Olla de cocción lenta ¿es una compra necesaria?

Hace 3 meses adquirimos una olla de cocción lenta (slow cooker) en una tienda online por el irrisorio precio de 19€. No podíamos dejar escapar esta oferta y probar la máquina de primera mano, con todas las cosas buenas que habíamos oído sobre ella sería absurdo. Y, como pasó con la freidora de aire, teníamos claro que queríamos probar un modelo de entrada muy económico, porque no teníamos claro si nos iba a convencer, y bueno, a día de hoy, tenemos muchas dudas.

 

Ya sabréis que estos aparatos son ollas eléctricas que tienen un armazón metálico con una resistencia interna, y dentro de ella se introduce una cazuela, que normalmente es cerámica (libre de BPA), y que conduce y conserva el calor de una forma similar a una cazuela de barro de toda la vida. Y con respecto a la cocción, saber que la cazuela cocina a una temperatura no superior a los 90-95º (punto de ebullición), consiguiendo que los alimentos conserven mejor su sabor, su textura. 

Estas máquinas tienen varias intensidades de cocción para prolongar la misma más o menos tiempo. Nuestro modelo es basiquísimo, se parece mucho a las ollas Crockpot originales sacadas en los 70, es decir, tiene dos tipos cocción. La primera es la 'Low' que rondaría entre los 50-80 grados y un mínimo de 6-8 horas. Una segunda cocción 'High' que rondaría entre los 55-90 grados y es ideal para cocciones más breves de un mínimo de 3-4 horas. Hay una tercera posición que es la clásica 'Warm' que es para mantener caliente lo que hayamos cocinado y durante el tiempo que deseemos, probablemente mantenga la olla a unos 50 grados, pero no lo sabemos con seguridad. 

En nuestro caso, todas estas opciones de cocinado las activamos de forma manual, y para colmo, este aparato no tiene temporizador, así que también la apagaremos de forma manual. Pero ojo, hay muchas ollas lentas que no tienen este automatismo, y las que lo tienen, suelen ser más caras. Pero ya os advertimos que el temporizador no es realmente un problema. Como estas cocciones son largas y poco precisas, se puede estar más o menos pendiente de la hora final, o bien, podéis comprar un temporizador programable de enchufe que los hay por menos de 10€. De verdad que no lo vemos una carencia muy grande si la oferta del aparato os seduce.

Los 'peros' que le vemos, vienen ahora con los resultados obtenidos. Hemos hecho ya muchas pruebas con los típicos guisos de carne y legumbres y estamos solamente 'satisfechos' con la compra. Con las legumbres hemos querido experimentar más, es decir, ver si realmente hay diferencias reales con la cocción tradicional y ver que, si no tenemos entre manos legumbre fina, ésta gana enteros. Y la verdad es que no hemos notado resultados destacables. Ya os hemos dicho muchas veces que la legumbre de excelente calidad, sale muy bien en todas las cocciones. 

Pues los mejores resultados los hemos obtenido con legumbres de mediano tamaño (alubias, sobre todo) y en cocciones largas, aunque con algunos fallos de principiante. Fallos como quedarnos cortos de líquido, o echar embutidos como chorizo o morcilla y estos quedarse secos. Como todo en la vida, la experiencia es un todo y eso ya lo tenemos en cuenta y no nos salen mal, pero vamos, no muy diferentes a las cocciones normales en cazuela.

Con las carnes hemos visto que sí que, aunque cuecen muy bien con la cocción larga, sobre todo esas carnes cartilaginosas y gelatinosas, es verdad que nos ha costado controlar bien los tiempos y con algunas carnes más magras se nos han pasado un poco de cocción. No obstante, no hemos visto que la carne gane mucho en melosidad eso sí, el método es muy cómodo y tiene potencial, y hay que seguir investigando.

