Viaje a Budapest, la perla del Danubio (primera parte)

Hace unas semanas hicimos las maletas y nos fuimos con unos amigos a Budapest (Hungría), ciudad en la que teníamos muchas ilusiones puestas y en la que todo sea dicho, nos lo hemos pasado genial. Teníamos claro que íbamos allí para desconectar, menudas semanas llevábamos en el trabajo como para andar rompiéndonos los sesos y las piernas y convirtiendo el viaje en un hito inalcanzable, porque cosas que ver hay a patadas. Pero mejor vamos por partes, arrancamos nuestro viaje un jueves yendo a Barajas a coger nuestro primer vuelo con la compañía Wizzair. Wizzair es otra low-cost al uso que ha sobrevivido tras la desaparición de Malév, vuelo que perdimos hace un mes por la quiebra repentina de la misma pero que por suerte recuperamos el dinero. El caso es que la compañía aérea nos gustó, no sólo por el precio de sus vuelos, sino porque los aviones son muy nuevos, las consumiciones en el vuelo más baratas (2€ la lata de refresco o cerveza de 33cl) y no se pasan el trayecto ofreciendo por megafonía los cigarrillos sin humo y los souvenirs diversos. De todas formas, no deja de ser una low-cost con sus pros y contras.


Para que os hagáis una idea, el viaje dura 3 horas y 10 minutos, y tuvimos la mala suerte de ir entre chicos de un viaje de fin de curso, así que os podréis imaginar la escandalera, las azafatas mutis, y no había manera de pegar ojo. De todas formas entendimos que era el viaje de su vida y la alegría era demasiado patente, como para surgir entre 40 personas y decir ¡silencio! jejeje. Ainss quién pillara los 18 años de nuevo.

Al aterrizar algo curioso, nos monta el autobús para llevarnos 50 metros más allá, hacia la entrada en terminal. No es mala idea, pero es que en esta historia tardamos más de 20 minutos. Al llegar al terminal nos esperaba el chofer del transfer, por si lo queréis saber, es un coche grande que te lleva al hotel y que cuesta 20€. Si vais 4 o más, os compensa porque te sale más o menos igual que cogiendo trenes o autobuses. Tardamos en llegar 30 minutos divisando por el camino una globalización terrible (2 ó 3 Mc Donalds, Burger King, Lidl....)


Al llegar al hotel vimos el gran lobby que éste posee, y tras chequear entramos en la habitación y de verdad, nos gustó bastante. Se trata del hotel Zara Continenta(Dohány, 42-44), un hotel sito en Pest, y aunque no estuviera super céntrico nos pareció un hotel con una situación y una calidad muy aceptable, con wifi, todo un valor en la época que vivimos, y por supuesto con muy buen precio. Pero en cuanto a la distancia, y para que os hagáis una idea, el hotel no está tan apartado del centro, hablamos de unos 15 minutos andando, es como si en Madrid te hospedaras en Plaza de Colón. Por ponerle algún pero a las habitaciones los edredones, que eran individuales y eran incómodos, y el baño algo pequeño. Por lo demás muy bien.


Vimos en la nevera que había 2 aguas minerales diferentes, es curioso, pero ya nos aprendimos que allí la forma de distinguir las aguas con gas de las de sin gas es por el color de su envase. Cuando llevan tapón o etiqueta rosa son aguas sin gas, y las azules con gas. Esta agua Fonyódi era la primera de unas cuantas que no habíamos visto en nuestra vida.


Vamos de nuevo a nuestra estancia, teníamos un problema serio con la cena, al llegar a las 23:30 y entre semana, en Budapest es complicado encontrarse algo abierto para comer algo que no sea un 24 horas sin cocina. En el hotel nos explicaron dónde poder ir, y al final acabamos en una hamburguesería cerca del mismo tomándonos eso, una hamburguesa. De allí volvimos al hotel y subimos pitando al lounge bar a tomarnos una cerveza, y tachán!, medio litro de una excelente Soproni 3€. Este momento nos dio la vida porque además de estar super cómodos en los sillones del recinto, era lo primero fresco (bueno) que bebíamos en muchas horas. A la 1 nos nos retiramos a dormir, al día siguiente nos esperaban muchos gratos momentos en un Budapest mágico.


