Esta receta se la vimos a María José Luengo de Pasen y Degusten hace algún tiempo, y la verdad, es que nos gustó mucho por dos razones, primero porque es ideal para todo el mundo, sobre todo para el que comienza en la cocina y quiere aspirar a comer platos que se alejen un poco del concepto de pasta, ensalada y fast food. Y segundo, porque si ella decía que era un clásico entre sus menús semanales, es que seguro que estaba buenísimo.
Y así fue. Se trata de un plato que a priori parece que por sus ingredientes no va a sorprender, pero lo hace. La clave, la salsa, nosotros usamos pechuga y traseros deshuesados, por preferencia personal, y ella usa muslos. Si usáis sólo piezas de carne sin hueso, como nosotros, ahí sí que es absolutamente necesario que uséis un buen fondo de ave, o bien comprado, o bien hecho con las carcasas del mismo, que en otras palabras es añadir agua, un casco de cebolla, un puerro, una zanahoria y perejil fresco (por ejemplo). Coceremos durante 20 minutos en olla rápida.
Ella usaba también tarros de menestra en conserva, nosotros usamos menestra congelada, que también comentaba que el guiso salía estupendo. Y es que menestra de verduras congelada la hay y bastante buena, tomar nota de dos marcas "De La Huerta" de Findus, o la "Menestra Reina Premium" de La Sirena.
Y bueno, el plato no tiene más misterio. Vamos pues con la receta, para 3-4 personas, nosotros usamos 1/2 pechuga y dos traseros de un pollo grande, 800 g de menestra variada, 1 litro de fondo de ave, 1 cebolla mediana, 3 dientes de ajo, medio vaso de harina o Maizena, 1/2 copa de vino oloroso (se puede usar vino blanco), pimienta, agua, sal y aceite de oliva virgen extra. Tiempo de preparación 1 hora más o menos.
Nosotros utilizamos las piezas de pollo con piel. Esto tiene una ventaja y una desventaja, la ventaja es que la carne sale más jugosa, sin duda, y la desventaja, es que se crea una salsa más grasa. A nosotros no nos importó hacerlo con piel porque, al terminar el plato, enfriamos la salsa para comer al día siguiente y lo desgrasamos sin problema ya que la grasa se gelatiniza en la parte alta.
Vamos con la preparación. Salpimentamos los trozos de pollo, los pasamos por harina y los freímos bien por todos lados en un dedo de aceite de oliva y hasta que doren. Reservamos. Cuando terminemos y en ese aceite, o algo menos si queda mucho, sofreiremos la cebolla bien picada y los ajos en lonchitas con algo de sal hasta rehogar bien. En ese momento añadiremos la menestra congelada, no hace falta descongelar, y subiremos el fuego.
Removeremos bien y cuando el hielo y el agua de la verdura se evapore, colocaremos las piezas de pollo y cubriremos con el fondo de ave, el vino y algo agua hasta cubrir ligeramente (no saléis ahora), y coceremos todo tapado a fuego bajo 10-15 minutos. Luego destaparemos y coceremos a fuego medio hasta reducir el caldo, más o menos otros 15-20 minutos más. Y ahora sí probaremos de sal.
Una vez listo, lo podremos comer acompañado de lo que más nos guste, papas fritas, arroz etc. La verdad, es que sorprende lo rico que está y como siempre, Maria José tenía razón :)
Carlos Dube.
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