Quesitos El Caserío, nuestras porciones de queso fundido

Hola amigos. Hoy quería rendirle un pequeño tributo muy especial a los famosos quesitos El Caserío. Bien es verdad, que ahora no los consumimos tanto como hace años y que es un producto al que ahora le ha salido una terrible competencia incluso dentro de las marcas blancas que antes no tenía, pero es indudable la importancia que ha tenido este producto en nuestras vidas y la repercusión que tuvo hace más de 50 años en todos los hogares españoles. Por favor, decirme de alguno que no los haya comprado o no los haya devorado de pequeños, o usado en bocatas, sandwiches, postres, pizzas, cremas etc. Si no fuera porque los quesitos El Caserío son un producto industrial, yo creo que deberían de estar protegidos por el IGP o pertenecer a nuestro patrimonio nacional gastronómico de forma oficial.


Leo cosas interesantes sobre los orígenes de las porciones de queso El Caserío. Estos se remontan a los años 30, cuando su fundador Pedro Montañés de Villalonga empieza a fabricar con sólo 22 años un queso fundido utilizando el queso artesanal que se producía por aquel entonces en las fincas (llocs) ganaderas de Menorca. Este electricista de oficio nació en la finca agrícola de Subaida, y no tardó mucho en darse cuenta que el exquisito queso menorquín (mahon) existente poseía unas propiedades ideales para ser fundido. A todo esto, esta finca pertenecía a su familia desde el año 1843 y era también productora de leche de vaca frisona (Holstein). Así que en vista de este descubrimiento en 1929 se marcha a Toulouse para conocer muy de cerca el proceso de fabricación del queso fundido que por aquel entonces era un producto totalmente desconocido en España. Así que se formó, y volvió a España con conocimientos innovadores y la técnica aprendida.

Al parecer, y tras el fallecimiento de su padre en 1930, Pedro no sabía que le esperaba un año de grandes pasos adelante. Primero fue a Francia donde entró en contacto con los propietarios de la famosa marca francesa La vaca que ríe (La vache Qui Rit, Laughing Cow etc) en 1921, convenciéndose él mismo que la iniciativa de esta producción era muy interesante. Luego viajó también a Ginebra con un queso de Mahón debajo del brazo (como aquél que dice) para reunirse con los propietarios de la empresa suiza de maquinaria Kustner, dónde fabricaron su queso fundido con una maquinaria especial. Allí, en los innovadores laboratorios de esta empresa, se probó por primera vez este queso de Mahón fundido.

Ahora sólo le quedaba regresar a Menorca y eregir la nueva fábrica para transformar las piezas del famoso queso menorquín (formatges menorquins) gracias a la leche de las fincas de la isla en unas sorprendentes y pequeñas porciones de queso fundido como imitación de las porciones de La Vaca Que Ríe de Leon Bel. En ese mismo año, noviembre de 1930, se incorporaron como accionistas al proyecto dos empresarios menorquines llamados Massanés y Mir, y por fin importan la maquinaria necesaria. Al parecer los primeros quesitos se comercializan el 7 de Enero de 1931 bajo el nombre de Industrial Quesera Menorquina y lo curioso es que leo que las famosas cajitas de cartón que contienen las porciones se compraban ya terminadas.

Luego y llegando a los años 50, dice la web algo curiosísimo "[..] durante la guerra civil y para asegurarse la producción, la empresa menorquina adquiere en un desguace un submarino con el que desarrolla su propia maquinaria y así continuar produciendo el queso". No lo he entendido muy bien y me gustaría saber más al respecto.

Foto extraída de filminas

Bueno pues ya en mitad de siglo XX cuando la marca El Caserío se impone en el mercado. Los célebres 'quesitos' se acuñan en nuestro vocabulario, y la empresa se alza hegmónicamente como producto de consumo generalizado no sólo por su innovación, sabor o textura, si no también por su versatilidad y gran conservación en su caja, y se empieza a distribuir por toda España, con la única competencia real de La Vaca que Ríe pero sólo en las grandes ciudades.

Lo años pasan y la hegemonía se impone. Por último, en 1992 El Caserío pasa a depender del grupo Kraft Foods a la vez que el fundador Pedro Montañés fue condecorado con la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma de Baleares. Pedro nos dejó al poco tiempo.

Pues ya veis, la historia es muy interesante. Entre los amigos (y compañeros) hemos discutido esta semana pasada sobre algo muy español, saber de quién eres, de si de la Vaca que Ríe (LVQR) o de El Caserío, y hay opiniones de todo tipo. Ambas marcas son estupendas aunque quizás la de LVQR sea mejor en boca (más tierna). Pero a mí me tira mucho lo hecho por aquí con trabajo y tesón, además, el queso de mahon me encanta y aunque ahora no sepa seguro si siguen trabajando con él, me quedo sin lugar a dudas con El Caserío que además es algo más barato (20 céntimos de media). A veces, hay que conocer las cosas, para poder opinar sobre ellas, y creo que es verdad, de El Caserío me fío.


