subida del aceite es ajena a especulaciones, es decir, recordar que en estos casi 4 años han ocurrido cosas que no han ayudado a mantener el precio del aceite. Volvemos al tema de la sequía con el ejemplo de que en el año 2021 se recogieron algo menos de 1.500.000 toneladas de aceituna, y esta pasada campaña 663.000 toneladas. A esto hay que sumarle la plaga de la mosca del olivo que también ha reducido sensiblemente la producción de aceituna y el consiguiente uso de unos insecticidas y mano de obra que también ha propiciado una subida de costes. Y, por último, la dichosa inflación, con la subida general de los costes de producción (fertilizantes, insecticidas, energía o transporte). 

Y no creemos que las administraciones puedan hacer mucho al respecto, entre otras cosas, porque las inyecciones y ayudas directas al sector, son prácticas que sólo suavizan un problema a corto plazo, pero no a medio y largo plazo, ya lo vimos con los carburantes. Quizás se podrían revisar algunos impuestos dentro de la cadena de producción etc, pero al final, el consumidor final no notaría apenas nada, como pasó hace unos años con la reducción del IVA del pan. Además, otros sectores primarios que también necesitan muchas ayudas levantarían la mano, y en vista de cómo está el patio, sobre todo, frente a Europa, el gobierno no se lo podría permitir. 

¿Entonces la solución está en los consumidores? Pues la verdad es que tampoco, pensar (por ejemplo) en ponernos todos de acuerdo para dejar de comprar aceite de oliva y de esta forma hacer presión, puede ser una buena idea para nuestro bolsillo, pero no para rebajar el precio de la botella. Y esto es así principalmente por dos razones, primero porque el mercado del aceite de oliva es global, es decir, si no se vende aquí, se venderá allí, de hecho, somos el principal exportador de aceite de oliva en el mundo. Y segundo, que el cliente de a pie no es el único consumidor que demanda aceite de oliva, también lo hace la industria y la hostelería, y ellos sí lo van a pagar con costes que repercutirán en nosotros. 

¿Entonces qué solución hay ante este problema? pues seamos realistas, para esta próxima campaña no hay ya solución. No se preveen abundantes lluvias de aquí a enero, pero aunque lloviera, hay muchas menos aceitunas que otros años, y por mucho que engorden, no variaría muchísimo la foto. Por tanto, solo nos quedaría pensar en que la próxima campaña de aceituna fuera excelente, esto sin duda podría revertir la situación. Aunque claro, debe de ocurrir algo muy complicado y es que acabe este largo periodo de sequía y llover abundantemente desde enero. De este modo estaríamos ante una próxima campaña excelente en la que las cooperativas se verían contra las cuerdas para quitarse de en medio el aceite almacenado/importado de este año, y además, lo pondrían en práctica desde el próximo verano, para así tener un margen de unos meses para hacer hueco en sus tanques. Ojalá fuera así. 

Sin duda, estamos ante un escenario muy complicado y sin duda inédito, algo así no se ha dado nunca. Es verdad que a mediados de los 80 hubo una sequía muy seria, pero en aquella época ni el mercado, ni los costes, ni la demanda eran los mismos y el aceite, aunque subió, no lo hizo tanto en proporción. Además, ya estamos presenciando cosas nunca vistas antes por aquí, como traer aceite de países terceros como ya comentó el ministro Luis Planas. La pregunta es "¿y a qué precio se importa?". No sé si lo llegaremos a saber. También, se optará por sacar menos aceites tempranos y dejar que la aceituna pase su envero y engorde, ya que el aceite normal es más rentable. Por otro lado, los aceites especiales o más 'premium', esos aceites que van a ferias y a sitios selectos, los sacarán por supuesto pero en numeraciones muy pequeñas y a precios de oro. Será curioso ver esos precios. Y por último, volverá a normalizarse el uso de otros aceites como el de orujo de oliva, prácticamente desaparecido de los hogares, esos extraños aceites mezclados, que la verdad, dan grima, y los aceites de semillas. Nosotros seguiremos consumiendo aceite de oliva virgen extra, aunque claro, reduciremos en la medida de lo posible su uso a la espera de que todo esto calme. 

Pues bien, habíamos pensado dejaros por aquí unos consejos para seguir comprando vuestros aceites favoritos pero con un ahorro de aceite en el hogar, aunque si se os ocurre algún consejo más, lo añadiremos con mucho gusto a la lista. Esperemos que os sirvan:

1. Comprar spray rociador de aceite. Lo tenemos por la freidora de aire, y la verdad, es muy usable para todo y se nota el ahorro. Muy útil para ensaladas, plancha y horno. Cuesta unos 2€ en tiendas de importación y unos 7€ en Amazon.

