Todo esto de la subida de precios de los carburantes, energía, materias primas, la guerra y lo que nos quieran contar, ha puesto en jaque solemne a nuestra cesta de la compra. En muchos casos, hemos comprobado que algunos precios de productos de primera necesidad casi se han duplicado, como es el caso del pan, el aceite o el pescado. Y en otros casos, se da la paradoja que han surgido precios tan abusivos que es casi inverosímil comprar hoy por hoy esos productos, como pasa por ejemplo con el aceite de girasol, al menos aquí en España. Y de verdad, no logramos entender, sin que pensemos mal, que muchos de esos productos que además somos los mayores productores de Europa, y que no han sufrido ninguna catástrofe, plaga y/o escasez, hayan subido tan desorbitadamente. Ya os contamos a principios de año que la subida que hubo con el cambio de año ya era palpable, pero hemos llegado a un punto en el que empieza a ser algo muy preocupante para muchos bolsillos.
La verdura, la fruta, las carnes o los pescados están a precios como no se han visto jamás, ejemplos, tomates rojos o patatas que no bajan de los 2€ el kg, manzanas a casi 4€ el kg, los cítricos como las mandarinas (entre 2€ y 3€ el kg), limones superando los 2,50€, pechugas de pollo a 12€ el kilo, chuletas de lechal a 24€ el kg, calamares nacionales a 40€, merluza grande de anzuelo a casi 50€ el kilo, mismo precio los lenguados, la gamba arrocera a 20€ el kg, el mejillón grande a 7€ el kg etc. O bueno, sin ir más lejos el aceite de oliva refinado casi un 40% más caro, la mantequilla (un 40%), la harina (de calidad) con subidas de un 50%, la pasta, el arroz, complementos como el azafrán de La Mancha que ya está a 10€ el gramo (3€ más que en el 2021). Es una auténtica locura.
Podemos entender que la cesta suba un pequeño porcentaje por la subida de la energía, pero no podemos entender que haya subido tanto y tan rápido. Y un ejemplo lo tenemos precisamente con el aceite. Un poco antes de estallar la guerra, compramos aceite de oliva virgen extra a una almazara justo cuando salió el aceite de la nueva campaña. Pues bien, si lo hubiéramos comprado hoy mismo nos costaría 18€ más la caja de aceite, casi un 20% de subida ¿Alguien nos puede explicar por qué?
Y veremos a ver qué ocurre, por qué se habla de que hay sólo reservas de aceite de girasol hasta verano, pero no creemos que pueda haber desabastecimiento, si los precios a los que está ahora mismo el girasol, está la opción de los refinados de aceite de oliva. Es verdad que el precio no es el mismo, pero no podemos mirar fuera existiendo aceite de oliva. Y es cierto también que no hay tanto aceite de oliva español para cubrir la altísima demanda del de girasol a nivel europeo, eso es imposible, pero lo que se tendría que hacer la próxima campaña, es que España se sentara con Europa a hablar muy en serio para que se abriera la mano y exprimir al máximo los miles de hectáreas de olivar que por los cupos la aceituna no se recoge, y empezar a producir un aceite de oliva a gran escala para ayudar a paliar la escasez de un aceite de girasol que tendrá que venir de otros mercados diferentes al ruso o ucraniano.
No queremos pecar de ingenuos, pero si en los próximos años muchos países fueran capaces de abastecerse en un porcentaje pequeño con el amable cultivo de girasol, los países mediterráneos liderados por España podrían encargarse de vender el aceite de oliva que hiciera falta para cubrir la demanda de aceite a todos los niveles, de hecho, actualmente la producción de aceite de girasol español cubre la mitad de su demanda, pero esa demanda caerá empicado porque en la mayor parte de los casos el girasol se adquiría por su bajo precio, algo que ya no ocurre.