Sobre las tablas de tiempos empleados, no podemos aún dar por válido nada, por ahora solo os podemos decir que con las lentejas castellanas usamos cocción más rápida, y quedan casi mejor que con cocción larga. Esto nos extraña un poco, pero es así. Lo mismo ocurre con las carnes más magras, pero para el resto de carnes, las cocciones de mínimo 8 horas a baja temperatura, quedan mejor. Hay tablas de tiempos y cocciones lentas en internet, os pasamos ésta que la vamos bien.

Para finalizar, os enumeramos las ventajas y desventajas que por ahora le vemos a esta máquina para que os ayude a sacar vuestras propias conclusiones. 

VENTAJAS

1. Precio económico para una olla eléctrica, la media es unos 70€.

2. Absolutamente silenciosa y no aporta al ambiente apenas calor.

3. El recipiente cerámico se puede lavar en el friegaplatos.

4. Consumos muy bajos (nuestra máquina son unos 200W).

5. Se puede colocar en cualquier parte de la casa para evitar olores.

6. Cocina en momentos en los que podemos estar ocupados, durmiendo, o fuera de casa, y lo vemos ideal para los que comienzan en la cocina.

DESVENTAJAS

1. Hay un problema con las cocciones a baja temperatura con legumbres de tonalidades rojas y negras (frijoles, alubias de Tolosa etc) y es que éstas tienen una mayor concentración de una toxina llamada pha (fitohemaglutinina). ¿Nunca lo habíais oído? pues nosotros tampoco, pero en nuestro entorno cercano conocemos ya un caso de intoxicación usando este tipo de ollas. Pues para eliminar esta toxina, es algo muy sencillo, basta con hervir la legumbre durante unos 10 minutos por encima de 100º y en una cazuela normal, y una vez hecho esto, introducir todo en la olla y continuar la cocción el tiempo que estiméis. 

2. Tarda mucho en alcanzar los 50º y empezar a cocinar (más de 1 hora). 

3. Si se destapa la olla para añadir ingredientes, corregir o probar el contenido, la pérdida de calor hace que haya que sumar unos 20 minutos más. 

4. Si se tiene un robot de cocina, igual es absurdo adquirir este aparato ya que éste puede tener la opción de cocción lenta.

5. Los modelos de recipiente alto ocupan menos, es verdad, pero tienen la desventaja de no tener buen acceso al interior para mover o extraer algunos alimentos. Además, las personas mayores pueden tener problemas para manipular estas cazuelas tan pesadas.

6.  Los alimentos que por su ligereza flotan en la superficie tipo cebolla, tomates etc, no los depositéis enteros porque, en cocciones muy lentas, se quedan duros.

Pues concluir que sabemos que este tipo de ollas tiene su público y que la gente está súper contenta con ellas, de hecho, tenemos unos cuantos conocidos, incluso grandes amigos que tienen blogs de cocina, que no lo cambian por nada. Pero nosotros por ahora, vamos a ser cautos, y os decimos que aún no lo encontramos absolutamente necesario.

Podéis dejarnos algún comentario al respecto, o recomendarnos alguna lectura, recetarios, consejos ¡somos todo ojos!

Carlos Dube.

11 comentarios:

  1. Aunque no tenía intención de comprar este tipo de olla, agradezco tu análisis. Me gusta informarme con datos objetivos y me has dejado las ideas bastante claras. Un saludo.

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    1. Bueno, son unas primeras impresiones, quizás deberíamos de aprender de la gente con dilatada experiencia e igual nos llevamos una sorpresa. Todo puede cambiar de un día para otro.

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  2. Hola, Carlos. Efectivamente no es absolutamente necesaria (igual que tampoco lo es un robot de cocina), pero soy de las que no la cambiaría por nada. Legumbres, carnes de segunda, costillas, callos, pollo, conejo, pisto, menestras, champiñones, calamares, patatas...¡¡y los caldos!! Espectaculares. Todo mientras no estoy en casa, estoy haciendo otras cosas o duermo. Los tiempos: cuestión de probar y ajustar. Para mí, la única desventaja sería el peso de la cubeta. Fan total.

