Aunque sí pudimos aprovechar para ver a nuestros amigos de toda la vida, tapear, frecuentar los paseos, las playas y alguna breve escapada al centro del pueblo. Nos hubiera encantado quedar con más amigos, ir a Nerja, por Salobreña o algún restaurante nuevo de la zona, pero en nuestra situación cualquier plan se podía torcer. Así que hemos optado por la tranquilidad absoluta, explotar nuestra zona que es Taramay y el jaleo lo hemos dejado para otra mejor ocasión.
Cosas que nos han llamado la atención de estos días es la cantidad de gente que había por el pueblo, aunque en nuestra zona no tanta, pero aun así se notaba bastante movimiento. También comentar lo seco que estaba todo, al bajar ya vimos el estado de la Presa de Béznar, un 20% más baja que el año pasado. Hay que tener mucho cuidado con esto, podemos meternos en una sequía grave si no somos responsables con el uso del agua y si no llueve ahora en primavera, ya que estamos a punto de bajar del 50% de agua embalsada y queda el verano por delante. Por mucho deshielo que haya en Sierra Nevada la situación es delicada. Eso sí, los nísperos o los limoneros estaban resplandecientes, éste el de nuestro amigo Gabriel. Sin cuidarlo y mirad como brotan los frutos.
También hemos notado mucho más adelantada la primavera, como era de esperar, y he estado tocado de la alergia, algo que no me ha pillado de improviso pero que no ha sido agradable. Y en cuanto a lo gastronómico tenemos que comentaros algunas cosillas. De camino a Almuñécar compramos unas magdalenas que podemos tildar como las mejores magdalenas comerciales que nos hayamos comido jamás. Las compramos en una gasolinera en Santa Elena (Jaén), aunque se elaboran en Bailén, pero es igual, allí las vendían y bien frescas. Se trata de un género de la (al parecer) conocida Confitería Barranco, pues bien, una verdadera delicia y como aliciente llevan el impulsor de ácido tartárico.
También comentaros que cada vez nos gusta más la tapa de pisto de pulpo que sirven por allí debajo, no sólo en Almuñécar sino por toda la costa granadina. Gracias a Lidia conocemos varias preparaciones diferentes, pero ésta que veis en la foto de abajo es todo sabor y una grandísima combinación. Sin duda, la prepararemos este verano.
También destacar un pescado en fritura por encima del resto, la rosada, algo curioso y que siempre pedimos en El Kiosko de la playa El Pozuelo, que junto con la jibia, pulpo, boquerones y rejos, son de obligada consumición. Un sitio modesto regentado por un Pepe un hombre bastante 'desaborío' pero con una larga trayectoria hostelera a sus espaldas. Aquí fríen el pescado maravillosamente en una diminuta cocina, ahora bien, no te salgas del guión, alguna cosa de barbacoa y punto. No obstante, y retomando el comienzo de esta mención, todavía nos preguntamos como un pescado tan poco fino como la rosada la puedan preparar tan bien por allí abajo. Y de todos los sitios que la hemos probado, éste se lleva la palma.
También destacar los mejillones en salsa americana de Casa Antonio, en Cala Cabria, que sin duda son de especial recomendación, no tanto ya su 'famoso' arroz mixto, os lo venimos diciendo desde hace unos años, ya no es el que era, al igual que otro de los clásicos, su cóctel de gambas. Esta cocina se ha extranjerizado demasiado, no hay más que mirar la carta, y el arroz, pese a que el grano está en su punto y que está muy guarnecido (a quién le guste), adolece de grandes matices y de técnica. Será que nos habremos hecho mayores...
Por otro lado, y sin salir de esta cala, es una pena ver cerrado a cal y canto Casa Juan, el local más escondido de esta playa. Nunca hemos ido, pero teníamos referencias de que se comía muy bien de cuchara y que sus habas con jamón eran escandalosas. Nos las hemos perdido. No sabemos si esto es definitivo, pero todo apunta a que sí, no abrir en Semana Santa es un poco raro ¿verdad? Esperamos equivocarnos.
Hablando de las habas de Casa Juan, en estas fechas no pueden faltar en nuestra cesta de la compra, las de esta zona son para nosotros de las mejores del país. Su precio de risa y su frescura algo muy serio.
Os mostramos algunas de las tapas digamos que originales en la zona, como esta tortilla de espinacas y atún muy de vigilia, o las patatas bravas, pero con la patata asada en la chasca. Lo único destacable de entre varios sitios donde nos hemos tomado una cerveza.
Mención también para los churros que se hacen por aquí, los del local Veintiuno en Playa Velilla son realmente excepcionales. Al dueño se le ven muchas tablas y los churrillos te los hace al momento, la ración es a 1€ y tienen cafetería, pero también los sirven para llevar. Visita obligada en la zona.
