
Los artífices de esta propuesta gastronómica son los hermanos Gomez-Monedero Zamorano, proyecto que iniciaron con mucha ilusión en el 2009 y que a día de hoy sigue abriendo sus puertas a todo el que venga a visitar la zona y quiera vivir una experiencia gastronómica única. Y no solo la carta de este sitio está perfectamente cuidada, sino que parte de la experiencia viene dada por su carta de vinos, con una selección personal de excelentes referencias nacionales desconocidas para la mayor parte del público, con interesantes propuestas manchegas nacidas en pequeñas bodegas de la zona, las cuáles hacen vinos de una calidad superior incluso que muchas marcas conocidas.
Isaac, uno de los hermanos, que fue quien nos atendió en todo momento, nos recibió y acomodó en la parte de arriba de este curioso restaurante-casona cuya estancia nos pareció desde que entramos terriblemente acogedora. Además tenemos que destacar que nos pusieron en una mesa muy amplia y estuvimos comodísimos.
Nada más sentarnos Isaac nos introdujo en los inicios y proyección de su restaurante, de los talleres y cursos que organizan todos los meses, y de las referencias a los vinos que él personalmente elige y por supuesto a la nueva carta que entraba para este verano. Tras hojearla vimos que lo que más se ajustaba al gusto de todos era un menú especial que consistía en unos aperitivos, 1 entrante, 2 segundos platos y un postre (bebida aparte) y decidimos pedirlo como toma de contacto con esta cocina, era una opción ideal. Isaac muy amablemente nos advirtió que el menú era un tanto generalista, lógicamente en la carta se descubre la verdadera apuesta gastronómica local del sitio. No obstante nos ofreció cambiar algún plato del menú según la oferta en cocina y las preferencias de cada uno. Sin duda, estos pequeños detalles hacen grande una experiencia.
Para empezar nos sirvieron unas cervezas y una degustación de panes propios que iban desde los clásicos bollitos de pan de trigo, pasando por unos crujientes grisinis y su famoso pan con tomate. Muy buenos y recién hechos (3€).
Acompañando al pan otro detalle, una pequeña degustación del queso de cabra de la zona, muy mantecoso y rico. Sin duda una combinación siempre acertada.
Como primer aperitivo un vasito de gazpacho, bien aromatizado con cominos lo que nos pareció muy propio de la zona, muy agradable.
Y como segundo aperitivo una rica empanada casera de pisto y atún de elaboración propia, la cuál nos la sirvieron calentita y muy crujiente. Buenísima.
Y llegó el primer plato del menú, se trataba de un asadillo en ensalada con patatas y queso de cabra decorado con lechugas variadas. Lola lo cambió por una ensalada con aguacate, tomate y langostinos pero que no tenemos foto. Ambas normales.

Otros nos tiramos de cabeza al pescado y tomamos la corvina a la plancha con salteado de verduras que nos recomendó. Excepcional el punto del pescado.
Un sólo comensal se pidió unas alcachofas a la plancha.
Los últimos platos fueron de 3 tipos, unos pedimos la carrillera de ternera al vino tinto con patatinos de excepcional sabor y textura, una cocción exquisita muy típica de la sousvide.
Los que se pidieron el secreto de cerdo también acertaron, muy bien hecho y crujiente por su capa externa.
O la merluza a la plancha, fresquísima. Sin duda los pescados aquí los bordan, cuando por su ubicación no tendrían por qué hacerlo.
El postre fue un sencillo flan, a mí personalmente fue lo que menos me gustó, de la cantidad de ojales que tenía parecía un budín, pero focalizando en el sabor no había pérdida. Sinceramente, hubiera preferido que hubiera servido un exquisito borracho típico de aquí :).
¿Cuanto creéis que cuesta este menú? pues sólo 28€ (café, bebida y pan aparte) que si le sumas el servicio de agua constante, la rapidez y profesionalidad del servicio y que para rematar la comida Isaac nos invitara a las copas, solo podemos decir una cosa, ya estáis tardando en ir a conocerlo. Esto no ocurre todos los días, y sinceramente, ya tenemos una referencia fuerte en la zona.
Nosotros sin duda volveremos pero a probar la carta y sus apuestas tradicionales, las migas con aceite de chocolate, cabrito confitado, perdiz a la toledana, pisto manchego con huevos pochados, ragut de jabalí, su lomo de orza con ensalada y sus callos, que estoy leyendo que son excelsos. Estamos seguros que nos van a sorprender. Y quizás lo hagamos en algún viaje hacia Granada ya que hemos visto que el acceso es inmediato desde la A4 y cierra cocinas a las 14:00. O bueno, es un buen plan de fin de semana para este verano porque además tiene el atractivo de estar estar al lado de la bonita y renovada Plaza Mayor de Ocaña, con amplias terrazas en su patio interior y un buen ambiente para después tomar una copa mientras las temperaturas bajan.
Salud y feliz fin de semana.
Habra que hacer una visita......
ResponderEliminarTengo la suerte y el placer de haber ido varias veces y para nosotros, que vivimos en Aranjuez, también fue todo un descubrimiento. Comida de exquisita calidad a un precio mucho más que ajustado. Me alegro enormemente de que os gustara tanto.
ResponderEliminarTiene muy buena pinta....a lo mejor una excursion a Ocaña no es mala idea.
ResponderEliminarPues, bueno... 28 "pavos" sin pan, sin bebida, sin café... si esto está ajustado de precio es porque supongo que vuestra economía está saneada.
ResponderEliminar