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    1. Y como tú mucha gente, querríamos pillarle el punto y tenemos la corazonada de que así será, al menos con algún plato concreto. Vamos a ver que pasa este próximo año :)

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  3. ¡Vaya!. Llevo ya bastante tiempo acariciando la idea de comprar una slow cooker. No lo he hecho todavía por el tema de siempre… ya sabéis… otro “chisme” más ocupando sitio en la cocina.
    Aún así, ya me he hecho con varios de los libros que sobre esta olla de cocción lenta ha publicado Marta Miranda. Y hasta ahora pensaba que este método de cocción tenía que ser el definitivo, infalible, el mejor de todos. Pero después de leer vuestra experiencia con ella es inevitable que te asalten las dudas. Parece que no es tan formidable como en un principio suponía. Y claro, al final la pregunta que uno se hace es la misma que con la que tú, Carlos, acabas tu reseña. ¿Es necesario invertir en otro utensilio más de cocina para conseguir unos resultados muy similares, a veces incluso inferiores, a los que conseguimos con los “cacharros” de toda la vida?. Espero que alguno de los seguidores de este blog que también tengan una slow cooker en casa nos cuenten cómo les va con ella.

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    1. Bueno, igual dentro de poco vamos y publicamos algo como 'Pierna de cerdo para tacos (en slow cooker), ¡esto lo cambia todo! :)

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  4. Inma López Alvarez20 de julio de 2023, 7:28

    Pues yo tengo de varios tamaños y las uso muchísimo. La de 1,5 L. Para confitar o preparar chorizo o lomo de orza. La de 3,5 L. Para carnes, fabada, caldos y sobre todo te digo lo que mejor queda: Las costillas barbacoa, las carcamusas, el estofado a la cerveza negra, el pulled pork y el fiambre de pavo. Todo gracias a Marta Miranda. Sus consejos son infalibles.

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    1. Ya sois varios los que me habeis recomendado ver sus recetas privadas y algunos foros de Telegram. Gracias por contarnos tu experiencia.

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  5. Yo tambien soy fan de este aparato. Me gusta mucho para preparar caldos para sopas, carnes guisadas, legumbres, arroz con leche, manzanas asadas, asados de pollo, conejo, cordero, costillas de cerdo...etc.
    En realidad no es mejor que una coccion tradicional a fuego lento pero tiene la ventaja de que puedes despreocuparte y "abandonar " la cocina. Se pueden hacer guisos tradicionales de noche o mientras estas en el trabajo.
    Yo tambien tengo una olla manual, y la uso con programador. No solo se apaga sola, sino que se inicia la coccion cuando quiero, cosa que no se puede hacer en las digitales.

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    1. Interesante, una pregunta, ¿cómo preparas el arroz con leche en este tipo de olla? Muchas gracias.

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  6. He llegado a este post a partir del de la airfrier. Yo tengo las dos, olla lenta y freidora de aire. Amabas me parecen objetos prescindibles, puedes hacer lo mismo con otras cosas...pero yo, si podría deshacerme de mi freidora (tengo horno) pero me costaría mucho dejar la olla lenta (aunque tenga ollas e incluso ollas de hierro fundido, que es lo más parecido, en mi opinión). Las legumbres, caldos, estofados, pistos, calamares y el fiambre de pavo son cosas que nos gustan y hacemos mucho. No tener que vigilar y estar delante para mí es una ventaja muy importante. Sobre el arroz con leche, postres y tal, Marta Miranda en Crockpotting tiene mil ideas (yo no he hecho apenas dulces en los 5 o 6 años que hace que la tengo). Conste que sí estoy de acuerdo en que la airfrier te permite hacer cosas que, por su menor gasto, limpieza y más velocidad, normalmente, no haría...o no tanto. Creo que ninguna de vuestras recetas que he hecho mías , son en ninguno de los dos aparatos 🤣Saludos.

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