A las 9 horas de la mañana siguiente estábamos listos para desayunar y salir a visitar Buda. El desayuno de este hotel bastante bueno, muy variado y con un surtido de panes y zona caliente destacable, aunque como siempre, estos buffet cojean en lo básico, la leche y el café bastante malos. La sección de decente, y de sobre los zumos no sé porque los hoteles no invierten un poco más, una opción es no ponerlos directamente o poner sólo fruta, pero poner sucedáneos malos o de polvos es algo que no me explico. No obstante de entre toda la oferta allí presente destaco el zumo de pomelo que servían en jarras, pese a ser bastante dulzón parecía bastante fresco y natural (con pulpa), esto es algo que agradecí enormemente, y si vais no dudéis en probarlo..


Tras desayunar nos dirigimos hacia Buda, para lo cual fuimos caminando hasta el puente más antiguo de la ciudad que une Buda con Pest, el Puente de las Cadenas. De camino sol radiante y mucho calor. Una recomendación, no cambiéis florines en España y menos en el aeropuerto. Tirar de tarjeta de crédito y cambiar en los Cash Change del centro poco dinero para tener calderilla para tomar algo en algún sitio, a nosotros así nos salió redondo, sólo cambiamos 50€ por persona en florines y nos sobraron unos miles que gastamos en el aeropuerto. 300 florines son 1 euro aproximadamente.


No podía quitar la vista a los restaurantes y bares, realmente algunos por fuera eran muy interesantes.


Nos topamos con varios grupos de españoles y no llevábamos ni 30 minutos andando, la verdad es que hace ilusión. Aquí un precioso edificio que alberga la sala de conciertos Vigadó, a orillas del Danubio.


Cruzamos el Puente de las Cadenas para llegar al famoso funicular (Budavári Sikló) que sube a la colina de Buda. Son 100 metros de recorrido y dura pocos minutos, su precio unos 3€. Cogimos sólo ida, ya que la bajada hacia el río es más llevadera y además es un paseo agradable.


Aquí podéis ver un plano de centro histórico de Buda, es viable recorrerlo en una mañana sin visitar museos y demás.


Nada más bajar del funicular tuvimos la suerte de encontrarnos con un inesperado cambio de guardia del Palacio Real. Como en el último viaje a Londres nos perdimos el de Buckingham Palace... pues nos hizo ilusión :)


Primero nos dirigimos hacía el Castillo de Buda. No se puede visitar porque actualmente está cerrado, pero podéis recorrer sus alrededores y disfrutar de las impresionantes vistas de Pest desde el patio. Lo qué sí podéis visitar el Museo de Historia de Budapest y, si sois amantes del arte, la Galería Nacional Húngara, ambos ubicados en el recinto del castillo.


Justo detrás unos pintorescos puestos de comida y encurtidos, con un olor a paprika y especias que realmente incitaban a comer. Porque no teníamos hambre que si no...


También había algún puesto con detalles un tanto folclóricos, como éste regentado por una típica abuela húngara.


Luego marchamos hacia el impresionante Bastión de los pescadores. Al llegar nos encontramos la famosa Iglesia de Matías, y en la plaza un ambientazo tremendo de turistas y locales. Las vistas del Parlamento eran alucinantes, y con el día que hacía la sesión de fotos de 30 minutos está asegurada. Muchos japoneses y algunos espontáneos mostrando su repertorio musical e incluso algunos halcones, creo que esto era lo que más atraía a la gente en la plaza. Qué día tan alucinante el que nos hizo, nos sobraba todo!.


