Pero es verdad que ha sido una alegría comprobar que el pollo (con piel), sale perfecto en la freidora de aire, con un resultado muy crujiente por fuera y jugoso por dentro, y con unos tiempos de cocción muy buenos, 25-35 minutos en piezas menudas (alitas, contramuslos, muslos) y una hora y poco aproximadamente para un pollo entero, no está nada mal. Todo cocinado con un consumo energético mínimo, ya que nos aprovechamos de un espacio muy pequeño para asar, y un gasto de aceite insignificante. De hecho, lo podemos preparar de la misma forma que en el horno con su salsa en el fondo.

Y en cuanto a las pechugas de pollo, aquí vemos más desventajas que ventajas, sobre si las hacemos sin empanar, aunque todo es relativo y dependerá de lo que cada uno anteponga. Aquí se parte de la base de que la freidora trabaja como un mini horno y ante piezas que no tienen grasa, ni rebozado y ni piel que las proteja, necesitan cocciones muy rápidas, y temperaturas muy altas para dorar la superficie y obtener la deseada reacción de Millard que tanto gusta.

Si os somos sinceros, no hemos hecho apenas pruebas con pollo sin más, y lo que hemos probado no nos ha gustado mucho. Consideramos que no hay nada más rápido y efectivo que preparados en una sartén, además, se usa muy poco aceite. Pero si queremos que salga algo decente en la freidora, no queda más remedio que utilizar un corte algo más grueso de lo habitual, tener una temperatura de partida muy alta (precalentar), y sin salarlas, aceitarlas muy bien. Luego las hornearemos a máxima temperatura unos 5-7 minutos, y al sacarlas les echaremos la sal. Listo. Lo de dar la vuelta aquí no lo vemos, ya que, si queremos que doren ligeramente por uno de sus lados, si les diéramos la vuelta, se secaría mucho más el interior de la pechuga dando al traste con el bocado. Nos encantaría probar algún modelo de resistencia abajo.

Un dato importante, si usáramos pechugas enteras la cosa ganaría enteros ya que nos da tiempo a dorar bien la superficie y que dentro quede muy bien (10 minutos a 200º),  con giro de la pechuga incluido. No digamos ya si usamos grasa adicional, es decir, envolviéndolas con un bacon fino o cubriéndolas de queso. Para el bacon, salaríamos las pechugas, y las cubriríamos con el bacon metiéndolas dentro de papel de aluminio. Asaríamos este papillote unos 10 minutos a 180º, y luego retiraríamos el papel y doraríamos el conjunto a 200º 10 minutos, girándolas en este último paso. Quedan realmente jugosas y la grasa hace su trabajo. Con el queso pasaría casi lo mismo, meteríamos en la freidora con un poco de sal y bien aceitadas en la freidora el mismo tiempo, 10 minutos a 180º y luego le pondríamos el queso y gratinaríamos 10 minutos a 200º. Probad y nos decís.

En cuanto a la opción empanada, hay trabajo aún por hacer, y antes de resumiros nuestras experiencias, tenemos que hablaros de los sprays de aceite. Antes de nada comentaros que no es necesario tener un spray de aceite para trabajar con los alimentos en la freidora, y por supuesto nada de invertir 10€ o 15€ en él. Buscar en tiendas como Aliexpress o Miravia porque se encuentran fácilmente por 3€ o 4€ y son prácticamente los mismos. También, tenéis la opción de adquirir sprays de marcas comerciales de aceite de oliva por unos 2,50€, una atomización mucho más fina y precisa, pero son mucho menos rentables porque no se pueden rellenar. Y os contamos esto, porque si vais a hacer rebozados y empanados en la freidora de aire, el spray se nos antoja totalmente necesario. Para todo lo demás se puede seguir utilizando el masajeo habitual con un chorrito de aceite. 

Y es que, con el empanado, hay que tener clara una cosa, en la airfryer vamos a echar de menos la grasa. La textura externa queda diferente a la textura de una fritura en aceite porque al cocinarse en aire caliente la parte exterior irremediablemente se seca, y al cocinarse sumergidas en aceite, ésta se humedece y se suaviza. Son formas diferentes de cocinar las cosas y la freidora de aire no ha venido a cambiarlas. Ahora bien, si anteponéis la reducción de calorías, o que el bocado sea más ligero, no os va a defraudar del todo el resultado. Y os adelantamos que funcionan bien algunos empanados al horno, como el clásico empanizado de harina, huevo y corn flakes triturados sin azúcar (los de Mercadona están bien de precio). Una vez empanadas las piezas se rocían de aceite y se hornean a 190º unos 15-20 minutos, dándoles la vuelta a la mitad. Hay otras formas de empanar, aunque nos gustan menos, como usar pan panko en vez de los corn flakes, o pan rallado normal y un poco de cúrcuma, para darle así un tono al hornearlo más dorado y apetecible. Pero a nosotros estas técnicas nos gustan menos. No obstante, cuando hagamos todas las pruebas, os contaremos en post aparte.

Y poco más que añadir, queríamos dejaros por aquí los tiempos y temperaturas que empleamos con las piezas de pollo con piel en una freidora de aire de 1700W, y recordar, siempre sin apilar las piezas. 

Alitas de pollo: se salan y se cocinan 10 minutos a 190 grados, y 10 minutos a 200º, girándolas cuando estemos a máxima potencia. Cuando las saquemos las dejaremos templar unos minutos.

Contramuslos o muslos de pollo: al igual que las alitas, se salan y se cocinan algo más, como unos 10 minutos a 180º y 15 minutos a 200º, dándoles la vuelta hacia la mitad de este último paso.

Pollo entero: Para pollos de menos de 1,5 kg, los salamos y aderezamos como si los cocináramos en un horno normal. Lo dejaremos 160º 30 minutos, lo voltearemos y lo dejaremos 30 minutos a 160º. Por último, y sin girarlo de nuevo, lo aceitaremos y subimos 10 minutos a 200º. Si la freidora es de más de 5,5 litros y os cabe un pollo de más de kilo y medio, los tiempos iniciales habrá que subirlos un poco más, unos 10 minutos cada parte, es decir, 35 minutos + 30 minutos + los 10-15 minutos finales. 

Auténticas cortezas de pollo y sin una buena parte de su grasa que ésta se cayó al fondo.

Carlos Dube.