Hola a todos. Aprovechando la degustación reciente de un extraordinario vino txakoli llamado Alialle, el cuál nos lo regalaron hace poco mis cuñados, os vamos comentar cosas sobre esta denominación de origen tan popular en el País Vasco y que fuera de sus fronteras no se le reconoce todo lo que se debería.


No estoy seguro si todos sabréis que el txakoli es un vino blanco vasco un tanto agrio, delicioso, con cierta aguja y que es extraído de una uva autóctona llamada Hondarrabi Zuri (Petit Courbu) hijastra al parecer, de una legendaria uva francesa llamada Courbu. Pero es que ahí no acaba todo, desde hace relativamente pocos años existen variedades de vino txakoli rosado ('ojo de gallo'), elaborado con la misma uva pero cogida más madura y roja, y tinto elaborado con la también autóctona uva tinta Hondarrabi Beltza. Al parecer ambos txakolis adquieren matices muy diferentes al blanco, y deben de ser muy interesantes ya que son mucho más complejos ytoda una novedad. Lógicamente, no tienen ni la producción ni la salida del txacoli blanco clásico, si algún día los probamos, os diremos.

Y qué duda cabe que dentro del País Vasco existen varias denominaciones de origen dependiendo de la zona, los tipos de uva y el clima. La más popular es la Bizkaiko Txakolina (creada en 1993) que incluye además en su reglamento la variedad Folle Blanche y que coincidió con el nacimiento de consejo regulador de la DO. La segunda es la denominación más longeva, la Getariako Txakolina de Guetaria, creada en 1989. Y por último la más moderna (la web está ahora en construcción) la de Alava, la denominación Arabako Txakolina, creada en 1997 y de un clima más seco.


Leemos que el txakoli tendría su origen o la idea, en un vino casero que los viticultores de antaño le llamaban "vino chacolin". Este fermento era un mosto casero hecho con la misma uva pero de sabor y graduación muy diferente al txakoli actual, que poco tiene que ver con ese mosto que muchos llamaban vinagrillo y que al parecer se sigue produciendo en algunos caseríos de forma particular. El caso es que con los años el vino de la zona se perfeccionó y con la reforma ortográfica de Sabino Arana pasó a llamarse "txakolin" y con los años txakoli. No sé sabe nada a ciencia cierta, algunos dicen que ambos vinos son dos vinos diferentes, y que la etimología de txakoli no proviene de chacolín (eso nos ha extrañado), si no que al parecer procede de algo que menciona un investigador llamado José Uría Irastorza que comenta que txakolí proviene de una frase que por antaño se decía “Etxeko ain” (en castellano, "lo justo para casa"), con el tiempo derivó a “etxekolain”, y acabó siendo “txakolin”. No os podemos cecir más, si alguién sabe más cosas que nos las diga.


Y sobre su historia y origen más de lo mismo. Un etnólogo llamado Antxon Aguirre Sorondo comenta en euskonews.com, cosas interesantes sobre el origen del txakolí. Se sabe lógicamente que el vino es parte de la tradición del caserío vasco, pero no empezó a ser popular en San Sebastián al menos hasta el año 1509 gracias un pequeño gremio de 400 podadores de vides llamados vulgarmente "podavines". Este gremio obtuvo la ordenanza por parte de la reina Juana la Loca para poder ejercer como podadores reales, y el vino empezó a producirse para la corte, algunas fondas y para los propios productores. Pero el caso es que tampoco se sabe nada con seguridad, sólo que hasta el siglo XVII no se vendía el txakoli. Sí se sabe que éste se consumía en las llamadas "tabernas de chacolín", pero volveríamos a lo mismo.

Se sabe también que el historiador vasco Garibay, ya afirmaba hacia 1571 que nuestro txakoli era uno de los mejores vinos de toda la península, aunque con los siglos el clero opinara lo contrario y malmetiera con el txakoli como no apto para la liturgia por su agrio sabor y pobre calidad. Así que por esto y hasta el siglo XIX, muchos de los cultivos fueron desapareciendo y sólo se mantuvieron unos pocos, los de la costa entre Zarautz y los de Mutriku. Hoy por hoy, y concretamente desde 1980 (primer Día del Txakoli en Zarautz), el panorama ha cambiado drásticamente, y los litros de producción hoy en día se cuentan por cientos de miles.


Pues eso es lo que hemos podido encontrar. Luego en cata el vino txakoli es de una graduación leve (10º-11,5º) y con una acidez y aguja muy interesantes dependiendo de la zona. Con mucho aroma y un sabor muy ligero algo agrio y agradable ideal para platos como el marisco o el pescado blanco. Es un vino que no supera los 30-40 días en la barrica, después de recogerse la uva entre Septiembre y Octubre. Siempre se debe de consumir a lo largo de la campaña y sus notas afrutadas, ácidas y frescas se van perdiendo en la botella.

Leemos que el txakoli de Getaria (Getariako Txakolina) creado en 1989, es un vino que contiene más carbono y por lo tanto es algo más espumoso. Este es el caso de Aialle, un estupendo txakoli vestido de negro y de primera fila, que nos encantó por su frescura y aroma. Era un vino vivo que acompañó a la perfección un gran picoteo en casa de mis cuñados. No os podemos indicar dónde comprarlo, pero que si os lo cruzáis en el camino comprarlo porque no os vais a arrepentir.

¿Sabíais que el txakoli al servirlo se escancia brevemente?. Nosotros no.

Salud.