Debido al calor que hacía decidimos tomarnos una cerveza en el bar que hay justo al límite del mirador y desde el que podíamos seguir disfrutando de las vistas. Armonizados con la música de un grupo local, nos tomamos unos cervezones que nos supieron a gloria. En este caso Borsodi, otra gran cerveza rubia de Hungría. Precio al cambio 4,20€ el medio litro, para las vistas, la música y el sitio, nos pareció tirado.


Había que empezar a ver algún sitio para comer, y caminando nos encontramos escaparates con el famoso vino de la región de Tokaji, denominación que posteriormente probamos, aunque el elegido fue mediocre.


También nos llamó la atención el sistema de reciclaje de esta zona ¿civismo total?.


Después de divagar sobre dónde ir a comer, menudo calor que hacía, y dentro de la amplia oferta de la zona, al final acertamos de lleno yendo al Restaurante 21 (Fortuna utca, 21). Qué bien nos atendieron y qué a gusto estuvimos en esa soleada terraza.


Dos de nosotros coincidimos al elegir goulash de ternera con una pasta llamada tarhonya, una especie de grumos hechos de harina y huevo que es de origen turco aunque tradicional de la cocina de Hungría, y que la servían debajo de la ternera, estaba riquísima.


Lola pidió pollo en salsa de paprika (Chicken paprikash) con queso cottage y noddles, pese a no traer los noodles (por estar agotados, o eso entendimos), la combinación estaba también muy rica.


Y por último el plato estrella de la comida, hígado de pato asado con 'letsho' (como una especie de pisto) y una velouté de patata. Impresionante.


Los platos se presentaban en sartenes De Buyer, ¡calidad total!.


Y el vino joven de la casa, riquísimo. Un merlot impresionante, pedirlo como el joven (5300 florines, menos de 20 euros).


El servicio del pan también excelente, las dos cestas de pan no defraudaron.


Pedimos la cuenta después de una buena sobremesa y fueron unos 25 euros por cabeza, sin postre, nos pareció bastante razonable.

Finalizamos nuestro recorrido por el Barrio del Castillo y emprendimos el camino de vuelta a Pest. Como os hemos dicho os recomendamos bajar andando, no se hace nada pesado y merece la pena el paseo y ver el balcón desde abajo. Podéis hacerlo por diferentes caminos, nosotros bajamos hasta la Iglesia de Santa Ana, justo a orillas del mismo Danubio.


Cruzamos de nuevo el río para dirigirnos a Pest y en concreto a  la Basílica de San Esteban y a su hermosa plaza, desde la azotea se erigen unas vistas fabulosas de la ciudad, de hecho es uno de los edificios más altos de Budapest.


De camino al centro de la ciudad, vimos mucho movimiento de gente que salía de los trabajos y en los escaparates un culto exagerado por la paprika, incluso en los supermercados se utilizaba de eslogan, no digamos ya en las tiendas de turisteo.


En nuestro camino, nos topamos con algo curioso en un parque, un árbol con una especie de tributo a Mc Jackson, luego por internet vimos que es un árbol muy cercano al hotel de lujo Kempinski Corvinus (mirad aquí), dónde este hombre estuvo alojado en tres ocasiones.


A continuación nos dirigimos a merendar a la emblemática pastelería Gerbaud, en la animada plaza Vörösmarty tér. Allí pedimos diferentes porciones de tarta, la Áfonyá Máktorta (la última foto), de arandano y semilla de amapola, nos encantó. Las otras dos nos resultaron bastante corrientes, aunque puede que eligiéramos mal. Cada porción costaba algo más de 3€.


Aquí podéis ver el ambiente que había en la plaza Vörösmarty tér. Había unos puestos de comida y bebida para llevar, y unos bancos donde la gente degustaba los platos, platos típicos húngaros. Lo dejamos para el día siguiente porque acabábamos de merendar, que si no... :)


El goulash por todos lados... ¡qué locura!