Para las cenas ya sabéis que nos encantan las roscas, aunque es una cuestión más emocional que de palatibilidad. Y en cuanto a roscas, tenemos que decir que la de Los Mimbrales, en Playa Velilla, conservan muy bien el concepto de la rosca tradicional de esta zona, un producto sencillo y barato que se popularizó en los 80 y que ha traspasado fronteras hasta incluso llegar a los supermercados, aunque nada tienen que ver. En esta rosca se prescinde de ajillos superficiales, que la estropean claramente, y de ese aspecto 'asandwichado' producido por la presión de una plancha. La verdadera rosca tiene que ser un bollo de pan alto, tierno por dentro y dorado por fuera, con tomate y aceite de oliva virgen extra por encima y lo que lleve dentro a vuestro criterio. Esta era de lomo, beicon y queso.
No queríamos dejar pasar la oportunidad de mencionar un negocio al que deseamos lo mejor de lo mejor, y es el regentado por Helena del Valle y Luis Delgado, el Puchero de Helena, en Almuñécar centro, ya os hemos hablado de ellos varias veces. Pues aprovechando que sirven a domicilio desde verano y que tenía que estar en casa por motivos laborales les pedimos algo de su larga carta. Como veréis son platos sencillos pero todos bien hechos, hechos con cariño, como dice ella, y bueno, todos nos gustaron, hasta la torrija que pedimos de postre que nos pareció especialmente jugosa y rica.
Por último una simple mención a los clásicos sitios que nos gusta frecuentar, la frutería/verdulería Guerrero en el Mercado de Almuñécar.


O la heladería Jamaica en la Playa Velilla, que es otro de los imprescindibles de Almuñécar. No sólo por el ladrillo que es para nosotros su gran especialidad, sino por los crepes, limonada, horchata casera, batidos, helados, todos absolutamente caseros y deliciosos. Casi 40 años llevan a sus espaldas, es para fiarse o ¿no?
Y esto es todo, no sé cuando volveremos a Almuñecar, pero yo ya estoy contando los días.
Salud y feliz semana.
Muy emocionados de haber sido parte de esa escapada y de haberos podido ofrecer un poquito de ese cariño en forma de comida, pero a la próxima os esperamos en persona para daros el abrazo que se nos quedó en falta.
ResponderEliminarMuchas gracias, para nosotros fue una responsabilidad enorme vuestra llamada.. te admiramos tanto..
Así es como se descansa, buen clima, buena comida y buenas relaciones, para mi son las vacaciones ideales, eso de ir estrellados, ufffff ¡¡¡¡ ya lo estamos con el trabajo si encima cuando nos vamos de vacaciones, vamos corriendo por estar aquí o allí, ¡¡paren que me bajo¡¡¡¡
ResponderEliminarQue bien lo habéis pasado y a Jorge la brisa marina le sienta de maravilla, mejor que la polución de Madrid.
Fíjate que nosotros a pesar de estar tan cerca, Almuñecar, Salobreña y Nerja no íbamos y ahora Nerja es nuestra segunda casa, y de paso por todo la costa para ver a Lidia a Helena, que grandes descubrimientos tanto de pueblos como de grandes amigas, ya familia. Se han creado uno lazos muy fuertes y rebosamos cariño entre nosotras.
Vosotros también fuisteis un gran descubrimiento, desde que nos comimos ese cachopo y nuestras reuniones tamangueras, que recuerdos nos ha traído a todo@s este post de Almuñecar, Carlos, es nombrar Almuñecar y pensar en ti y el Puchero de Helena, que como una jabata, junto a Luisito, lo esta sacando a flote día a día con su buen cocinar.
Bueno no sigo que para una tarde de domingo esto ha dado mucho de si, aquí y en FB jaaaaaaa.
bssss para los3 desde Almeria, siempre con mucho amor.
Hola Carlos
ResponderEliminarEs siempre un gusto venir a verte, pero entradas como la de hoy dónde narras tus viajes y experiencias, me gustan especialmente. Qué bien habéis aprovechado las vacaciones. Espero que ya estés mejor de tu alergia y que el pequeño esté totalmente recuperado.
Un beso y feliz semana
Cómo me gustan estas escapadas, y más si es a una tierra a la que se tiene cariño (se nota!). Me gusta acercarme a la costa en primavera porque el verano no lo aguanto, yo aproveché también para bajar al mar en Murcia :).
ResponderEliminarTengo muchas ganas de conocer la zona de Almuñécar, la verdad, y además ya veo que comeré más que bien :D. Ese pisto de pulpo y la fritura de pescados me han dejado loca, qué pintón!
Que bonita escapada Carlos, solo por ver a Helena ya merece la pena! las ganas que tengo de hacerla una visita!
ResponderEliminarUn beso
Hicisteis bien en escaparos, espero que el peque esté estupendo. Hoy nos traes sitios sencillos, esas magdalenas con una pinta deliciosa y la cocina de Helena, genial, bss
ResponderEliminarComo siempre que hablas de Almuñecar me entusiasmo, ya que comparto veranos de niñez, adolescencia y juventud allí. Bueno, aún sigo.A Helena la conozco porque mi casa está muy cerca de de negocio(enfrente del Acuario) y como en verano son vacaciones completas, pues cuando no comemos fuera nos llevamos la comida de allí.
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