Restaurante El Olivo en Castillo de Tajarja (Granada)
Y no os esperéis a un Miguel aburguesado, estirado, afrancesado... para nada, Miguel es un hombre campechano, simpático y muy sincero, a poco que le conoces te das cuenta de que es el carisma absoluto del sitio. Mucha gente recuerda precisamente estos fogones no ya por su cocina, que es excelente, sino por el detalle de Miguel sentándose contigo en la mesa a enumerarte los platos del menú que vais a tomar con su toque blanche. Él os recomendará platos y diversas opciones dentro de su pequeña carta y os hará sonreír cuando os enumere sus platos de corte francés con ese mestizaje de acentos tan único.
El local es una casa grande de pueblo habilitada para restaurante. Al entrar por el pasillo o hall de entrada ya te das cuenta que por aquel lugar no ha pasado el tiempo, una decoración añejada, vintage y muy sobrecargada aunque a nuestro juicio confortable. Todo estaba lleno de estanterías, cuadros, libros, placas, jarrones, plantas y a la derecha una pequeña barra dónde uno puede tomarse una cerveza esperando a que le terminen de preparar la mesa. Al fondo el salón (el que veis en la foto) y a la derecha, que no se puede apreciar, una pequeña terraza cubierta. Todo está bastante reconcentrado de mesas, habría un total de 12 mesas dentro y 5 mesas fuera, pero se estaba a gusto.
Al sentaros os daréis cuenta que las mesas son bonitas sí, pero están también están muy sobrecargadas de platos y adornos. Ahora bien, conforme vas probando platos la mesa se va quedando 'pelaíca'.
Aquí podéis ver a Miguel haciendo la ronda de mesas, su mujer Celia (que no aparece) acomodando y atendiendo al personal junto a los camareros. No le sacamos una foto a Miguel en nuestra mesa porque a mí personalmente me daba un poco de apuro. Pero vamos, os podéis imaginar la escena viendo esta instantánea.
Empezamos la comida, para empezar qué mejor que el famoso Foie micuit de canard au torchon de este sitio. Su sabor y frescura resultaban impresionantes, bien especiado y condimentado y un aspecto de fresco impresionante. De verdad que si no hacéis foie en casa o nunca lo habéis probado, ir a probarlo allí... hasta Lola lo probó ¡qué no puede con él!. Miguel nos contó que lo prepara él mismo el día de antes con el clásico Armagnac y con varias especias, y lo guarda en frío durante 24 horas para poderlo degustar en su punto. Un detalle que se nos olvidaba, os daréis cuenta que Miguel es tan sincero que en la charla inicial tan pronto te dice que sus preparaciones son recetas de autor como que te dice que hoy se le ha acabado un producto porque no lo tenía Makro. Ojo, no sabemos si el foie lo compra allí, pero si es así ya lo sabéis en este comercio hay un foie micuit riquísimo. Este que veis es el plato para cuatro y al centro.
El siguiente plato fueron unas alubias a la mondar de Quercy. La verdad es que estaban muy ricas, con un regusto final como a bacalao que nos encantó, salsa de tomate muy bien elaborada y dulzona, creemos que a base de zanahoria o calabaza, y puerro. Las alubias muy tiernas y el plato en general muy recomendable.
Continuó con otro plato de la casa, la Flamiché con queso brie, glaseada a la dauphinois. Muy espectacular, con un relleno dauphinois a base de jamón o tocino, nata y queso (quizás con un toque de vino). Todo dentro de una especie de hojaldre casero grande, muy gustoso y ligero. Se sirve muy caliente y es el plato que más impacta en la mesa. Siguen siendo una ración para 4.
A continuación unas popietas de salmón con col blanca y salsa holandesa. Los filetes de salmón muy buenos sin duda y el relleno, caramelizado y sabroso. La salsa holandesa caliente y bastante acorde con los ingredientes.
Después un queso de cabra con cebolla caramelizada y almendras fritas, aunque veréis que más bien eran almendras tostadas. Es el plato sin duda que menos nos sorprendió, peroestaba muy bueno, a los que nos gusta el queso de cabra, estos platos son siempre agradecidos.
Por último el Confit de canard Sarladais y tomatito cherry dulé, un plato que nos pareció riquísimo. Aquí sirvieron uno por comensal, y de verdad, el sabor era magnífico y la ternura máxima. Muy bien cocinado y aderezado, y los tomates cherry, que él llama cherrys dulé, estaban caramelizados y contrastaban muy bien. Ya nos advirtió él que nos iba a gustar.
Lola se pidió el entrecôte poêlée de buey fileteado con sal maldon y aceite de oliva, carne en su punto de preparación, y se trataba simplemente era un entrecot loncheado conservado en una capilla de aceite de oliva. Se echó de menos una pequeña guarnición.
Los platos del restaurante me encantaron, ya verás cuando los vea Ana de Cocinando entre Olivos...
De postre no nos complicamos, elegimos una tarta de chocolate belga, finos triángulos de un pastel a lo mazacote de chocolate y una crema pastelera. Bien hecho.
En la sobremesa café abundante (te sirven toda la cafetera) y un té verde para mí. Pedir leche.