Decidimos ir al hotel a cambiarnos y descansar un poco. De camino atravesamos la calle más comercial de Budapest, Váci Utca, ¡ambientazo! y para nuestra sorpresa en un mismo cuadrante Zara, Douglas, Woman Secret, Pull & Bear y otras cuantas haciendo patria. También, y como no podía ser menos,  su Hard Rock Café.


En las tiendas de souvenirs culto a los vinoscerveza, a la cerámica, los llaveros, imanes, a los muñecos regionales y por supuestísimo a la omnipresente paprika.


Ya en el hotel, después de los kilómetros que llevábamos en las piernas, no teníamos ganas de movernos mucho. Así que decidimos probar el restaurante que había en el mismo, un restaurante muy interesante llamado Araz Étterem (Zara al revés) monísimo y puestísimio, de hecho descubrimos que muchos hoteles en Budapest tienen restaurantes con una gran oferta para el turista y local.


Tras pedir, de entrada nos pusieron una especie de cucharita con una ensaladilla.


Comenzamos con un Ízelítő a padlásrol, una especie de mix de chacinas húngaras, para compartir que no nos gustaron mucho. Y continuamos con un plato principal cada uno.


El primero, Konfitált báránycsülök szilvás mokkaszószban, csicsókás kukoricakásával, consistía en una pierna de cordero confitada en una salsa de moka y ciruela que estaba buenísima. Recomendado totalmente.


Levendulás kacsamell édesgyökér-karottakrémmel és manjari-szósszal, es decir, un magret de pato al aroma de lavanda sobre una crema especiada de zanahoria. Bastante rico, aunque yo personalmente lo he probado mejor, ahora recuerdo el excelso magret del Kira en Aravaca en Madrid.


Unos tacos de solomillo de cerdo sobre un risotto de queso de oveja y un chutney de ratatouille (Mangalica szüzpecsenye juhtúrós tarhonyarizottóval és lecsócsatnival). ¡Fantástico!


Y por último, un rico medallón de salmón sobre una crema de guisantes a la menta (Lazacfilé füstölt mentás zöldborsópürével és málnavinaigrettel). No probé el salmón, pero el puré de guisantes a la menta era muy peculiar.


Pedimos la cena con un poco de prisa porque nos advirtieron que cerraban a las 23:30, es decir, lo que os comentábamos al principio del post. El servicio fue rápido y pedimos un vino normalito, del cuál ni tenemos foto ni recordamos su nombre. Todo al cambio 25€ por persona. Nos hicieron un extraño descuento no sabemos si por la celeridad en cenar o porque ese día tenían alguna oferta con el vino, el caso es que nos salió un poco mejor.

Una vez cenados y en el lounge bar, organizamos un poco lo que iba a ser el día siguientetomamos decisiones muy importantes como que no íbamos a entrar en el Parlamento, o que a lo mejor no nos daría tiempo a ir a la Isla Margarita. A la 1:00 nos fuimos a dormir, fue un día de mucho ajetreo y estos cuerpos de oficina no están acostumbrados.

Continúa en Viaje a Budapest, la perla del Danubio (segunda parte)

36 comentarios:

  1. Carlos, me encanta cuando os vaig de viaje, haces unas cronicas geniales

    aqui el color de las botellas de agua es a la inversa...curioso...el rojo con gas y el azul sin gas...

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    1. En Hungría, es curioso sí, el agua sin gas húngara 'szénsavmentes' tiene algún detalle rosa en la botella, a excepción de las aguas minereales extranjeras, como Evian por ejemplo. Yo le veo más sentido al azul sin gas y rosa o rojo con gas, sí.

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  2. Que reportaje más completo!!! Me has transportado a Budapest, con la pena que me quedó cuando fui a Praga y no pude ir, es un viaje que tengo pendiente!! Las fotos preciosas!!
    Me alegro que hayan disfrutado!!
    Besoss

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  3. Fantástico el relato y las fotos, sin duda Budapest imprescindible!!
    ¿Comprastéis Tokaji ó foie?, ¿qué tal los precios?
    Saludos

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    1. Lo probamos in situ, aunque con el Tokaji no acertamos ;)

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  4. Para perlas tus post, tus fotos, tus recetas y vivencias. Es genial leerte.

