No podemos vivir sin el cerdo, ya lo sabéis, lo llevamos en nuestro ADN, palabra tan de moda últimamente, y tanto en fresco o tomado en sus múltiples derivados y presentaciones, nos vuelve locos. Hoy le queríamos dedicar un post especial porque gracias a conocidos, hemos descubierto dos productos fabulosos, la morcilla ibérica achorizada típica de Jaén, pero que esta vez sí se vende en Madrid, y el morro de cerdo precocido que envasa la conocida marca
Rogusa, y que Mercadona nos lo vende en todos sus supermercados. Por último, os contaremos una forma que nos encanta de consumir el solomillo de cerdo a la plancha, y que a nuestro hijo Jorge le alucina. Vamos por partes.
La morcilla achorizada creemos que la probamos por primera vez en casa de nuestro amigo Gabriel (Granada) hará una pila de años, pero es curioso que nos trajeron algo similar de Noalejo (muy pegado a Ganada) llamado
morcilla 'seca' nuestro amigo Ángel. El caso es que recientemente un conocido nuestro nos recomendó comprar ésta porque la probaron en un bar en Madrid metida en un mollete y a la plancha y les pareció espectacular. Nos dieron la pista de los supermercados Ahorra Mas y allí la tenemos.
El embutido se compone de papada y magro de cerdo ibérico, y contiene además de la carne y grasa del animal, patata, cebolla, arroz y especias, una especie de chorizo-morcilla patatera que es una delicia y toda una originalidad. Tiene un sabor y aroma ahumado y ligeramente especiado (recuerda al compango asturiano), es más bien firme y difícil de pelar. La tienen en formato herradura (la que compramos) y en sobres con lonchas muy anchas. Su precio es 2,19€ la herradura y los sobres algo menos. Probarlo como queráis, pero cortado a rodajas finas y a la plancha dentro de un pan de tipo mollete es una pasada.
El morro de cerdo en cambio viene en un envase de plástico y la carne viene precocida. Pues es curioso, pero nos dijeron que la hiciéramos de la siguiente manera, lo primero es deshacerla la carne que los trozos vienen muy compactados, y colocarla en una sartén a freír a fuego medio y sin aceite.
El producto irá eliminando la grasa, y ésta la desecharemos, de este modo, evitaremos también que el morro salte. Le iremos dando la vuelta cada 5 minutos o así con la ayuda de un plato o una tapa de cocina hasta que la carne torre bien, como si de una tortilla de patatas se tratara.
Usad un trapo para sujetar la tapa por si se escapa la grasa y nos pueda quemar. La tuvimos como una media hora volteando, y a la hora de servirla, le pusimos sal gorda.
El bocado está a medio camino entre la oreja y el torrezno, crujiente por fuera y tierno por dentro, de corte muy graso, obviamente, pero de sabor espectacular. En el paquete vienen 500 g y lo ideal es compartirlo entre 3-4 personas. Se puede acompañar con una salsa brava casera o comercial servidas bien calientes, en este último caso os vamos a recomendar la gran salsa Juana Madrid, y si no, pues tomarlo a palo seco o con unas gotitas de limón.
Por último, comentar la forma de cocinar el solomillo de cerdo (podrían valer otras piezas) y que llevamos haciendo desde hace un par de años. No tiene mucho misterio, pero el cambio es espectacular. Comprad un solomillo y abridlo como mostramos en las fotos, en libro, con la ayuda de un cuchillo fino y alargado y cortándolo en tres trozos. De esta forma obtendremos en la plancha un bocado más tierno y menos fibroso.
Lo salaremos y en la plancha lo haremos por partes a fuego fuerte, dorando bien, pero sin tenerlo mucho tiempo en la plancha. Los trozos los vamos sacando a un plato, y en esa sartén añadiremos un poco más aceite, como un par de cucharadas, y rehogaremos a fuego ya más bajo unos ajos fileteados, al gusto. Cuando doren, echaremos el zumo de un limón, el cual, irá acompañado de una pizca de sal y dejaremos reducir hasta que la salsa burbujeé, algo así como un minuto. Echaremos en la sartén los jugos que haya soltado la carne en el plato, removeremos y bañaremos ahora si los filetes con esta exquisita salsa. Podéis colar los ajos, pero a nosotros nos encantan.
Os vais a chupar los dedos.
Carlos Dube.
Ummm pues esto lo tengo q probar
ResponderEliminarBuenas noches Carlos. Qué ilusión me ha hecho tu receta solomillo , me ha recordado una salsa que se hacía en casa para la carne y que yo hacía ya tiempo que no incluía en mis recetas. Así que la recupero de nuevo y a chuparse los dedos. Un abrazo
ResponderEliminarNos alegramos mucho!
EliminarGracias! Yo voy a probarlo 😊
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