Al comenzar a leerlo, comprobamos que estamos en plena sintonía con ella en todo lo referido a las ventajas del aparato, el qué es y para quién es el mismo. Y en sus consejos de compra, considero, como ella, que el tamaño de la cesta es un factor realmente clave y por mucho que nos quieran vender que con pocos litros comen muchas personas, eso no es cierto. Lo mejor es comprarse un modelo que sea capaz, independientemente de los que seáis, porque le podéis exprimir mejor todo el jugo y no hablamos de mucho más volumen. Luego lógicamente que la potencia sea la adecuada para la capacidad, es decir, que no sea deficitaria ni tampoco exagerada. Si nos quedamos cortos, las recetas tardarán más tiempo, y si nos pasamos (>2200W), el ahorro de energía será menor, teniendo en cuenta que este punto es uno de los reclamos para su compra.

Esta Semana Santa me llevé el libro a Francia para leérmelo, y la verdad es que la primera noche ya me lo había visto entero. Se lee súper fácil y sin duda tiene un elenco de recetas imprescindibles que tenéis que preparar sí o sí con esta máquina. Me sorprendió mucho lo bien que le salen las croquetas, las masas que prepara, los dulces y el marisco de concha. Sí, sí, el marisco, la verdad es que fue toda una sorpresa verlo porque no habíamos hecho nada con él y me gusta mucho la idea.

Ya veréis como además algunas recetas os van a sorprender, de hecho, hay un par de ellas que queremos hacer en breve como es el brownie, o los palitos/varitas de merluza, que usando un buen pescado blanco, me parece un plato super práctico y mucho más sano para el pequeño de la casa (los rebozados en pescado no los hemos trabajado aún aquí).

Pues nada más llegar a España hicimos dos de sus recetas, las clásicas berenjenas rellenas de carne, y unos picatostes, pero no con pan de molde, sino con unas rebanadas de pan de hamburguesa que nos habían sobrado y oye ¡quedan increíbles!