Salud.

14 comentarios:

  1. Lo siento Carlos, soy de "La vaca que ríe", son los quesitos que he comido toda la vida y sigo siendo fiel. Entonces era los que más me gustaban con diferencia, hoy en día no tengo ni idea por que no he probado otros.
    A pesar de todo y de lo afrancesada que soy por educación, creo que tienes razón en defender lo nuestro y a las personas que fueron capaces de sobresalir por meritos propios.
    Un saludo, Begoña

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  2. Hola Begoña, lo entiendo. Aquí en el trabajo piensan igual que tú, pero no pasa nada si para gustos los colores. Sé que es algo más algo nostálgico que objetivo, pero bueno, yo ahora no compro ninguno.

    Y... veo que como buena española que ya eres, ya te has inclinado por uno jejeje.

    Un saludo.

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  3. Que bueno Carlos!!!!, en casa tengo a mi hija pequeña que es de la vaca que rie y la mayor dice que no tiene nada que ver, que le gusta mucho mas el caserio...viva la democracia. Un beso amigo

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  4. Hola Carlos, para nosotros, los españoles, el quesito, por definición es El Caserío, aunque compremos otras marcas, sea "La Vaca..." marcas blancas, etc. es como la gaseosa, para casi todos, sea la marca que sea, el tinto de verano es con "Casera".
    Pues le damos las gracias al Sr. Montañés y a ti por tan magnífico post.
    Y en cuanto a mi, ya estoy de vuelta y pronto me pondré "manos a la obra", esta semana sin falta.
    Un beso

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  5. Hola Carmen, pues mira... me has alegrado la mañana!!!.. ¡¡Qué bien!! Pues me algero mucho de tenerte por aquí en la blogesfera. Ya se te echaba en falta, pero desde el segundo día que faltaste ;). Un saludo fuerte y ánimo!!!.

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  6. Hola Su, pues con tus dos hijas habrá en casa 'variedad', y eso es lo importante ¿verdad?.

    No sé, en mi caso particular, el corazón me tira por El Caserío, aunque la cabeza luego me tire a por alguna marca blanca (por el precio y la calidad) o a por La Vaca que Ríe por su ternura, historia y calidad. Daros cuenta que además ellos fueron los pioneros, y eso es una realidad.

    En el fondo todos tenemos razón.

    Un saludo.

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  7. Hola Carlos,
    Que curioso lo del submarino de desguace para continuar la producción en tiempos de guerra ¡que ingenio!
    Hay que reconocer que la publicidad de la epoca también tenía su gancho.
    Yo, por tradición también soy de El Caserio.
    Un saludo,
    Anna

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  8. Pués aunque recuerdo tomarlos de pequeño, no recuerdo que marca se compraba en casa. Eso si, ¡me encantaba!
    De todas formas es curioso que "El caserio" incorpora en su imagen, una "vaca que rie".

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  9. Buenasmigas, yo también soy más de El Caserío, aunque el queso Kiri también es de Bel, como La Vaca que Ríe, y me derrito...

    Raúl: anda que no!! jejeje

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  10. Carlos, cuando yo era pequeña solo había en la tienda (única en el pueblo) caserios.
    Cuando probé La vaca que ríe, ya más mayorcita, lo encontré distinto, claro era la costumbre. Curioso solo compro El Caserio, claro, yo no lo cambio.

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  11. Hola dolorss, entonces más o menos coincidimos en todo.

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  12. Carlos hoy me acuerdo mucho de este post tuyo en homenaje a los quesitos El Caserío. Y me acuerdo mucho porque hoy ha cerrado la empresa en Mahón. Toda una institución. Que pena!!
    Unabrazo

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  13. Ya lo oí, la verdad es que me dieron ganas de escribir un artículo diciéndolo, no sé si lo haré. Garcias Carmen, una pena sí, como lo de Frigo en Barcelona en Noviembre u Octubre, no me acuerdo.

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  14. Como aportación a tu artículo, que me parece fantástico, he de señalar el nombre del diseñador que creó el famoso logo de El Caserío; fue el madrilenño Francisco Martínes Chaves al que conocí ya que soy amigo de sus hijos. Sobre él y su obra estoy escribiendo un artículo en una nueva revista digital de arte y diseño que se llama "Pulsa F13", por ahora tenemos la web : http://pulsaf13.com
    Cuando esté publicado el artículo te pondré el enlace.
    Saludos.
    Javier Del Barrio

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