Bueno hoy os voy a colgar una receta de esas que te chupas los dedos, se trata de un pollo asado con limón, uvas y frutos secos, nada más y nada menos. Por las uvas lo convierte en un plato de temporada pero realmente esto es algo anecdótico, puedes sustituirlo por otras frutas como cerezas, manzanas etc, aunque os advierto que las uvas le dan un punto a las salsa bárbaro.


Se trata pues de un pollo al horno con guarnición y especiado, dónde lo que triunfa realmente es la salsa, una salsa agridulce repleta de frutos secos y muy sabrosa al gusto, sin olvidar el sabor de la carne que es algo muy sabroso. A tu elección queda si quieres pasar la salsa por el chino cuando finalices el guiso o dejarla tal cuál, yo prefiero disfrutarla tal cuál queda desde luego.

Bueno, el plato no es nada del otro mundo pero os cuento, la idea se me ocurrió en base a varias recetas pero que duda cabe que como el limón es algo más que una pasión para mí, decidí utilizarlo en más medida que lo habitual y de nuevo le hice protagonista de un plato que finalmente resultó ser un éxito, plato que viste una buena mesa, sencillo de hacer y que encima cocinarlo provoca que en vuestra casa huela durante un día entero a esos asados mágicos que reúnen a toda la familia. Mmmmmmmm...


¿Trucos o consejos? Pues no sé, os cuento un poco lo que compro y elijo. Yo siempre que puedo compro el pollo blanco de la marca Avicú a unos 2,75€ el kilo, en Dia por ejemplo es dónde más barato lo he visto (hasta a 1,95€), ¿por qué Avicú? pues por nada en especial no os creáis pero casi siempre la pinta del ave, que es española, es sencillamente magnifica. También deciros que la empresa es de fiar, empezó como cooperativa en 1949 aunque hasta 1992 no vemos sus productos como los vemos ahora. La empresa está en Guadalajara, y por lo que veo posse los suficiente certificados de calidad como para fiarte, entre ellos, el de AENOR.


De todas formas, yo que compro pollo industrial para los asados os recomiendo esta marca, pero si compráis aves camperas de corral o maíz, aquí ya no os puedo aconsejar, supongo que la mayor parte de marcas serán excelentes, a mí para los asados y fritos me gusta más el pollo blanco, porque es más suave y no veo que el resultado compense, en cambio para pepitorias, pucheros o cocidos prefiero las aves amarillas (incluída la gallina). Y que sepáis que por regla general estas aves libres son más sanas que las blancas, contienen menos grasa, son más sabrosas y nunca están medicadas, aunque a veces no merece la pena hacer (por ejemplo) un pollo frito con un ave de campo, en fin, sobre esto cada uno decide lo mejor.


Bueno, pues a la hora de elegirlo en el stand, primero es ver qué tamaño nos conviene, algo lógico por otro lado pero es bueno recordarlo, luego ver la caducidad, sobra deciros que cuanto más lejana sea mucho mejor pero cuidado si lo compráis envasado porque el plástico debe recubrir perfectamente el producto. Observar también si la carne es firme, la piel es tersa y clara, que no tenga manchas amarrillentas ni zonas remequedas por las cámaras frigoríficas, y por supuesto que esté correctamente limpio de plumas y pelillos.

No obstante, yo lo compro eviscerado, no porque sea mejor si no porque lo que cuesta de más (1€ el kilo) te lo ahorras en peso al quitarle vejigas, molleja, hígado etc.. pero vamos, esto es relativo, en verdad es más barato aunque atención, si las fechas de caducidad son ajustadas, mejor optar por comprarlo limpio por si a lo mejor no se ha conservado bien algún órgano en la cámara. Limpio no guardar en la nevera más de dos días.

Y a la hora de asarlo cuidado al darle la vuelta, hazlo con unas pinzas de horno escondidas dentro del pollo y abiertas, giralo así con ayuda de un tenedor cogido con la otra mano. Otra cosa, no embadurnéis la piel justo antes de terminar el asado, dejaría de crujir esta parte exquisita del pollo. Si tu horno no es muy moderno, pon al final el grill, en la última vuelta; y por último, si sois dos personas, comeros las extremidades y rebañar bien los huesos, y las pechugas dejarlas para una buena ensalada, no os váis arrepentir. Ah! si ponéis de guarnición patatas asadas acertaréis de pleno porque es una manera muy inteligente de aprovechar la salsa, que al final, será abundante ya veréis.

En fin, que si tienes un poco de tiempo y mucha hambre animaros, no os arrepentiréis. Ah! se me olvidaba, si alguien ha estado en este restaurante que comente por favor sus impresiones.

POLLO AL HORNO CON LIMON, UVAS Y FRUTOS SECOS

INGREDIENTES

1 Pollo limpio
200gr Uvas blancas
1 limón limpio en pedazos
Zumo de un limón
6 dientes de ajo
½ cebolla
1 hoja de laurel rota
Pasas
Piñones/Almendras/Nueces (lo que queráis)
Orégano fresco (opcional)
Albahaca fresca (opcional)
Tomillo fresco (o en especia)
Vino blanco
Pimienta y Sal
Aceite de Oliva Virgen Extra

PREPARACION

Se limpia el pollo perfectamente y se lava. Una vez lavado se embadurna de aceite y luego de un poco de sal. Se coloca en una cazuela de horno y dentro se le introduce un par de rodajas de limón, uvas, unos ajos, cebolla, laurel, en fin, lo que se quiera.

Fuera se colocan uvas limpias, los ajos enteros, algo de cebolla, las especias que gustes y un poco de zumo de limón y vino a parte iguales.

Se mete al horno a 170º una hora por arriba y una por abajo, teniendo en cuenta que el último cuarto de hora por cada lado se ponga a 220º.

Se va regando de vino y limón según demande el asado.

Se sirve con ensalada.