Pero ¿sabéis en verdad por qué me ha gustado menos? pues sencillo, primero porque reconozco que tengo muy 'instalado' en mi cerebro ese chip que me condiciona a aceptar a la sopa sólo como primer plato, la nueva cocina (que no es ésta) está cambiando este precepto, y poco a poco iremos borrando este registro. Y lo segundo, que creo realmente que es más importante, es que la sopa de cocido es mi segunda parte favorita de todo este gran plato, después de los garbanzos con la zanahoria la patata y la verdura, y en este cocido, oye, como que no llego. Al llegar a dicha sopa no puedo comer más de lo lleno que estoy. Y es que aunque la carne me gusta, no me apasiona, y claro, con el hambre con que te sientas a comer después de absorber los olores mágicos del plato (ya sea en casa o en el restaurante), al final nos llenamos de lo que menos nos gusta del mismo, esa parte de las carnes. Todo esto os lo comento sin tocar el tema de los sabores e ingredientes, que aunque son parecidos, no son los mismos, y en esta primera parte se nota más el cambio.
Y es que estoy (y estamos) muy acostumbrados al cocido madrileño, sobre todo porque ya sabéis que es nuestra comida favorita, y es la comida que echamos más de menos en viajes y grandes paréntesis. Esta vez pude darme el homenaje fuera de casa, pero era muy difícil que me encantara, y aunque nunca pretendí compararlo, lo acabas comparando con el nuestro porque en realidad es un cocido. Lo que me alegra es que también se coma por partes, como mandan los cánones, luego ya el orden va en gustos.
De todas formas, e independientemente de nuestras preferencias, el sitio dónde lo comimos se me antoja mágico, se trata de un restaurante muy conocido en la zona, Casa Maragata II detrás del ayuntamiento de esta preciosa y dulce población, que a todo esto, desde aquí os recomendamos visitar pese a que no entramos en varios de sus principales monumentos. Además, pasaréis una jornada bastante tranquila recorriendo los cientos de tiendas dedicados a la mantecada y al hojaldre de Astorga o lo que llamamos nosotros mielito. Sobre esto, os publicaré otro post dentro de poco.
Eso sí, a media mañana entrar en alguna de estas catedrales del cocido maragato y degustar los sabores de la zona. Ojo, es muy recomendable este sitio si tenéis muy claro que vais a comer este plato porque si no os van a ofrecer sólo un vaso de agua. No tienen nada más, algo que por otro lado se agradece porque en estos detalles se nota la profesionalidad y experiencia con el mismo, y se nota en cómo lo ofician, y lo rápidos que son. Es como una casa de comidas (pero muchísimo más bonita) que ese día hay lo que hay, aunque en este caso todos los días sea lo mismo.
Pues empezamos con las carnes, y éstas eran 10, gallina, cecina, morcillo de vaca, tocino, chorizo, oreja, pata, lacón, panceta y morro. Luego añadieron bolas de relleno, a todo esto, si no sabéis como se hace os recomiendo ver mi post de cocido madrileño. Todo estaba muy bueno, y la cecina, que pensamos que era jamón, nos gustó. Por lo demás mucha ternilla y bastante grasa, pero bueno, se baja fácilmente con vino (el que ponen de la casa algo peleón) y un buen paseo, algo que no hicimos y el cocido pasó factura.
Después llegaron los garbanzos, la patata y el repollo. Todo estaba perfecto, aunque estaban como embadurnados con algo de grasa del cocimiento, y la digestión se hizo más pesado. Podíamos repetir cuanto quisiéramos, pero no lo hicimos y menos mal. Los garbanzos la verdad es que excelentes, extraordinarios, yo creo que cerca del 10. Y qué sean un poco colorados, suponemos que es por eso, por el pimentón del chorizo.
Por último la sopa, que además de ya no poder más, su sabor nos gustó menos que la del cocido madrileño. Era más aguada, un pelín más ácida (probablemente por la cecina) pero vamos, lo peor de todo es que estaba algo clarucha, pero buena en todo caso. Los fideos los sirvieron algo pasados, pero se podían comer perfectamente. La cantidad eso sí exagerada, y también nos ofrecieron muy amablemente repetir, pese a que dejamos la mitad de la sopera (no tengo foto).
De postre, natillas industriales pero buenas, bizcocho astorgano y queimada a demanda. Pan, vino, refrescos, café/infusión y agua, todo por 19€ por persona. Un regalo bendito caído del cielo en un sitio bonito, bien situado y bien atendido. Me quedo con los garbanzos, las cantidades y la atención, todos extraordinarios.
Pero vamos, lo peor vino luego. Caminamos poco y al volver en coche a Madrid hubo momentos en que nos queríamos morir porque el cocido, al tener más grasa de lo que estamos acostumbrados (sobre todo ya os digo que en la legumbre), empezó a repetirnos y a resultarnos algo más indigesto de lo normal, pero bueno, en parte la culpa la tuvimos nosotros. Yo no cené y punto.
