Esta receta es de las que me han impactado de verdad. Cómo el habanero es un pimiento tan potente al gusto (y al tacto) no me explico cómo se puede preparar una salsa como la que hoy os traemos, es alucinante. Ya os adelantamos que la salsa es una réplica de la salsa 'Monk Sauce' que elaboran desde el año 2003 los monjes benedictinos en el Monasterio de Subiaco (Arkansas). Ellos cultivan los pimientos habaneros, envasan la salsa y la venden, siendo más o menos pública la receta. Jamás hubiéramos imaginado que una salsa se elaborara con las hortalizas cocidas en crudo, pero así es, y el resultado, fantástico.


Seguro que Carlos Carvajal me va a echar la bronca, he podido elaborar en casa una salsa muy al estilo de las suyas, con ingredientes 100% naturales, un intenso sabor a pimiento y unos matices muy especiales. Lo que no teníamos que haber hecho, e hicimos, era eliminar las semillas de los chiles por miedo a que picara demasiado. Mal, porque nada más terminarla, picaba mucho sin duda, pero curiosamente con el paso de los días esa 'bravura' remite quedando un picante muy suave al paladar. La próxima vez, echaremos el pimiento entero, como bien hacen en la abadía.

Pues poco más que añadir, nosotros no hemos usado tanto vinagre como los monjes, y el que usamos además era de vino, el suyo parecía algún vinagre de alcohol (cereales). Ah, y si n accedéis a habaneros frescos rojos y sí amarillos, da igual, por favor probarlo. Si os gusta el mundo del picante os va a impactar esta salsa desde el momento de cocerlos, que curiosamente, huele de maravilla la cocina.

Por último intentad tomar precauciones para trabajar con este tipo de pimientos, guantes de cocina, cocina bien ventilada y niños lejos. Vamos con los ingredientes para unos 600 ml de salsa, 18-20 habaneros frescos, 2 zanahorias, 4 dientes de ajo, 1/2 cebolla, 100 ml de vinagre, 400 ml de agua, y sal. Tiempo de preparación 30 minutos (si no quitamos las semillas).


Nos enfundarnos unos guantes de cocina, y lavamos los chiles bajo el grifo. Como os hemos comentado nosotros le quitamos las semillas, si queréis que el picor sea moderado hacerlo, pero si no eliminar sólo el pedúnculo y a la cazuela. La zanahoria la peláis y troceáis. La cebolla la pelaremos y trocearemos, y los ajos sólo pelarlos. Echaremos el agua y el vinagre hasta que cubra, en proporción 25% de vinagre. Echar la sal, intentad que para esta cantidad sea 1 cucharada sopera muy rasa, y lo tendremos cociendo tapado una media hora, o hasta la zanahoria esté más o menos cocida.

Tranquilos que se podrá estar en la cocina, lo peor ya ha pasado. Una vez todo cocido lo echaremos a una batidora de vaso, debe de quedar acuoso para que la textura sea la perfecta a la hora de servir (mirar la foto). Trituraremos a conciencia. Si sois valientes, probar de sal :).


Lo meteremos caliente en botes, se echa mejor.


Los recipientes que hemos usado cocerlos antes con agua, con eso basta. Luego conservar en la nevera. Quién quiera envasarlo al vacío, ya sabe, el clásico baño maría, la salsa muy caliente y un poco de paciencia.


Carlos Dube.