El caso es que mi hermano siempre quiso cultivar una Satsuma en una maceta grande, parece que por las fechas del anaranjado del fruto (noviembre) compraría una Owari, pero son conjeturas. El caso es que compró el árbol en la tienda Baumaux hará algo menos de 3 años pero lo sigue teniendo en un tiesto pequeño en su terraza de un séptimo piso. Los resultados no han sido del todo satisfactorios, frutos insulsos y sin mucho valor, nada que se asemeje a lo que él recuerda hace 40 años. De hecho la maceta la quiere regalar y probar con un nuevo limonero.
A ratos he seguido charlando con él durante estos días, recuerdo que también nos comentó que había una mandarina relativamente temprana, aunque no tanto como la satsuma, que era mucho mejor que ésta. Se trataba de la PRI-23 del grupo de las clementinas, siendo en su etapa temprana más dulce y agradable que los injertos japoneses, y quizás la primera en venderse en temporada la cuál recuerda al sabor de las variedades de mandarina habituales. Hablamos de la última quincena de septiembre.
Pues bien, hace poco la gente de Naranjas Mirador nos hizo llegar esas curiosidades a casa, mandarinas satsumas okitsu y la comentada PRI-23. También hemos probado sus caquis, aunque no nos han madurado bien, es temprano aún, y las primeras granadas de la campaña, de la variedad israelita Acco y de producción nacional, de color muy rojizo (mucho más que la mollar de Elche) y dulces para ser tempranas. Todas auténticas curiosidades.
Y ya os advertimos, las satsumas poseen efectivamente un aroma a mandarina algo diferente, pero tienen un sabor muy liviano, no son muy dulces pero tampoco ácidas, son jugosas y agradables de comer. La PRI-23 sin embargo son más ácidas y dulces, para venderse desde ya. Eso sí, son más complicadas de pelar que las satsuma aunque ambas carecen de semillas.
Salud.
Una vez más, es un placer leerte :)
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