Bar La Parada en Zalamea de La Serena y recogida de la aceituna 2018

El bar La Parada en Zalamea de la Serena (Calderón de La Barca, 49) es de esos bares únicos cargados de historia en una zona que es un verdadero erial gastronómico. A Pascasio Gil, su dueño y fundador, 60 años de oficio corren por sus venas, se le sigue viendo por allí, rodeado de sus camareros, amigos y sus reliquias y antigüedades distribuidas por todo el bar, mezclando carteles antiguos con alguna botella vacía de champagne mágnum de 4 litros que algún cliente le habrá regalado.


Su bacalao y su montado de lomo quizás sean las 2 propuestas más conocidas dentro y fuera de Zalamea, y dentro de su amplio repertorio de tapas y raciones, que van desde unas populares bravas hasta unos siempre 'conflictivos' pajaritos fritos, conflictivos nos referimos por el pasado de este ancestral bocado no por lo que realmente es ahora.


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Para comenzar te sirven con la bebida unas deliciosas aceitunas curadas que no desmerecen una mención ya que esta zona tiene mucho olivar y la cultura que hay detrás del verdeo es mucho mayor que la del aceite, además la aceituna verdial de Badajoz es una delicia.

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Primero llegó a la mesa el montado de lomo que no es más que un bocadillo de lomo de cerdo con lechuga, tomate y alioli. Ningún misterio, es cierto, pero es muy grande y servido en ese buen pan es perfecto acompañado de una cerveza.

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Luego llegó el bacalao, el rey de la casa. Excepcional, deliciosas piezas, casi todas magras con muy pocas espinas, que imitan a las conocidísimas tajadas de bacalao madrileñas. El bacalao está perfectamente desalado por ellos y el rebozado es espectacular. Quién venga por esta zona tiene que venir a probarlo. Una ración generosa para 4 personas.

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Y os recomendamos comerlo cuando se atempere, en ese momento la jugosidad y gelatina están más presentes y las manos quedan impregnadas de ese 'pegamento' natural tan delicioso, sobre todo con las piezas con la espina central.

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Precios populares y ambiente 100% de bar, no dudéis en venir por aquí si venís por esta zona.

Por lo demás lo de todos los años, recogida de la aceituna que tenemos en el pueblo de mi suegro (Retamal de Llerena). Curiosamente llevamos un par de años que la aceituna se ha picado un poco, parecen picaduras de la famosa mosca del olivo. Como son lesiones muy superficiales si la aceituna se trata individualmente éstas se pueden eliminar de la superficie con un cuchillo. Este arduo trabajo lo hace mi suegro en Madrid.

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Lo primero que uno piensa es que este año haya empeorado el aspecto por la humedad que ha habido en el mes de octubre, pero el año pasado recordamos que el calor se dilató en el tiempo y ocurrió algo parecido. Ya llegó el momento de aplicar algún control fitosanitario, y según nos han indicado (gracias de nuevo Helenio) lo haremos para el verano. Si alguno está interesado le contamos por email.

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Y poco más que añadir, ah sí, ¡qué sería la vida sin los sagrados almuerzos!

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Y bueno, el cocido que puso mi suegra, teniendo en cuenta la logística que hay en una casa del pueblo, con ello puso el gran broche al día de la recogida de aceituna.

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Salud.

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