Nosotros conocimos el plato de un modo muy curioso, fue jugando al juego del Stop. Se trata de ese juego en el que los participantes dividen una hoja de papel en varios apartados (país, ciudad, profesión, comida, etc.) y se decide jugar con una letra, se trata de encontrar una palabra acorde con el apartado que comience por esta letra y quién termina primero grita '¡stop!'. ¿Os suena? Pues bien, cuando salía la 'i' en el apartado de las comidas se bloqueaba el juego y había que optar por una comida que contuviera la 'i'. Hartos de esta situación un día buscamos comidas que comenzarán por la letra 'i' en los índices de los libros de cocina que teníamos por casa y, tachán, apareció esta intxaursaltsa. Desde entonces la conocemos.
La receta en el fondo es ideal para los más vagos, para no sucumbir en estas fiestas con el dulce industrial y sorprender con un postre que, sinceramente, está riquísimo. Lo podéis refinar hasta el punto del batido, pero creemos que molido con molinillo queda con una textura rústica única. Podéis utilizar algo de nata en vez de solo leche, sobre todo si lo vais a tomar frío ya que con el frío la crema toma textura, nosotros lo hemos hecho así. También podéis añadirle queso curado o Idiazábal rallado para profundizar en el sabor, sustituir el azúcar por la miel o añadir una monda de limón a la leche. Nosotros hemos querido hacerla fresquita y con textura, usando la nata para que cuajara un poco y profundizar en su sabor, el resultado nos encantó.
Para 4 vasos de Intxaursaltsa, 120 g de nueces peladas (aproximadamente 400 g de nueces), 300 ml de leche entera, 200 ml de nata 35%, 75 g de azúcar y 1 rama de canela pequeña. Si se quiere dar el toque ahumado del queso Idiazabal, serían unos 50 g de corteza.
Las nueces son las nuevas nacionales de este año, pero no nos han convencido mucho. Tendremos que comprar en otro proveedor.
Aquí ya peladas y pesadas junto con la canela.
Molemos en una primera tanda las nueces con la ayuda de un molinillo o picadora.
Listas.
Y ahora por tandas de nueces y azúcar molemos el conjunto. Si os cabe todo pues todo junto.
Listo. Qué buen olor.
Aquí la leche ya infusionada y atemperada un poco, no tiene por qué estar fría.
Añadimos las nueces. Si se desea se puede pasar por la batidora, pero como os hemos comentado, nos gusta ese toque terroso.
Vamos cociendo, unos 10 minutos, hasta que se espese, removiendo sin parar para que no se pegue.
Cociendo.
Echamos en varios recipientes y dejamos templar antes de meter en la nevera.
Se sirve frío, con una o varias nueces en medio.
Pocas cosas pueden ser tan sencillas, tan tradicionales y tan ricas, postre rico dónde los haya.
Salud.
Me encanta esta receta y este año ni me había acordado de ella... a lo mejor todavía estoy a tiempo!!! Cuando publiqué esta receta en el 2010 ya conté esta anécdota. Escuché la receta a Arguiñano en TV y creo que preparé su receta. El caso es que preparé Intxaursalsa para un regimiento y estuvimos comiendo este postre hasta después de navidades!!!
ResponderEliminarPor cierto, en los comentarios, tu me cuentas lo del juego Stop... qué cantidad de años contándonos historias!!!!
Un abrazo familia, Begoña
¡¡ Me encantan las recetas con historia, con alma, con un por qué....y si la receta en sí, me gusta y me enamora ya mejor que mejor !! Me invita a probarla, a prepararla y disfrutarla.
ResponderEliminarEn Málaga tenemos buenas nueces de la Serrania de Ronda, tengo en "Mi Cocina", de hecho ayer publiqué una receta con ellas; así que me llevo tu receta y procuraré no hacer mucha cantidad para que no me pase como a Begoña.
Un cordial saludo.