De todas formas lo recordamos con mucho cariño, y los astorganos en general fueron muy atentos y amables, y pasamos un buen día. Volveríamos sin duda, pero con un largo paseo asegurado.
Salud.
Me ha resultado curiosisimo todo lo que me comentas, no lo cocnocia, y me ha venido bien, porque yo hubiera esperado un cocido diferente pero servido en orden-vamos en mi orden- . Asi que anda..ve por esos mundos de Dios y abreme camino!!!!
ResponderEliminarJejejeje, pues vas a tener que esperar porque las proximas vacaciones creo que tienen ya sabor a 2009. ;) Un saludo.
ResponderEliminarSupongo que somos animales de costumbres y el servirmos el cocido al revés se nos hace extraño, yo suelo hacerlo "del derecho", je, je, je, .. demasiada grasa parece, y es normal que quedases lleno con tanta abundancia de cosas.
ResponderEliminarDices que el caldo de la sopa un poco agrio, bien, una cocinera de esas de fonda de pueblo de toda la vida me comentaba el otro día que la col si se ponen en un caldo y se deja de un día para otro en él, agria el caldo.
No se, prefiero creérmela.
besos
Hola Carlos, yo probé el cocido maragato en Castrillo de los Polvazares en un pueblecito medieval encantador cerca de Astorga, y tengo que decir que estaba delicioso, los garbanzos tiernitos en su punto, las carnes con un sabor extraordinario y la sopa fenomenal, pero si que es cierto que se hace raro invertir el orden al que estamos acostumbrados.Un beso
ResponderEliminarDolors: pues a lo mejor era la col, vete tú a saber. Es que era como si le hubiéramos echado dos gotas de limón. Estaba buena, muy buena, pero algo insípeda.
ResponderEliminarmartuki: sí que se hace raro, pero estoy seguro que con un par de maragatos más a las hechuras, me acostumbraría antes.
Gracias por escribir a las dos.
Un saludo.
Dios mío, ese cocido maragato me parece una maravilla para estos días fríos de preludio del invierno, aunque yo creo que no podría con todo
ResponderEliminarBesos. Ana
Carlos, me ha encantado leer esta entrada de hoy y recordar nuestro paso por Astorga.
ResponderEliminarVeo que nos llamó la atención lo mismo: el "orden" de la sopa, el rápido servicio, y lo escueto del menu, o cocido maragato o cocido maragato.....
Un abrazo,
María José.
Carlos, yo pasé hace unos años por ese restaurante y también comi el cocido maragato. Me gustó pero comí poca carne, por que como a ti, lo que más me gusta del cocido es la sopa y los garbanzos. La gente alrededor comía verdaderas barbaridades, pero supongo que es costumbre. A mi me gusta más el cocido madrileño tradicional !!Me encanta!!!! A pesar de eso Astorga me gusto muchísimo y volveré, pero comeré en otro sitio...
ResponderEliminarUn saludo, Begoña
Ana: es cuestión de hacer hambre... pero vamos, con todo no pudimos.
ResponderEliminarMaria José: es así, tal cuál lo mencionas. Repetiríamos.
Begoña: vaya, pues qué casualidad. Yo estoy contigo, prefiero el madrileño.
Un saludo.
Yo lo comi el verano pasado en la casa rural en la que me alojaba a 6 km de Astorga "La Lecheria" en Val de San Lorenzo. Os puedo decir que estaba exquisito, los garbanzos de pico pardal de vegas bañezanas, una pasada. Por supuesto después teniamos la habitación cerquita y fue tarde de supersiesta, je, je.
ResponderEliminarEstoy totalmente seguro que el garbanzo que pedimos era pico de pardal, eran cremosos, diminutos, con un ligero 'pico' y en pleno Astorga. Aunque no lo pregunté, ya sabes que en esto los restaurantes, ante tu propia duda, tiende a mentir (como cuando preguntas si es pescado es congelado). Eran fabulosos. Un saludo y gracias por escribir.
ResponderEliminarPara mí es el mejor cocido. Será porque soy del Bierzo y lo tengo más acostumbrado. Allí somos bastante carnívoros y empezamos por la carne que es lo que más nos gusta, jeje.
ResponderEliminarHe aquí la explicación Maragata de porqué la sopa va al final:
“Cuando los maragatos, recorrían las tierras de España como arrieros, llevaban entre los utensilios necesarios para sus largos desplazamientos, una fiambrera circular de madera con su tapa también de madera, donde guardaban en ella porciones de carne de cerdo cocida, que se conservaba fresca cierto tiempo. Al llegar a las posadas o mesones comían primero lo que ellos llevaban en las fiambreras de madera, por supuesto alimetnos fríos, y para terminar y "entonar" sus estomagos pedían al mesonero o al posadero una sopa o caldo caliente.”
Saludos!!
Exquisito, como el madrileño, charro, andaluz, Formas diferentes de comerlo pero riquísimos todos. Ah, no se dice leonense, se dice Leonés. Preciosa tierra cuna de La Maragateria
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