De puente a Roma (primera parte)
Vamos entonces con la crónica. Nuestro primer día fue de locos. Nos levantamos a las 3:00am porque nuestro avión de Alitalia salía a las 6:00am y teníamos que facturar. Desayunamos una primera vez y nos fuimos para el aeropuerto, donde probamos el servicio del aparcamiento de larga estancia Lavacolla. Es bastante económico y ofrece un servicio de recogida del coche en la terminal, lo cual es muy cómodo, aunque fallaron en dos puntos estrepitosamente, primero, no tomaron correctamente los datos de la reserva por el canal online, aunque esto lo solucionaron en el acto haciendo una nueva reserva, y segundo, al limpiar los coches y devolvérnoslos levantaron una pequeña parte de pintura con la presión del agua de uno de los coches.
Una vez facturamos en la T2 desayunamos algo rápido por segunda vez y embarcamos sin tener que esperar cola, el avión salió puntual con la comodidad de no volar en low-cost, asientos numerados, una atención mucho mejor, facturación sin apenas pegas, y bueno, al ser linea extranjera nos ofrecieron un 'desayuno' un tanto peculiar. Uno podía elegir entre dulce o salado, y en lo dulce no lo sé, pero en lo salado deja mucho que desear, colines salados y un vaso de Pepsi/zumo/té de botellas de 2 litros, es decir, 40 céntimos de regalo.
Menos es nada desde luego. Llegamos a Roma a las 8:15 sin apenas dormir.
Desde el avión un autobús nos llevó al aeropuerto y de allí, a la recogida de maletas. Y una de las mejores cosas que nos ocurrieron en toda nuestra estancia, el servicio de desplazamientos de En Roma Transfer. Por 55€ un chofer nos recogía en la salida de la terminal y nos llevaba a la puerta de nuestro hotel. Si sois varios, ni os lo penséis, daros cuenta que del aeropuerto Fiumicino al hotel en coche estábamos a 40 minutos, y además, en transporte público salíamos por 8€ cogiendo tren/autobús, es decir, en nuestro caso, por el mismo precio ni te movías, que de eso ya tendríamos tiempo. Se paga al chofer cuando te deja en el destino y se contrata desde España sólo dando los datos de los vuelos.
El hotel al que fuimos nos encantó. Lo mejor es que estaba muy bien situado y estaba relativamente recién reformado. Se trataba del Relais Palazzo Taverna y aquí podéis ver una foto de una de las habitaciones, cómodo, de tarima, AC, con desayuno en dormitorio (aunque algo mediocre) y bastante bien de precio. Lo único que falló de nuestro baño fue la ducha que era muy pequeña, pero en otras habitaciones esto no ocurría. Creemos que ofrece bastante calidad para la fama regular que tiene Roma con los hoteles.
Dejamos las cosas en la única habitación que tenían libre y salimos enseguida (9:10am) de visita. Tras pasar y admirar la Piazza Navona obeliscos y sus famosas fuentes, paramos a desayunar de verdad mientras caía el único chaparrón de agua que vivimos allí. Tras más de 6 horas levantados, algunos ya estábamos para paninis/bocadillos y cervezas, así que pedimos una Nastro Azzurro, una de las mejores cervezas que probamos en Roma. Curiosamente la camarera que nos atendió resultó ser una napolitana enamorada del flamenco y de Granada, y se la veía emocionada contando cosas de España, es más, a veces hablaba un italiano tan rápido y cantarín que asentíamos sin entender ni palabra.
De allí y con el sol puesto en todo lo alto, nos dirigimos al Panteon de Agripa, lugar impresionante dónde los haya. Si hubiéramos llegado allí un poco antes con esa lluvia repentina, hubiéramos visto caer el agua dentro formando una especie de estela que al parecer es digna de ver. El panteón está abierto en su techo por un círculo.
De allí fuimos a la famosa Fontana di Trevi, una maravilla de fuente que además de ser la fuente más conocida del mundo, es ciertamente bellísima. Un agua de color turquesa, un sonido relajante, muchísimo ambiente en las gradas, y bueno, hicimos unas fotos preciosas. Con los días fuimos a verla de noche y también nos encantó.
De allí fuimos hacia la plaza de España (Piazza di Spagna) tras serpentear un poco por las calles y admirar la cantidad de monumentos que ni aparecen señalados en las guías o mapas de ciudad. Es alucinante pero Roma es lo que tiene.
Mirad que sandwiches venden tan bien preparados, los había en muchos escaparates.
O los puestos/coche ambulantes que invaden Roma.
O los risttorantes que mostraban su pasta casera en sus escaparates.
Una vez en la plaza de España y tras admirar la escalinata, edificios históricos y aledaños (foto de cabecera en el post), decidimos irnos a comer para posteriormente ir al hotel y dormir al menos un par de horas. Estábamos muy cansados, éramos conscientes que era sábado y la noche prometía.
Tras pasar por una calle que debería de ser la milla de oro romana (Vía Condotti), y cruzar posteriormente zonas en las que literalmente te asediaban los camareros para comer, nos sentamos en la terraza de un sitio con el que no nos complicamos. Estaba cerca del hotel y se trataba de una pizzería de corte turistoide dónde pudimos por fin beber algo, comer algo de pizza y pasta.
