Pues bien, no teníamos este plato en el blog, y aunque peque de sencillo, muchos aún no saben hacerlas, o bien las fríen del todo en una freidora, terrible, o las sirven en una balsa de aceite que además tiene mal sabor. También, las sirven cocidas en agua y luego rehogadas, lo peor. Las papas a lo pobre se hacen despacio, cocinadas en abundante aceite de oliva sí pero virgen y limpio, confitando las patatas hasta estar casi tiernas y entonces se sube el fuego unos 10 minutos para dorar. Luego se escurren bien, fundamental, y se sirven al centro o con el acompañamiento que deseemos. ¿Fácil verdad?
Nosotros a la preparación clásica le añadimos unos dientes de ajo porque le dan un toque de sabor sutil, además de ser un bocado de diez al quedar confitados, lógicamente esto es opcional. Ingredientes para unas papas a lo pobre para 2-3 personas, 2 patatas grandes, 1/2 cebolla, 1/2 pimiento verde (tipo italiano), 3-4 dientes de ajo, 750ml de aceite de oliva virgen extra (valdría con usar un 'virgen' sin más) y sal. Para decorar perejil picado.
Tan fácil como lavar el pimiento y pelar la cebolla, y cortarla en trozos groseros.
Las patatas como para panaderas, ni muy gruesas ni muy finas.
Ponemos todo en una sartén y aceite que más o menos cubra todo, tranquilos, ese aceite es ideal para infinidad de platos, el más simple una salsa de tomate casera.
Cocinamos a fuego lento durante 15 minutos mas o menos, lento pero que haya actividad.
Si pinchamos y empiezan a estar blandas, subiremos el fuego a medio-fuerte.
Y cuando veáis que ya están, subimos a fuego muy fuerte para que doren levemente.
Una vez hechas, y con la ayuda de una paleta de cocina, las depositaremos bien escurridas en un colador unos 3-4 minutos.
Veréis que algo hace.
Se sirven en un plato con un poco de perejil picado.
Y algo muy simple pero muy rico, unas alitas de pollo campero remojadas en una salmuera 8 horas al 4% de concentración salina, y una vez listas, se secan y se fríen en abundante aceite de oliva. Si las hacéis a la vez, el plato resulta exquisito.
Salud y feliz semana.
La versión que se ha hecho en casa de toda la vida son las patatas de trilla, muy parecidas a las tuyas pero sin cebolla. Ha sido mi plato preferido durante mucho tiempo. Yo diría que no son un acompañamiento, para mí, ya son un plato por si solo solo, un verdadero manjar.
ResponderEliminarUn abrazo,
María José
Bueno, ¿qué te voy a decir yo de este plato?. Las papas a lo pobre son desde pequeña un plato que he visto cocinar a mi madre casi semanalmente. A mi padre le encantan, y yo no entendía cuando era pequeñita cómo le podían gustar tanto....en aquella época mis preferidas eran las patatas "a lo rico", que así las llamábamos para distinguirlas de las otras. Ahora por supuesto que prefiero éstas, aunque yo no las preparo nunca en casa, siempre las como en casa de mi madre, y también le ponemos, ajos...Se me han antojado para hoy....
ResponderEliminarY el huevo, Carlos??? O los huevos !!! Mira q estan ricas!!! A fuego lento (como dice la cancion de Rosana🎶) es un plato junto con la paella muy nuestro muy español. Es imperdonable algunas gusrniciones de "papas a lo pobre" que ponen algunos restaurantes de turno!!!
ResponderEliminarNo recuerdo si mi madre ponia ajo o no, igual si ya sabes q en mi casa somos muy dados al ajo y al picante. Pero lo que sí se, es que yo no le pongo.
Quedas emplazado a hacerme unas papas como Dios manda.
Bssss almerienses xa los3 😘
buenísimas NO, lo siguiente
ResponderEliminarmi madre es de Lanjarón, en plena Alpujarra granaína, así que en mi casa se han comido siempre
riquísimas y como acompañamiento, o como plato están de muerte
un besazo
Recuerdo las patatas a lo pobre de mi madre, porque las hacía como tu, eran una guarnición perfecta para acompañar un entrecot o hamburguesa, las adorábamos. En casa no le pongo pimiento porque a los chicos no les gusta. Pueden ser un plato principal, les pones un huevo frito y listos!!!! Bss
ResponderEliminarImpresionantes! qué dorado más rico tienen!
ResponderEliminarYo le llamo patatas a lo pobre, que no a lo miserable (por la cantidad de aceite). Y si me lo permites, prueba a cortar el pimiento con las manos, se confita mejor.Un afectuoso saludo desde cerca de Calabajío.
ResponderEliminarOhhh qué rico! No puedo ver estas cosas son cenar...
ResponderEliminarEn mi casa las patatas a lo pobre iban acompañadas de un huevo por encima medio cuajado, deliciosas también pero ya no tan pobres...
Besos
A mi simplemente con esas patatas ya me sobra, estos platos son supremos. las tengo que preparar como tu. Saludos.
ResponderEliminarSencillamente deliciosas. A veces los platos sencillos y de toda la vida, son los más ricos.
ResponderEliminarBesos.
Un clásico pero con el que nunca fallas. La próxima voy a ponerle pimiento como tu a ver si mejoro las mias. Gracias :)
ResponderEliminarEn casa como dice Lola de Almería, también solemos ponerle huevo y son recetas que sirven de acompañamiento pero que por sí solas son una maravilla!!
ResponderEliminarEn mi casa siempre se han hecho como las tuyas sin los ajos ni el pimiento, pero donde tú acabas el plato se sigue haciendo un majado de ajo y perejil, añadiendo en el mismo mortero un chorro de buen vinagre y algo de agua. Se echan las patatas sobre una sarten sin nada de aceite y se calientan. Cuando están calientes se añade el contenido del mortero, se remueven y se deja que todo el líquido desaparezca. Os aseguro que de esta manera están buenísimas.
ResponderEliminarMuy bien explicado, hago algo parecido al horno pero voy a probar asi. Muchas gracias
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