Y diréis que sí, que hay cosas que salen mejor con aceite de girasol que con aceite de oliva, y eso es cierto (frituras, salsas, repostería) pero sería interesante ver a donde se puede llegar con el aceite de oliva. Al igual que pasó con la crisis del aceite de palma, que finalmente el aceite de girasol o el de coco se impusieron como alternativa al mismo, al final, nadie ha notado nada. Por qué entonces el cambio al aceite de oliva la gente lo va a notar, para nada, el sacrificio sería si acaso sólo económico y siempre se podría adquirir algo de girasol para que se utilizara en un momento dado, algo que en nuestro caso particular, ya apenas ocurre.
En definitiva, vamos a ver en estos años un gran cambio en el consumo, tendremos que poner todos los actores (industria y consumidor) mucho de nuestra parte, y se avecinan más costes a la producción, con el problema de que muchas personas no podrán afrontar esta subida fácilmente y tendrán que cambiar sus hábitos de compra y alimentación. La solución sin duda pasará por ajustar mucho la compra, apostar por cantidades más pequeñas (reduflación), optar por las marcas blancas o de distribuidor, o bien, ceñirse casi exclusivamente a la oferta. Por desgracia muchos de nosotros ya no vamos a ser quienes decidamos qué comprar, nos lo impondrá el mercado.
Carlos Dube.
Una entrada muy interesante. Es cierto que cada vez se nota más la subida de precios sin que los salarios se incrementen a ese ritmo. Intentamos reducir el coste de la cesta de la compra, pero va resultando complicado y hay un "techo".
ResponderEliminarEn mi entorno, en un pueblo de la sierra norte de la Comunidad de Madrid, bastante gente está optando por cultivar en parcelas propias o comunitarias, apostar por productores locales o bien formar parte de algún Grupo de Consumo.
En el GC al que pertenezco, hemos apostado por compra directa a un productor y trabajo personal de cada miembro para preparar y repartir las cestas de las veintipico familias que formamos parte del mismo. Además de abaratar el coste de productos ecológicos, es una forma estupenda de conocer a gente afín y crear comunidad. También intentamos consumir productos de temporada y reducir la cantidad de plásticos a través de pedidos a granel repartidos a lo largo del año. La mayoría de nosotros consumimos poca carne o ninguna por diversos motivos (en mi caso, de sosteniblidad, pero sin extremismos).
Realmente, en las últimas décadas nos hemos acostumbrado a poder consumir prácticamente cualquier producto en cualquier época del año y a precios asequibles, lo que quizá no fuera la elección más sostenible ni económica al irse incrementando los costes asociados, como los combustibles fósiles para el transporte.
Dentro de las dificultades del presente, me parece que es una oportunidad para reinventar nuestra forma de consumo, repensar nuestros hábitos y tratar de revivir costumbres de antaño, como cultivar parte de los alimentos, preparar conservas, fabricar el pan o consumir preferentemente lo que se produce en cada época del año.
Por cierto, y un poco offtopic, es una lástima que, siendo España el principal productor de fruta y verdura ecológica de la UE, no se de prioridad a este tipo de agricultura y se invierta en incrementarlo de cara al futuro.
Hola Carlos.
ResponderEliminarMe encanta tu reflexión. Y, si me permites, la confirmo.
También me encanta tu blog.
Gracias tocayo!
Tremendo lo de la cesta de la compra. Comer se ha vuelto carísimo. Sobre el aceite de girasol, comentarte que lo que hoy se está comprando es de la producción del año pasado porque se cultivaría ahora en mayo en Ucrania, cuestión que no va a pasar. En España fue la Comisión la que limitó la producción de girasol en España, de hecho, ahora no se ven tantos campos de girasol como había antes. Comparto totalmente que allá donde se pueda, tenemos que ser autosuficientes, pero ese debate debe ser muy complejo de acometer porque no es lo que está en la agenda. Mientras tanto, somos más pobres y todo nos cuesta más. Sobre el aceite de oliva, en origen no están pagando más a los productores, el aumento queda en la distribución. Iremos viendo, porque como dices, y todos sufrimos, hay algunas cosas que se están poniendo imposibles. Un abrazo.