Pues la verdad es que las pizzas que servían estaban muy ricas, pese a ser de masa gorda estaban muy bien hechas y las coberturas eran muy correctas. Pedimos una pizza para 3 personas al gusto, una diávola normal y una pizza con salchichas especiadas y verduras.
Con la cerveza veréis que no nos andamos con chiquitas.
No nos salimos del guión y el resto fue la clásica pasta al funghi porcini y una ensalada de rúcula con parmesano.
¿Lo malo?, el agua que era una botella rellenada con agua de grifo y te cobraban a 3€ la botella de 70cl.
No os podemos decir el nombre del local porque no lo apunté, pero vamos, como éste sitio debe de haber a pares.
Recuperamos sueño y fuerzas y a las 18:00 salimos en busca de la Plaza del Popolo (Piazza del Popolo) con las iglesias gemelas y su gran obelisco egipcio. Por un momento parecía que la atención la acaparaba uno que en el centro de la plaza imitaba muy bien a Michael Jackson, menuda expectación.
Subimos después al mirador del Pincio y parque de la Villa Borghese, y de ahí cogimos la famosa calle Via Corso para admirar la cantidad de tiendas que pueden albergar una gran avenida como ésta, sin apenas sitios dónde beber ni comer. Es curioso esto del casco histórico de Roma, no se verán supermercados, cervecerías, ni franquicias, ni restaurantes que no sean osterías o pizzerías. Eso sí, caravanas, sitios de helados o paninis, pero el ambiente y la gente es muy parecida a la española, abiertos, amables incluso demasiado.
A todo esto... como estaba la gasolina, y la vimos aún más cara.
Acabamos esta ruta tomando un helado en la heladería que más nos gustó de todo nuestro itinerario, la Gelatería della Palma (Vía Magdalena). Os podemos garantizar que probamos más de 6 helados en sitios diferentes, y sólo uno le podía hacer sombra, ya os hablaremos de él. El resto nada tenía que envidiar a los españoles.
Los helados variados, con sabores espectaculares. Más de 10 chocolates negros, con canela, naranja, amaretto, nutella, tarta sacher... y más de 50 sabores diferentes a elegir, a cada cuál más rico y original.
No os podemos decir sabores concretos que nos gustaran más o menos, todos eran la repera. 100% recomendable.
Después de esta alegría tan grande que nos dimos para el cuerpo, fuimos paseando hacia la zona bohemia de Roma, el Trastevere. Hacia allá fuimos admirando edificios, tranvías y la zona comercial del río Tiber (en italiano Tevere). Nos encantó este barrio tan peculiar y transitado, las fachadas, los restaurantes y el ambiente, por supuesto.
Después de patearlo, hicimos una cena aperitivo/buffet en un local pequeño con terraza sin mucha hambre y con el vino algo caliente, pero que no estuvo mal y ya nos sirvió de cena. Esto de los aperitivos en pubs y coctelerías iba a dar mucho de qué hablar.
Tras charlar, beber y comer y ponernos al día de todo lo visitado, nos fuimos hacia un pub a tomar unos mojitos y caipiriñas. Nos dieron las 2pm entre risas, recuerdos y anécdotas, y sin duda el día salió redondo siendo un día muy especial que recordaremos siempre.
A todo esto hacía por la noche un gran frescor nocturno, 15º tenían la culpa de que durmiéramos en la gloria pese a haber hecho un día de calor con una humedad el 83%.
Continuará.
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24 comentarios:
**** A T E N C I O N S I D E J A S U N C O M E N T A R I O ****
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Perdonad las molestias.
Ay Carlos, qué nostalgia de Roma me ha venido al leer tu crónica. Los dos últimos años que he ido a Italia he estado en playa o montaña y no he pisado Roma, y no veas lo que la echo de menos.
ResponderEliminarLo que me recuerda que cuando mi primo vuelva de sus vacaciones te va a llevar una sorpresita de mi parte que espero que disfrutes (te dejo con la intriga je je je je!) Un abrazo.
Como he disfrutado con vuestro paseo por Roma!!
ResponderEliminarEsto ha sido acercarme a una ciudad que aún no conozco, he estado cerca, me he pateado la Toscana, pero no he ido a Roma.
Me agobian mucho las multitudes, pero ahi tengo unas ganas locas de ir!!
De momento espero la 2ª entrega..
Abrazos
Qué envidia, enhorabuena por el puente y espero que tengáis muchos más y mejores todavía.
ResponderEliminarYo hace más de siete años que estuve en Roma, también cuatro días. Mi hotel mucho peor que el tuyo. Lo que más me llamó la atención es que es una ciudad "barata" para comer y beber, son precios muy razonables, nada que ver con otras ciudades como Londres o París. Me ha encantado tu relato, me ha traido muchos recuerdos, espero la continuación...., un beso.
ResponderEliminarLa verdad es que las fotos ilustran mucho vuestro viaje!! y que pinta tenian esas pizzas, y los helados por favor!! me ha gustado la entrada
ResponderEliminarQue maravilla de recorrido nos habéis organizado, da gusto comenzar el día en Roma.