    Besos.

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  5. Que buen post Carlos. Tengo muchas ganas de ir a Budapest y a Praga y ahora con ete reportaje tuyo. Lo mismo nos animamos después de la revisión q me toca en mayo. Gracias por compartir y un abrazo

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  6. tus fotos (especialmente las de los restaurantes) me dicen que Budapest ha cambiado, y bastante : la globalización, vamos ;-) Por mi parte, estoy esperando la cata del gulash (me encanta, es que mi madre solía prepararnos gulash - admito que su versión es menos sopa y más guiso - muy a menudo) y los baños!!! Por cierto, creo que los pimientos que utilizan para el gulash son bastante redondos y pequeños (me compré una "guirlanda" en un mercado tradicional allí), y mejor no tocarlos con los manos, porque se nota que son picantes...

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    1. Fijate Ilse que no probamos ningún gulash especialmente picante, es algo que me sorprendió, y como tú, el gulash que probamos hace tiempo en casa y que os publicaremos el viernes, es más guiso que sopa y nos gustó mucho más que los que probamos.

      En fin, habrá tantos gulash como cocineros... algunos al parecer hasta llevan casquería.

      Un saludo.

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  7. Es como si hubiera tenido un viaje en el tiempo, estuve en verano en Budapest, hicimos el itinerario Praga-Viena-Budapest, y es una ciudad que me sorprendió gratamente, es un lugar maravilloso!!

    Fantástica crónica.

    Mil besos

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  8. Tengo pendiente ese viaje con la Rubia, su hermana y mi cuñado, y casi casi como si lo hubiera hecho viendo tu maravilloso reportaje. Espectaculares fotos, y una entrada completa de verdad.

    Ahora aún tengo mas ganas de ir.

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  9. Jooo qué envidia de viaje!
    Tengo muchísimas ganas de visitar Budapest, de volver a esa zona de Europa que tanto me encandiló cuando estuve en Praga. De hecho, muchas de las cosas que enseñas o comentas me han recordado muchísimo a aquel viaje :). Mis padres ya estuvieron en Budapest y les encantó, y viendo esta primera parte de vuestra crónica sólo crecen mis ansias :P. Qué buen tiempo hacía! Preciosas las imágenes, y la comida tiene una pintaza...
    Esperando con muchas ganas la segunda parte! :)

    Un abrazo

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    1. Dicen que lo ideal es ver primero Budapest y luego Praga, creo que las comparaciones son inevitables, y Praga al parecer es más monumental aunque no por ello más interesante (aunque yo no te puedo decir).

      Y con mejor cerveza, eso dicen.... ;).

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  10. Carlos fantastico reportaje habeis hecho,me ha encantado volver a revivir tambien mi estancia en Dudapest.
    Lo veo mejor que cuando estuve
    saludos

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  11. cómo me gusta ir de viajes con vosotros Carlos, son impresionantes estos post!!! eso sí, debe de haber algún error, porque no me ha llegado mi botellita de Tokaji (me encanta, aquí es carísimo y solo lo encuentro en el club gourmet del Corte inglés! que lo hace vegasicilia, creo...)

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    1. Jejejeje, bueno no sé si sabrás que Tokaji es una región húngara Tokaj-Hegyalja como aquí es Rioja o Ribera del Duero, en esta zona hay buenos vinos y sólo unas pocas variedades de uva son permitidas. Vega Sicilia ha traído unos cuantos de gran categoría, pero claro, nosotros el que probamos, de la variedad Furmint, no nos gustó mucho. Lógicamente no desembolsamos por él un dineral, y nos lo sirvieron algo caliente, mal asunto....

      Un saludo!

