Vamos a partir del hecho de que la compra de nuestra Kitchen Aid vino dada por un capricho que tuvimos, y queremos dejar muy claro que nadie nos regaló este aparato, no hemos tenido ningún tipo de remuneración económica ni Kitchen Aid se ha puesto en contacto con nosotros. La Kitchen Aid la compramos sencilla y llanamente porque nos parecía una compra super interesante.
Y así fue, la máquina la veíamos en películas, libros y en algunos blogs de cocina españoles y americanos y nos encantaba su estilo y fama, además, todo el mundo decía que era una compra para toda la vida y no se equivocaban. Nosotros compramos el modelo Artisan, y luego vinieron algunos accesorios como la cubeta para hacer helados, la picadora de carne etc, accesorios de los que hemos tenido muy buenas experiencias, sobre todo con la heladera. Atrás quedaron algunos accesorios que deseamos muchísimo como una cubeta de cristal, y un accesorio mezcladora con lengua, pero al final no pudo ser.
Y os preguntaréis, pasada toda esta década ¿realmente le seguimos dando uso? Pues ahora mismo no lo estamos haciendo, pero no porque el aparato haya quedado obsoleto o no nos guste, para nada, sino que, por falta de tiempo, hemos dejado atrás los panes, masas, y ahora sólo la usamos para hacer algunas mezclas dulces casi todas muy sencillas. Porque para otras cosas, aunque había resultados sorprendentes como la aquella mayonesa hecha con Kitchen Aid, no le vemos excesiva utilidad.
Pero queremos dejar claro que si os gusta el mundo de las masas, queréis comprar un producto excelente y queréis con ello currar un poco menos, la consideramos una compra maestra porque hace perfectamente su función. Y es que además no hemos tenido ningún problema mecánico ni estético, eso es lo que le diferencia a la competencia, es más, a veces la máquina la hemos llevado hasta el extremo (excesivamente caliente) y ha respondido a la perfección.
Y sobre esto último, y si estáis animados a comprarla y sobre todo a usarla mucho, no escatiméis en la compra, iros a por la más potente y profesional que os podáis permitir porque aquí la potencia es un todo y como os de fuerte por amasar, se os va a quedar corta. Ya os avisamos que, con las masas de más de 750 g, hasta nuestro modelo Artisan sufre y a la larga os podéis arrepentir. Si sois una familia grande, pensáis explotarla a tope con roscones, bollería, repostería, panes etc, optad por una KitchenAid Heavy Duty porque ésta, si rebuscáis, estará por unos 600€, no digamos de segunda mano.
Esta gama alta tiene algunas ventajas ademas de su gran capacidad (6,9l) y potencia (500W), es que es muy fácil operar con los añadidos que echamos a la cubeta, sobre todo en el accesorio de heladera ya que los modelos más básicos (Classic y Artisan) tienen el brazo muy pegado al borde del vaso y a veces se salen o derraman.
Pero independientemente del modelo elegido, ¿para quién es entonces una Kitchen Aid? Pues sin duda para quién le guste el mundo de las masas y lógicamente no tenga otro robot de cocina o amasadora en casa. Es verdad que en estos años los robots de cocina tipo ThermoMix etc han tenido su momento, y la Kitchen Aid puede haber perdido algo de sentido, pero si no tenéis este tipo de electrodomésticos 'todo uso', la compra es sin duda sensacional.
Carlos Dube.
Gracias por este post. Muy útil.
ResponderEliminarYo fui una de las que os preguntó y me la compré pero cuando me apunte a un curso de pastelería. Solo en esos casos tiene sentido porque para hacer las elaboraciones, se necesita. A partir de ahí, me he seguido apuntando a más cursos, bolleria, cookies, bizcochos...y de momento la estoy usando, si no, no hace falta. Eso sí, la nata montada es maravillosa, los huevos se montan a las mil maravillas y todo sale genial. Por compartir los cursos son de chocolatisimo y estoy encantada. Ese es mi granito a tu maravilloso post
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