ResponderEliminarEn esta próxima década vamos a presenciar un cambio en el orden mundial en muchos aspectos. Tocaremos madera, pero todo apunta a que en el mejor de los casos, lo pasaremos muy regular, espero equivocarme. Mil gracias por tu comentario.
EliminarBuenos días:
ResponderEliminarCreo que es la primera vez que escribo un comentario. Veo mucho descontento general por la subida de la cesta de la compra, sin ir más lejos yo misma, que si ya se me hacia cuesta arriba acabar el mes. ahora lo estoy pasando francamente mal. Soy de un pueblo pequeño de Valencia, aquí el cultivo de la naranja, kaki, ... es lo que más se da, nosotros tenemos huerto y solemos cultivar algunas verduras para nuestro consumo. Esta año muchos son los productores de cítricos que están teniendo que arrancar sus campos porque la naranja se ha pagado en las Cooperativas agrícolas a 5 o 6 céntimos el kilo. Me cuesta creer el precio que tienen estos productos en el supermercado. Si el gobierno no empieza a tomarse en serio, e intervenir para que a los que realmente trabajan para darnos de comer no les cueste sus ahorros producir un cultivo, creo que España acabara siendo un desierto, donde la agricultura se considerara un trabajo artesanal.
La crispación es general hables con quien hables, pero no nos decidimos a salir a la calle y protestar, el gobierno que se supone nos representa, sólo se sienta a negociar con las grandes empresas y superficies, lo hemos visto en la huelga de transporte. Estas empresas hacen y marcan precios a su antojo exprimiendo a los que producen, transportan, pescan, ... Tristeza es la impresión que tengo!!
Seguimos alguna cuenta-protesta en algunas redes sociales de asociaciones de productores de cítricos, que a uno se le pone la piel de gallina. Mucho ánimo de verdad!
EliminarHola Carlos.
ResponderEliminarVerás, respecto al aceite de oliva estás equivocado. No existe ningún cupo ni se dejan miles de hectáreas sin recoger. Es más, no se deja sin recoger nada, excepto lo que se haya abandonado por exceso de pendiente, o algún condicionante. Pero ningún olivicultor deja los olivos sin recoger, económica y agronómicamente es una barbaridad y nadie lo hace. Es más, se siguen 9lantando miles de hectáreas todos los años en España, Portugal Marruecos y otros.
Las tensiones en el mercado del aceite se deben principalmente a la sequía, que tiene al Guadalquivir en una situación crítica, y el riego sólo está garantizado para esta campaña, dejando la que viene en el aire a espera de que el próximo otoño invierno llueva, mucho, pero mucho.
Por supuesto que también hay un componente especulativo, pero no tan acusado como en otros productos, donde es tremendo el aprovechamiento de la gente.
Hola Ernesto, seguro que puedo estar equivocado. Lo que sí te digo es que siempre he leído el concepto de cupos tanto de molturación como de importación, valores que pensaba que determinan lo que se puede recoger y lo que no. Explicanoslo por favor por si no lo entiendo bien, he leído noticias en estos años de abandono de olivos y venta de parcelas por escasa rentabilidad. No estoy metido en el sector, lo sabes, y no sé que tal habrá ido de bien estas últimas campañas, pero con el pago al agricultor de menos de la tercera parte del precio de venta, es fácil que el agricultor tire la toalla y más por otros factores clave como el agua disponible. Muchas gracias por tu comentario.
EliminarOla Carlos.
EliminarPois aquí en Galicia cada día se plantan máis oiliveiras.
Cada ano chove menos e a xente aposta por cultivos que foran prohibidos dende Madrid noutras épocas históricas (Isabel a Católica e Manuel Godoy).