Se nos olvidaba, durante toda la comida tomamos agua de Lanjarón y dos vinos de lo más normalitos, un clásico Blanc Pescador que nos sirvieron helado, una maravilla este vino económico para tapear, con una aguja y acidez parecida a la del Txacolí (a todo esto estamos deseando probar el Blanc Pescador Premium). Y por último un clásico Enate. La carta tenía varias referencias interesantes y desconocidas para nosotros.
Y poco más. Es de verdad una excelente idea acercarse por este sitio sobre todo si queréis pasar una comida o velada original en un lugar aislado. Os insistimos que es un sitio alejado de la capital y ya os adevertimos que hay que reservar con cierta antelación. ¡Ah! si podéis pedir en la terraza mejor, es más silencioso e iluminado (mirar esta foto).
Y ahora agarraos... ¿sabéis por cuánto salimos? 27€ por barba.
Salud.
13 comentarios:
**** A T E N C I O N S I D E J A S U N C O M E N T A R I O ****
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Perdonad las molestias.
Menudo homenaje Carlos, muy buena pinta todo, excepto el confit, que para mi gusto tiene muy poco tostada la piel. Yo la dejo mucho más torradita, el que quiera que la coma, el que no que la quite, pero el aspecto visual me gusta mucho más con la piel tostada. Un saludo.
ResponderEliminarTengo pendiente volver a Granada este año (ya he ido unas tres veces y no me canso!), así que tendré en cuenta este restaurante. Además esta vez queríamos visitar alrededores, no la capital, con lo que nos va de perlas!
ResponderEliminarGracias!
Un saludo
Hola Carlos, no sabes lo bien que me va a venir toda esta información. El precio me parece muy razonable para todo lo que comísteis. Y el detalle de que te pongan la cafetera Magefesa entera, me ha encantado! Lo voy a tener muy en cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carlos, ¿cómo hacéis para documentaros tanto sobre los sitios que visitais? Os estoy imaginando en plan super reportejo cañero, je je, indagando e investigando.
ResponderEliminarEl restaurante llama la atención desde el momento de entrar, ¿no? Tiene una entrada curiosa, y personalmente, no esperaría encontrarme el salón que se ve. Es bonito.
Y menudo menú, por solo 27 euros. Salir de un restaurante, con la sensación de haber comido muy bien, y por un precio tan majo, le enorgullece a uno de su elección, ¿verdad?
Un beso.
Yo también voy a tener en cuenta este restaurante, porque a Granada voy casi todos los inviernos. El precio una verdadera ganga para lo que habéis comido y el sitio lo veo auténtico, me ha hecho gracia, es que no le falta de nada, hasta un crucifijo he visto en un cuadro en la pared.
ResponderEliminarEl detalle de la cafetera, especial también, en fin, que creo que como dices, hay que ir a verlo y comer en él.
Gracias por estos hallazgos que compartís.
Un beso.
¡Ay se me olvidaba! Quería comentaros por si volvéis a Granada, hay un vegetariano llamado "Raíces" que está muy, pero que muy bien. Una carta amplísima, que no suele ser lo normal en vegetarianos, una atención muy buena y en general muy buen ambientillo, con exposición de arte y otras cositas interesantes. Cada vez que voy me gusta comer allí y nunca defrauda.
ResponderEliminarOtro beso.
Arantxi: bueno, Castillo de Tajarja es para ir a comer a este sitio y darte un paseo por sus inmediaciones, pero ya está (tenlo en cuenta) ;).
ResponderEliminarYolanda: comimos muy bien, hombre, no sales llenísimo, pero con vino y postre creo que es un lugar dónde el dueño no va a lucrarse, va a aguantar muchos años.
Anna: yo sabía que te gustaría, no me preguntes por qué.
Viena, ese sitio lo conozco yo desde chaval, en mis primeros viajes a Granada a casa de mi amigo Gabriel. Iremos, simplemente por conocer su secreto.
Muchas gracias por vuestros comentarios
Impresionante, ya lo creo. Y el precio irrisorio!
ResponderEliminarUn saludo
Carlos, muy interesante, queda anotado, ya sabes que nosotros vamos mucho a Granada, (todos nuestros amigos de la facultad nos reunimos para recordar la época de estudios allí), y aunque ir de tapas nos encanta, también nos gusta en ocasiones disfrutar de los excelentes restaurantes que hay allí.
ResponderEliminarOtro sitio interesante para visitar.
Besotes
He tenido la suerte de ir varias veces, un restaurante 10 con un precio mas que bueno. No estoy de acuerdo con que no sales lleno, siempre hemos acabado a tope. Recomendable 100%. miguel un tio estupendo y celia una señora majisima que te atiende en su casa.
ResponderEliminarPor algo se ven fotos por alli de personalidades.
Don Juan Carlos de Borbon es asiduo y amigo de la familia.
Ya estamos deseando volver!!
ResponderEliminaresperanza dijo...
ResponderEliminarMenudo homenaje Carlos, muy buena pinta todo, excepto el confit, que para mi gusto tiene muy poco tostada la piel. Yo la dejo mucho más torradita, el que quiera que la coma, el que no que la quite, pero el aspecto visual me gusta mucho más con la piel tostada. Un saludo.
jueves, 17 marzo, 2011
Perdona Esperanza, pero el confit que hace Miguel es asi, es confitado, cocido lentamente y la piel nunca es tostada, esta en su punto, te lo aseguro, pásate y lo pruebas...
uy! todos esos platos se ven deliciosos
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