2. Desempolvar la grasera, o recipiente para el aceite usado. Parecerá una tontería, pero mucho del aceite con el que freímos podemos darle algún uso más. De hecho, nosotros siempre que freímos patatas, pimientos o huevos, guardamos el aceite para otras preparaciones ya que contiene un sabor exquisito. Y si por ejemplo friéramos con aceite unas croquetas, o empanadillas etc, este aceite puede guardarse para al menos un par de usos más, siempre y cuando esté bien filtrado. 

3. Diversificar los tipos de aceite. Está demostrado que el aceite de girasol es un excelente aliado para frituras, por sus características organolépticas, su precio y su sabor neutro, de hecho es el usado en toda la hostelería. A nosotros nunca nos ha merecido la pena comprar varios aceites diferentes dependiendo del uso, nosotros sólo usamos aceite virgen extra para todo y sí, el de girasol lo tenemos para la mayonesa. Pero usar un virgen extra para freír no sería realmente necesario, sería lo mismo usar un virgen a secas (más barato), o en la mayor parte de los casos girasol (mucho más barato aún). Quizás sea el momento de ponerlo en práctica en fritos (por ejemplo) con rebozados. Es verdad que luego en los guisos es más rico usar aceite de oliva ya que aporta matices excelentes.

5. Busca, compara y compra con cabeza. Se presentan tiempos difíciles de no comprar aceite a lo loco. Sed siempre previsores, buscad y comparad en tiendas, folletos y web. Siempre sale mejor comprarlo en formatos grandes, y a ser posible directamente de las propias cooperativas. Hoy, sin ir más lejos hemos visto 3 garrafas de aceite virgen extra a unos 139€, y en otra cooperativa diferente a 169€, con la puntualización de que la primera tenía aceite con denominación de origen. Y no digamos la diferencia de precio de una misma garrafa de aceite entre varias tiendas online, en algunos casos puede variar hasta 15€. No paguéis más de lo que ya estáis pagando.

4.  Rebajar el uso de aceite en la cocina, intentar usar siempre el aceite justo y necesario. Igual se abre un momento perfecto para consumir menos aceite. Revisar las cantidades que usáis en vuestro día y para las frituras igual no es tontería optar por el horno o una freidora de aire. Estas prácticas son buenas y redundarán en vuestra salud, porque no nos olvidemos que el aceite de oliva virgen extra, por muy saludable que sea es una grasa, y por tanto, hay que reducirla lo máximo posible. 

Carlos Dube.

13 comentarios:

  1. Hola! Sigo desde hace tiempo el blog, aunque nunca he comentado hasta ahora. Sólo quería decir que, en el tema del filtrado, hay algo que a mí me funciona bastante bien, pues deja el aceite limpísimo: los filtros de café. Pongo un filtro atravesado con un palillo de esos de ensartar pinchitos morunos, lo dejo sobre un bote de cristal, y a la mañana siguiente está como nuevo. Obviamente, se va desgastando, pero es una manera de rentabilizarlo bastante. Eso y reciclar el aceite a menudo (cuando hacemos un guiso, usamos el aceite ya frito en lugar de aceite nuevo, que lo reservamos para consumiciones en crudo como tostadas o ensaladas) es lo que hacemos en casa, y no tiramos ni una gota de aceite.

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  2. Da gusto en estos tiempos leer algo que ha sido redactado con la cabeza. Enhorabuena por el artículo. Un detalle: Los precios en almazara son muy parecidos a los del supermercado aunque los de origen son en kilogramos y los del punto de venta en litros, ¿no es así?. Teniendo en cuenta que un litro pesa 0.7 o 0.8 kg es ahí donde está el margen de beneficio.

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    1. Pues ahí nos pillas, suponemos que habrá de todo. Tenemos referencias de algunas marcas que en almazara tienen un precio y en tienda otra, pero puede ser que sean casos puntuales. Nosotros cuando comentamos que mejor comprar en almazaras es porque suele haber formatos más grandes que tienen precios más económicos. Muchas gracias por tu comentario!

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  3. Es verdad que hay múltiples factores que de una u otra manera pueden incidir en la alarmante subida de precio del aceite de oliva en estos últimos tiempos, pero el fundamental y definitivo es que NO LLUEVE. Mis padres son de un pueblo del norte de la provincia de Granada y allí, como en tantas otras comarcas, los olivos están machacados, están al límite. Hasta en aquellas plantaciones donde hay un pozo y los árboles se riegan por goteo, la cosecha de aceituna va a ser muy reducida. Este verano, con su incontables olas de calor, ha castigado severamente a un olivar que ya de por sí estaba bastante debilitado con la pertinaz sequía que llevamos sufriendo de un tiempo a esta parte. Podemos darle las vueltas que queramos al tema, pero está bastante claro: NO LLUEVE.