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  12. Me encanta este post. Siempre he querido visitar Budapest y me ayuda muchísimo a tener una idea más cercana a la realidad de qué hacer en la ciudad, sus precios, la comida, etc... Gracias y un abrazo,
    Vero

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  13. Estaba esperando desde esta mañana para poder leer tu post detenidamente. Y ya estoy esperando la segunda parte con impaciencia. Me encantaría ir, desde luego, aunque con los niños estos viajes se me hacen casi imposible, aunque no descarto hacerlo. Lo que me ha sorprendido son los precios, me parecen mucho más bajos que en cualquier capital europea. Y además los restaurantes se ven estupendos, y los platos....uff, salvo las tartas que no son mi fuerte, lo demás me ha encantado todo, pero lo que más esos tacos de solomillo sobre risotto de queso de oveja y chutney de ratatouille (no voy a tardar en preparar algo similar, me ha conmovido el plato). Me encanta cuando pones las fotos de las habitaciones de los hoteles, no sabes cuánto me fijo en ellas, para mi la comodidad del hotel en un viaje es fundamental, aunque a mucha gente eso no le importe mucho. Y en cuanto a los zumos de los desayunos estoy contigo, yo ni los pruebo, últimamente me ha dado por exprimirme yo misma, con la ayuda del tenedor, las naranjas, aunque a mi marido no le gusta que lo haga, je,je, pero para mi es fundamental tomar zumo de naranja por las mañanas y paso de probar esos sucedáneos.
    Bueno, ya te dejo, ahh, y con respecto a los paso a paso en las recetas, me encantaría hacerlo siempre, pero por falta de tiempo no lo hago, es difícil cocinar y fotografiar a la vez estando sola. Ese paso a paso de la vichyssoise es muy "Dube", no?, si es que en eso tú eres un maestro, je,je.

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    1. Lo sé, pero deberías de animarte. Gracias por tu comentario Lidia!!

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  14. He estado en Budapest hace unos años y me ha encantado rememorar con vosotros mi propio viaje. Eso si, en aquella epoca aun no dedicaba tanto tiempo a la cocina, así que me perdí alguna que otra cosilla.

    Chapeau por vuestros relatos de viajes.

    Gracias por compartir.

    Bss

    Virginia "sweet and sour"

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  15. Hola, Mercado Calabajio, me has recordado mi viaje a Budapest, creo que fueron de nuestras primeras salidas a Europa y fue maravilloso pero no por libre como vosotros, somos de la generacion en la cual el ingles no parecia "necesario" ¿crees que dos abuelos podrian manejarse sin guias programados?

    Un beso

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    1. Hola Pepa, creo que mejor con guía, sinceramente, os vais a desentender mejor y creo que lo vais a pasar mejor. No obstante el húngaro es muy amable, y la verdad es que se interesan por entenderte, pero sin saber algo de inglés, y en algunas circunstancias, es una verdadera lata, aunque al final de todo se sale ojo.

      Ya sabréis que el idioma húngaro es uno de los más difíciles de entender del mundo, así que el inglés es una herramienta importante para desentenderos en restaurantes, puntos de información y hotel. No nos encontramos a ningún español atendiendo en tiendas y hostelería, como pasa en otras capitales, así que puede convertirse en un handicap conseguir lo que uno se propone

      Un saludo.

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  16. Ay como me gsutan estoe especiales de viajes, son de mucha ayuda!
    Parece que siempre disfrutáis mucho, qué envidia.
    Me resulta curioso lo de los colores del agua, me lo imaginaba al revés, no sé por qué!
    La Sacher estaba tan buena como parece? Ñam.
    Besote

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  17. Que bonito es viajar sin salir de casa, gracias por este corto pero intenso viaje que acabo de realizar en pocos minutos :-)

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  18. pero que envidia sana! gracias por el viaje Carlos.