ResponderEliminarCuando yo fuí también estuve poco tiempo, solo 3 días y la verdad es que me quedé con ganas de mas...
Siempre engancha, el holelito muy chulo y lo demás...uuuuffff, come, bebe, jejeje
Besines
Nieves
Ohhhhhhhhh que crónica mas chula,estoy esperando ver mas...
ResponderEliminarHoy mis nietos viajaban a Nápoles igual ya han llegado.
Espero la parte two!!!
Me alegro que lo hayáis pasado tan bien.
Besos
a mi Roma me encantó,volveria ahora mismo...
ResponderEliminarVaya con el desayuno salado menos mal que luego habeis podido compensar :)
ResponderEliminarpor el ritmo que llevásteis el primer día, veo que habéis aprovechado al máximo la escapada. la verdad es que Roma tiene tantas cosas que ver que uno se agobia un poco si quiere abarcarlo todo, pero aparte de los grandes monumentos cada rincón tiene un encanto especial.
ResponderEliminarEstoy deseando ver la continuación para seguir disfrutando.
Un besico.
que recuerdos me trae el leerte, de mi ultimo viaje a Roma, que sitio tan maravilloso...
ResponderEliminarTb es casualidad encontrarte y que ya me estes dando envidia. No en serio disfrutalo y ya tienes un seguidor mas, un abrazo
ResponderEliminarSigue contando, que nosotros queremos hacer una escapadita en octubre y ya estoy tomando notas de donde desayunar, comer, cenar, tomar una copita... En fin, lo que tanto nos gusta a todos.
ResponderEliminarSaludos
Para mí ha sido un placer leer esta primera parte de la serie, puesto que no conocemos Roma. ¡Cuántas veces nos darán gato por liebre con el tema del agua! Es importante que la botella la abran delante de uno, pero claro, también puede haber truco en el tema.
ResponderEliminarLos helados tienen todos una pinta riquísima. No sé si conoceréis los de la casa "Nurielle". Hay una heladería en Parquesur, y otras tantas por Madrid. A nosotros nos encantan, y en ocasiones vamos andando hasta Parquesur para merender un helado en el verano.
Las pizzas, tremendas. Y sobre la pasta ya nos contaréis. He oído decir que la que se comercializa en España se queda muuuuy corta.
Ahora a esperar la segunda parte. besos.
Que guay, que envidia sana. Yo visite Roma de viaje de novios y la verdad que me trae muy buenos recuerdos, un pedazo de pizza que nos tomamos y como tú dices yo alucine con los helados, aquí en España en aquella época no lo había visto así.
ResponderEliminarSaludos
Que envidia tan grande me está dando vuestra crónica, no os imaginais la ganas que tengo de visitar Roma y todavía no he podido ir.
ResponderEliminarLos helados son impactantes pero me ha impresionado todavía más lo de los sandwiches, creo que no podría resistirme a probar uno...
Bicos
¡qué lindo Roma! espero sigan haciendo la crónica, qué suerte que solucionaron lo del auto. Esperaré las crónicas gastronómicas. Besos
ResponderEliminar¡Pedazo de crónica! Roma es una de mis ciudades favoritas... Es imposible no disfrutar de ella.
ResponderEliminarMe encanta vuestros artículos-criticas que hacéis. Pero yo prefiero estar en mi cortijo sin tantas multitudes y leeros y disfrutar sin moverme. Saludos
ResponderEliminar¡Qué crónica tan fantástica! Me ha traido a la memoria mi viaje de estudios a Italia. Me enamoré de Roma y espero volver algún día. Por ahora me conformo con esperar la segunda parte de tu relato, ya que este verano me quedo en el pueblo. ¡Otro año será!
ResponderEliminarBesicos maños.
Me ha encantado tu reportaje. Gracias por compartir vacaciones con los amigos virtuales
ResponderEliminarPor cierto, los helados dignos del rey de los helados blogueros
Carlos, muchas gracias por compartir estas bonitas fotografías y vuestra grata experiencia en Roma.
ResponderEliminarItalia es un hermoso país y el tiempo vuela más deprisa cuando se está disfrutando de todos sus encantos.
Nosotros a Roma volveremos si Dios quiere..
http://www.youtube.com/watch?v=-prQ8AE_nvY
Un abrazo amigos y felices vacaciones.
Qué post más completo!!!!
ResponderEliminarMe parece una cagada lo que os han dado en el avión..en fin...
Las pizzas tienen buena pinta desde luego, tengo curiosidad por comer allí de verdad lo que me gusta aunque me han comentado que la pasta no es gran cosa y que la ponen muy al dente, no sé..
Lo que me ha llamado la atención son los helados como no, menuda tarrina puffff como me como yo eso? Jajajaja qué pintaza..
Roma es una de mis ciudades europeas preferidas, ya he estado dos veces y me ha gustado muchisimo recordarla leyendo vuestra crónica, así como descubrir cosas nuevas que me guardo por si hubiera una tercera vez :)) las fotos magníficas!! me voy a por la segunda parte...
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