Hace poco estuvimos en casa de unos amigos, y dentro del conjunto de platos que sirvieron, hubo uno a base batata (o boniato) que a mí personalmente me eclipsó, un boniato al vapor con mantequilla, tahini y lima que estaba delicioso. Casualidades de la vida, Jorge, nuestro hijo, estaba pidiendo probar platos con este tubérculo porque debe de ser que lo hablan en clase, así que salimos de allí con dos recetas, ese preparado al vapor (la podéis ver aquí) y esta ensalada de boniato y judías verdes que hoy os traemos y que nos comentaron que publicó hace tiempo El Comidista y que estaba buenísima.
El plato nos sugería mucho por su sencillez y originalidad, se trata de degustar ambas hortalizas en una ensalada y con una textura al dente, con una salsa entre agridulce y picante que, era de esperar, que nada podría salir mal. A la semana de aquella reunión nos pusimos con ella y el resultado nos encantó, y es que, además, nos encontramos con una salsa para acompañar el boniato al horno/freidora de aire que dentro de poco os publicaremos.
Y antes de empezar con la receta comentar que, aunque en medio mundo boniato y batata viene a ser lo mismo, en verdad algunos las diferencian por dos variedades concretas, que en verdad hay muchas más. La batata suele ser el clásico tubérculo de carne anaranjada, ese que vemos en todos los hipermercados y súpers de nuestro país. Y la denominación de boniato en cambio se refiere a algunas variedades blanquecinas en su carne, y ese sí que es difícil de conseguir por aquí, en cuanto lo veamos os lo mostraremos. Pero toda la industria acuña ambos términos al dulce tubérculo de carne anaranjada.
Vamos pues con la receta de ensalada templada de boniato y judías verdes. Para 2-3 personas, 300 g de judías verdes (pueden ser bobby), un boniato o batata grande, un pimiento cayena picante (nosotros usamos un poco de pimiento rojo normal y 2 cayenas secas), el zumo de un limón y su ralladura, un par de cucharadas de aceite de sésamo (tampoco teníamos y usamos semillas de sésamo y aceite), 1 cucharada de miel, 1 cucharada de salsa de soja y aceite de oliva y sal para cocinar las hortalizas. Tiempo de preparación 40 minutos.
Lo primero que haremos será lavar, limpiar de pedúnculos y cortar las judías verdes longitudinalmente. Luego las trocearemos. El boniato lo pelaremos con un pelador de papas, y cortaremos la carne en cubos, Primeramente, coceremos las judías verdes en agua salada unos 7-8 minutos y las escurriremos. El boniato en crudo lo saltearemos en una cazuela capaz con un poco de aceite de oliva y un poco de sal sólo hasta que doren los trocitos.
Mientras doran, vamos a hacer la salsa vinagreta. Un truco para tener aceite de sésamo sin tener que comprarlo es tostar ligeramente el sésamo sin aceite en una sartén (2 minutos) y echarlo en un mortero, majarlo bien y echar algo de aceite de oliva o girasol dejándolo macerar un par de horas. Volvamos a la salsa vinagreta, en un bol colocamos la salsa de soja, la miel, el aceite de sésamo, o el que hayamos preparado (colado), el zumo del limón, el pimiento picado y la cayena. Por último, echaremos algo de ralladura el limón. Reservaremos.
Una vez dorados los cubitos de boniato, echaremos un poco de agua en la cazuela y taparemos la misma para que cueza todo 5 minutos al vapor. Las judías ya bien escurridas las colocaremos en una ensaladera. Una vez listo el boniato, lo echaremos caliente por encima y removeremos. Añadiremos todo el aderezo, y serviremos con sésamo por encima.
No lo hemos probado frío, pero puede estar bien.
Carlos Dube.
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