¿Por qué da gases la legumbre?

Creo que muchos de vosotros sabéis que ciertos alimentos nos producen gases y malestar durante una buena jornada y siempre nos hemos preguntado por qué se produce ya que muchas de esas veces hemos querido remediarlo o comprender sus causas, y finalmente ha sido imposible.


Y no sólo con legumbre, si no con algunas verduras o con algunos purés. Esto de la flatulencia abarca un margen muy amplio, también se le conoce como meteorismo y según la revista digital consumer "se caracteriza por un exceso de gases que se acumula en el intestino y que además de provocar una distensión abdominal (hinchazón del abdomen), causa espasmos intestinales". Porque no creo que sepáis que el gas existente en el intestino procede de dos vías distintas, la primera es del aire que se ingiere al tragar los alimentos (mínima en cualquier caso, se le llama aerofagia) y la segunda del producto de la fermentación que llevan a cabo las bacterias de la flora intestinal (intestino grueso) generando gases formados por anhídrido carbónico, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno y algunas veces metano (su mal olor se debe a azufre o anhídrido sulfúrico que huele como a podrido).

Hay mucha gente que estos síntomas le repercuten en un malestar bastante importante (depende la flora intestinal de cada uno entre otras cosas), provocándoles hinchazones abdominales muy molestos, vómitos, síndromes del globo gástrico (los conocidos retortijones atrapados en nuestro organismo) y que no es más que aire molesto circulando por el intestino y estómago. Hay otros que simplemente con la eructación (eliminación de flatos), suelen solucionar una digestión más compleja.

En las legumbres por ejemplo, esto es provocado por un contenido un alto contenido en oligosacáridos no digeribles, en concreto la rafinosa y la estaquiosa. Estos oligosacáridos son resistentes al ácido gástrico y a la acción de las enzimas digestivas, y por tanto entran intactos en el intestino grueso y son fermentados por las bacterias que residen en él. Como consecuencia de esta fermentación se forma gas, hecho que explica los problemas de flatulencia o los gases borborigmos.


Para evitar tener estos incómodos gases internos, lo mejor es comer sin estrés, hacer una digestión pausada y con la boca cerrada sin tragar demasiado aire extra en la masticación o deglución. Evitar en lo posible la ingesta de muchos líquidos durante la comida (un poco vino siempre se ha recomendado) y como no, y si no os importa, hacer las legumbres purés para evitar digerir la piel de algunas legumbres. Como veréis hay formas de pormenorizar sin mucho esfuerzo (ni gastos) estos molestos efectos secundarios, pero ojo, a no ser que sea un cuadro gástrico grave nunca dejar de tomar legumbre o verduras porque cometeremos un craso error, si nos can mal, hay que reeducar de alguna manera nuestra ingesta acudiendo a nuestro médico endocrino.


Tambíén, si la situación es delicada, deberíamos atender a cambiar nuestra dieta, es decir, reducir el consumo de varias cosas. Primero de las cantidades de verduras y legumbres con alto contenido en azúcares (rafinosa, oligosacárido o azúcar complejo) presente en verduras como coles de bruselas, broccoli, coliflores, espárragos y otros vegetales. Evitar también la ingesta continuada de verduras con alto contenido en fructosa, alcachofas, cebollas o trigo. La ingesta de sorbitoles, naturales y artificiales (sacarinas, chicles sin azúcar o frutas en general). O lactosas (leche y derivados lácteos). Reducir en parte almidones (tallarines, fideos, trigo (excepto el arroz). O la ingesta continuada de fibras vegetales solubles e insolubles. Las fibras solubles se disuelven y forman en el intestino como una gelatina que puede generar gas durante su digestión. Por otro lado, la fibra insoluble, pasa por el intestino sin ser modificada y produce menos gas.


Luego, cocinando la legumbre se dice también que asustándola, es decir, añadiendo agua fría tras sus primeros hervores de la misma se reducen estos oligosacáridos de alguna manera, supongo que esto estará demostrado científicamente, si podéis, lo hacéis. También existen métodos más triviales como mezclar la legumbre con verduras o patatas o con condimentos de los que llaman carminativos, es decir, previenen los gases del organismo, tales como anís, comino, romero, hinojos o tomillo, entre otros.

Yo personalmente recomiendo cambiar nuestra dieta y tomar siempre que se pueda y de postre piña natural (lo hemos hecho en mi casa siempre) ya que esta fruta (y más en natural) posee una enzima llamada bromelina o bromelaína, que según esta misma revista digital, "[..] se trata de una enzima proteolítica, es decir, capaz de "romper" las moléculas de las proteínas dejando libres los aminoácidos que las forman. Asís se explica que dicha bromelina se usara desde antiguo en la industria alimentaria para ablandar las carnes y hacerlas más tiernas.


Y siempre nos queda chicos la infusión digestiva de manzanilla y/o menta poleo, o tomar un par de comprimidos de aerored o flatoril, químicas a veces efectivas, pero no siempre y que no debemos de olvidar que se deben de tomar siempre, consultando previamente al médico.

Nada más, que comáis mucha legumbre y que paséis unas felices digestiones.

Salud.

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