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  19. Fantastico reportaje!! por favor sigue contandonos mas cosas y recomendandonos sitios. Voy a finales de junio y me vendra genial cualquier recomendacion que nos hagas.
    Besitos

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  20. Carlos menudo viaje. Veo a Budapest mucho mas modernizada que en la época que fuimos nosotros, hace de esto casi 15 años. De nuestros primeras salidas europeas ¡¡¡ que recuerdos me traes a la memoria '¡¡¡ Doy fe que la cerveza de Praga es mas rica y embucha menos. Ahora las salchichas con un pegote de mostaza, mejor las húngaras.
    Nosotros nos hospedamos en Buda.....unas vistas preciosas y pasear hacia Pest tal cual dices una delicia. Espero expectante la 2º parte.
    Saludos desde Almeria.

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  21. Qué envidia!!!! Tengo que darle otra vuelta a tu reportaje, porque no conozco Hungria y estoy loca por ir para allá.
    He tenido la suerte de conocer bastante gente de ese país por mi trabajo.Trabajé varios años con Malev. La empresa en la que yo trabajaba era el receptivo de los clientes de Malev, agencia de viajes, en España.
    Después por distintas circunstancias he tratado con algunas personas húngaras entrañables, Judith, Carine,.... y teníamos un cliente, el Sr. Fotti, que sigue pasando aquí los tres meses de invierno, que cada vez que venía, nos traía una muestra de productos de allí. Tiene varios apartamentos en Budapest y nunca los he aprovechado, qué tonta!!!
    Tengo pendiente de publicar mi receta de Goulash, del libro "Culinaria Hungria", que yo tengo en Francés, porque me lo regaló Carine, que vive en Ginebra, ciudad a la que sus padres emigraron en los años 50, desde Hungria. Ella es la que ahora me trae los productos y la última vez que hice el goulash, lo hice con Tarhonya, que me encantó. El paprika me lo trajo Lola, que el año pasado estuvo de crucero...
    Bueno, me dejo de rollos y voy a volver a leer tu super interesante crónica!! Cómo me gusta la gente que sabe disfrutar!!!!
    Un saludo, Begoña
    (me voy a ver primero que pasa con mi madre, que me parece que hoy se ha levantado sin saber quién es... por las explicaciones que le estoy oyendo a mi hermana....uffff)

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    1. Ays Pobre, bueno, paciencia, qué os vamos a decir.... Gracias por tu comentario y esperamos tu versión del gulash, seguro que triunfas como siempre. Nosotros mañana o el viernes publicaremos la nuestra, a ver si me da tiempo!

      Un saludo.

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  22. Hola Carlos que entrada mas bonita!!!!joer que envidia jejejje bueno quien sabe...alguna podre ir.BESETES

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  23. Yo voy recogiendo todas vuestras vivencias y viajes para cuando sean los peques algo más mayores realizar alguna que otra escapadita. Ya que ahora solo podemos escaparnos un par de días como mucho, y con muchísimo remordimiento por dejarles con los abuelos.
    Menos mal que vuestros relatos nos trasladan por un momento de nuestra "monotonía" a vuestras fotografías.
    Me alegro que hayáis disfrutado y sobre todo relajaros de tanto estrés!

    Un saludo

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    1. ...ya nos cambiábamos nuestra monotonía por la tuya :) Un abrazo!

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  24. Que envidia y que gusto que nos enseñeis lo que hay por el mundo, gracias por compartir tanta maravilla.
    Besitos

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  25. Me han encantado las fotos Carlos. Budapest es uno de mis destinos pendientes. Me guardo tus referencias.
    Y además de tus referencias también me guardo lo de los colores de las botellas de agua.... No veas que apuros he pasado por Europa adelante!!!

    Besotes.
    Lau.

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  26. Que hermoso viaje! me encantaron las fotos y ver un poco de Hungría. Ya me di cuenta que nos encanta ver otros lugares que no conocemos, asi que me parece buena idea hacer el paseo virtual para los amigos :)
    besos

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  27. Carlos me han dicho de siempre que es muy bonita la ciudad!!! nunca he estado, la tengo en pendientes. Bonito reportaje siempre lo hacéis de tal manera que dan ganas de hacer las maletas:))) Bss

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