Hace unas semanas volvimos a reencontrarnos con las latas del bonito 'El Asalmonado' de la marca Albo, concretamente en los lineales del supermercado Sánchez Romero. Mi madre cuenta que este bonito lo lleva comprando desde hace décadas para rellenos, por ejemplo, empanadillas, huevos rellenos y sobre todo para las croquetas, que éstas son algo muy arraigado de nuestra infancia. Y es verdad que desde hace unos años no los ve tan fácilmente en los lineales de los supermercados, por lo menos aquí en Madrid, y es una pena, porque es una verdadera delicatessen de bonito al natural. 

Bonito 'asalmonado' o 'salmonado' no es un nombre que se haya inventado la empresa Albo, hay muchas conserveras que antaño sacaban a la venta una gama con este nombre dando a entender que es algo exclusivo de cada casa ¿Pero por qué lo llamaron 'asalmonado'? pues en verdad no lo sabemos, hemos investigado en la red y nada, incluso hemos preguntado a la conservera Albo y aún no nos han contestado, parece que, al cocerlo en agua y sal sin más, los lomos seleccionados pueden parecer algo sonrosados, pero de esto no estamos seguros. Porque otra subespecie de bonito no puede ser porque sigue siendo Thunus Alalunga, el bonito del Cantábrico, si alguien nos puede ayudar, que nos comente. 

El caso es que hoy en día existe una amplia oferta de atún y bonito en conserva al natural, pero para muchos ninguna conserva de este tipo alcanza la categoría del bonito del norte asalmonado. Si os topáis con estas latas, a un precio algo caro ya os lo adelantamos, veréis que hay 3 tipos de latas, las latas pequeñas (95 g), a algo menos de 3€ la lata, las latas clásicas rectangulares de 120 g, a más de 4€, y por último las latas grandes de 190g, a casi unos 6€. Si las veis, compradlas, porque no sabemos lo que durarán en el mercado y son de otra liga.

En otro orden de cosas, el sábado pasado visitamos el hipermercado Costco por primera vez desde que lo abrieron en Madrid en 2015 (1 año después que en Sevilla). Nunca hemos sido socios, ni nadie nos había dejado un pase (ni queríamos), pero nos enteramos que abrían 'ventanas' de acceso gratuito para realizar una compra y nos apuntamos. A todo esto, la última ventana de acceso gratuito acaba el 2 de octubre, estáis a tiempo de visitarlo si tenéis un Costco en vuestra ciudad, rellenad el formulario de acceso pinchando aquí. 

Pues nuestras impresiones os las resumimos rápidamente, el hipermercado tiene un paseo interesante, y algunas cosas son realmente curiosas, pero sinceramente, no hubo demasiado dónde rascar y no es un concepto de súper hecho para nosotros. En algunos aspectos nos recuerda a supermercados como el extinto Alcosto en Leganés, o a Makro, pero es verdad que no es lo mismo. En Costco venden, además de alimentación, juguetes, papelería, muebles, hogar, disfraces, tecnología y sin duda, mucho producto extranjero, además de la clásica oferta nacional. Pero no lo vimos con una gran oferta, ni tampoco mucho más barato en lo que nos interesaba. Hay mucha variedad de productos, pero dentro de cada categoría, hay pocas marcas. Además, yo personalmente eché de menos algunas cosas que pensaba que iba a encontrarme, salsas picantes, cereales, bebidas, snacks, en fin, tonterías que a mí me hubiera gustado ver.

Eso sí, hay stands enormes, como el de la bollería, las carnes, congelados, bebidas, chucherías, snacks o limpieza, pero sinceramente, no vimos nada disruptivo, nada con gancho, vamos, que hoy por hoy no nos seduce la idea de hacernos socios (36€ al año 2 tarjetas).

Y entre esos productos nos alegró ver la leche El Torrejón, una leche de la que ya os hablamos hace unos cuantos años cuando los supermercados Ahorramás la vendía bajo su marca Monte Abadía, y que recordábamos que nos encantó. Se trata de leche de vaca fresca de Totana en Murcia a un precio que estaba muy bien y que nos está dando ya mucho qué pensar. 2 botellas de litro y medio salían por 2,99€, es decir, a 1€ el litro. Estos mismos precios los estamos viendo en otras grandes superficies (Lidl, Carrefour, Mercadona) bajo su marca de distribuidor, incluso más baratos, es decir, existen ya leches frescas más baratas que algunas leches uht, algo que antes era impensable.

Pero no pasa con todas las leches, las leches madrileñas como Priégola o La Colmenareña, han pasado en 8 años a casi duplicar su precio, costando ahora 1,75€ y 1,39€ respectivamente cuando bajaban de 1€. Aquí sí que vemos una evolución lógica de los precios viendo como está el panorama, pero lo de las marcas blancas no llegamos a entenderlo porque no tiene mucho sentido que una leche de mejor calidad, más complicada de almacenar y transportar, sea más barata que la que dura 3 meses. 

Además el problema del aumento de costes, materias primas y el cierre de lecherías, es el mismo para todas las leches, así que este alineamiento de precios es un tanto extraño. Solo se nos ocurre una cosa, que haya entrado en juego la ley de oferta y demanda, es decir, que como ahora se demanda mucho más la leche de brick (por precio y conservación), la leche fresca se haya contenido más en la subida ¿Vosotros que opináis? 

Carlos Dube.