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    1. Ese es el motivo fundamental, y cada vez que se publica un artículo salen en tromba comentaristas a decir que es todo mentira, que no hay cambio climático. Si me mi dependiera no volvían a ver el sol.
      Y la sequía que se menciona en el artículo fue a mediados de los 90, duró hasta 1995, aunque los primeros años 80 también fueron secos.
      Yo no sé si lloverá este otoño, como ocurrió en el otoño de 1995, pero desde luego ni temperaturas ni precipitaciones son ya normales. No hay un mes que sea normal en cuanto a temperaturas o precipitaciones, y en el 90% de los casos siempre es más temperatura y menos precipitaciones. Eso sí, los negacionistas psicológicamente viven muy bien pensando que esto es pasajero, que siempre hubo sequías, que el clima cambia pero que no pasa nada.

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    2. Este es un tema muy controvertido, todos sabemos que hay cambios en el clima, los ha habido durante toda la existencia del planeta tierra. Solo hay que ver como era el mundo hace millones de años, nada que ver. Pero es verdad que hay cosas que se pueden evitar y están sin duda en nuestra mano. Y eso que hoy por hoy al escuchar 'cambio climático', a todos se nos viene a la cabeza las grandes chimeneas industriales o los tubos de escape, y no, eso no es el principal motivo para que nuestro entorno sea diferente al que habia hace relativamente poco. En Españal el verdadero problema es el avance del desierto que tenemos justo debajo, y eso no es culpa de la emisiones, que tampoco ayudan, si no de otros muchos factores claves como la degradación del suelo, la manipulación ilegal del agua (pozos y contaminación), y los incendios, que se llevan todo por delante. Este problema, además, no lo mejoran tampoco los ciclos secos, que como comentas, los ha habido siempre, si no que acaban encrudeciendo el asunto, dificultando al máximo la regeneración natural de la biosfera y atmósfera, convirtiendo lo estéril en ese desierto que avanza de forma imparable. Un tema que puede ser en gran medida evitable pero que como verás, no se hace nada al respecto. Una pena.

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  4. Muy buen artículo con el que estoy plenamente de acuerdo. He quedado ojiplática con lo de los aceites mezclados, no sabía que existieran y no le veo el sentido. Tus consejos son muy prácticos. Me ha hecho gracia lo de la grasera, hasta hace poco la tenía olvidada en la balda más alta de uno de los armarios de la cocina, pero ya la he rescatado jajaja. Otra idea es la de aprovechar los aceites sobrantes de otras preparaciones (no necesariamente frituras). Por ejemplo, el otro día hice unas sardinas marinadas y cubiertas con aceite y, una vez finiquitadas las sardinas, lo reutilicé en una dorada al horno.
    Saludos.

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    1. Habrá que ingeniárselas para ahorrar, no queda otra. Un saludo y gracias por comentar.

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  5. yo he tenido visita antes de la zona productora de Jaén, y son ellos los que me han dicho que en las cooperativas, los depósitos están llenos de aceite sin vender, y ellos lo saben bien porque son productores de esas cooperativas, de lo cual se deduce que hay una práctica especulativa Subiendo el precio, y según ellos, con la intención de crear una paranoia como la del papel higiénico durante la pandemia, al comienzo, para que la gente acumule aceite, por si acaso sube más precisamente al precio más alto que alcanzó ahora .... y yo realmente es que lo veo creíble !

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    1. Sí, si la gran subida que ha tenido este año el aceite es sobre el que ya está recogido, lógicamente tienen que tener reservas, a ver qué pasa con ellas. Añadimos por aquí un par de datos más, primero, la aceituna de mesa está siendo aún más escasa que el año anterior, entre un 9% y 19% menos dependiendo de las zonas. Y ya la del año pasado fue mala así que nadie habla tampoco de la subida de la aceituna de mesa, que ya ha ocurrido este año, veremos a ver el que viene. Y segundo, que hemos leído que hay mucha gente que va a llevar aceituna no recogida (anualmente) a las cooperativas para tener aceite más barato, esto es un detalle que se nos había pasado por alto, y que sólo significa que pocos olivos particulares se quedarán con aceituna este año.
      Un saludo.

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  6. Que sí, que yo también estoy seguro que a lo largo y ancho de la geografía española habrá un montón de depósitos repletos de aceite de cuando año tras año había un excedente en la cosecha de aceituna y ahora se está especulando con ello y haciendo dinero. Vale, te lo compro. Pero al ritmo actual de demanda de aceite y producción del mismo, esos depósitos no tardarán mucho en vaciarse…
    Hablemos con la gente de Pozoblanco (también dedicados a la producción de aceite) en Córdoba, por poner un ejemplo entre muchos, cuando llevan meses haciendo colas diarias de 45 minutos para recoger agua de un camión cisterna porque los pantanos cercanos están secos. Así las cosas, ¿va a haber agua para la agricultura, para el olivar, para la producción de aceite?. De estas cosas no se habla.
    Abramos los ojos, el campo español se seca, y lo hace porque en los últimos años llevamos una disminución terrorífica en la cantidad de precipitaciones, a la par que se incrementan las temperaturas. Y con esta situación ¿queremos que productos derivados de la agricultura no incrementen su precio en los supermercados? Agarraos, que vienen curvas…

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