Un fin de semana en Cuenca, o de cómo no salir de bares y restaurantes

Madre mía lo que nos ha costado levantar el vuelo tras el fin de semana pasado en Cuenca. Ya os adelantamos que no hemos hecho nada en particular, no hemos parado por casa y no hemos salido de los bares, pero además, sin complicarnos, todo ha sucedido en los 100 metros cuadrados que hay entre la plaza Mayor y la zona de garitos del casco histórico de Cuenca. Y aunque haya habido poco margen de movimiento, tengo que reconocer que ha sido intensísimo. Sí, ha habido algún guiño gastronómico, pero sobre todo ha habido mucho 'crapulismo' y un guiño alcohólico importante ya que además de retornar a uno de nuestros pubs favoritos en la ciudad, nuestros amigos Mónica y Antonio nos enseñaron un nuevo sitio de degustación de gin tonics que en qué momento ¡madre mía!.


No os vamos a aburrir con detalles, pero me voy a atrever a definir en un puñado de palabras lo que ha sido el fin de semana 'apoyo absoluto a la hostelería'. No hemos hecho nada más que tapear, beber, comer, beber, volver a tapear, beber... y dormir, poco, pero algo es algo. En fin, vamos con la crónica, nada más llegar a Cuenca dejamos las cosas en la casa como si nos las quisiéramos volver a ver más, y raudos nos fuimos para el centro a disfrutar de un viernes con toda la noche por delante.

El sitio elegido por los anfitriones y para empezar a alternar fue la Bodeguilla de Basilio (C/ Fray Luis de León) ese típico sitio donde al entrar notas que el tiempo se ha detenido. Según cuentan es uno de los clásicos de la ciudad, conocido local, nacional e internacionalmente por ser un sitio de tapas de referencia y una vez dentro te das cuenta del porqué. Un local añejado, muy recargado, con fotos del tal Basilio rodeado de muchas personalidades, botellas viejas, azulejos con las clásicas citas, recortes de periódico, recuerdos que algunos datan de principios del siglo XX. Sin duda esta taberna te regala cinco minutos de distracción asegurada mientras pides tu primera consumición (perdonad que algunas fotos son de móvil).


Pues bien, una vez acomodados en la entrada, y dejando constantemente el paso a todo el que entrara en esta taberna, pedimos el primer vino de la casa. Realmente se trataba de 2 vinos, uno tinto conquense bastante decente y que según parece es de Finca Antigua, y otro blanco que pidieron algunos amigos nuestros y del que no conocemos nada. Con estas bebidas nos trajeron un caldito casero para abrir boca. Al parecer en verano es un gazpacho, pero deben de haber decidido que por los -4º que había en la calle ;), ya había que tomar calditos calientes. El caso es que no estaba muy caliente, pero estaba realmente rico, untuoso por tener patata en su cocción y con un sabor rico a punta de jamón. Aquí los 4 vasos para 4 comendales, faltan otros 4 porque éramos 8.


La primera tapa fue jamón , acompañado de verduras en tempura, pan con tomate y huevitos de codorniz.


La segunda tapa unos ricos chipirones con la misma guarnición.


La tercera tapa unos pimientos rellenos de bacalao. Parecen de rebozado pesado pero estaban bastante buenos.


Llegó la cuarta tapa con las famosas chuletas de cordero, en una presentación bastante original y sugerente sobre unas ascuas. Las chuletas estaban muy buenas.


Y por último, acompañando la quinta consumición y como un genuino postre castellano, una plato de queso manchego y miel. Los amigos que nos llevaron al sitio jamás habían llegado a esta tapa, y os podéis imaginar que eso hace ilusión :). A partir de aquí creen que vuelven a empezar, pero no pudimos comprobarlo.


Pagamos, y subimos con la risa fácil hacia la zona vieja (zona Plaza Mayor), al que iba a ser nuestro cudrilátero de ocio durante todo el fin de semana. Una vez allí ni lo dudamos, pasamos a un pub llamado La Edad de Oro (C/Severo Catalina, 7) , justo en la costanilla que baja del consistorio hacia San Miguel, la zona de marcha del casco histórico de Cuenca. Simplemente por el hecho de subir caminando desde la bodeguilla hasta el casco histórico, se te baja parate de toda la alegría, pero de verdad que esta zona merece la pena.


Por fin estábamos en el bar dónde podías probar un gin tonic de entre los más de 100 que atesoraba el mostrador. Yo pedí una inglesa llamada Raffles con tónica Schweppes Indi (una de las que no encuentro por ningún lado), aunque la mejor para mí fue la ginebra que se pidió nuestro amigo Antonio, una Saffron con tónica, piel de naranja y azafrán que me dejó marcado para siempre. Saffron es una ginebra francesa, destilada de forma artesanal pero ajena a los cánones de destilación inglesa (London Dry). Es una de las grandes de la nueva ola de ginebras francesas que tanto están rompiendo en el mercado. Ese color anaranjado se debe a que lleva en su composición colorante natural de azafrán. Al gusto es dulcecita, muy aromática en nariz y boca, y aterciopelada. Muchas veces he dicho que ya las ginebras y los refrescos traen los aromas y regustos necesarios, y no conviene recargarlas con muchos más sabores, pero aquí la piel de naranja y el azafrán hacen perfectamente su función.


Otros se pidieron la Citadelle. Una vez tomamos esta ginebra nos bajamos hacia a nuestro pub favorito de Cuenca, el Clásicos. Nos gusta el Clásicos de la zona de los miradores no el de la Plaza Mayor que no nos gustó tanto. Allí degustamos unas copas, entre ellas rones, whiskies (probé por primera vez el Mcallan) y nos pusieron buena música, nos pusieron todas las canciones de los 80 que pedimos (algunas hasta con videos) y la gente del local super maja. Muy recomendable el sitio, tomar muy buena nota de él. Estuvimos hasta que cerraron.


Al día siguiente nos acercamos directamente a comer a la zona de la plaza Mayor, y lo hicimos en el conocido restaurante Los Arcos. Un restaurante que data de los años 60 y que tiene tres plantas a las que se puede acceder por ascensor. Abajo un bar, al que fuimos el año pasado, y todas las plantas de arriba restaurante.


Nos pusieron en un sitio muy bonito, en la última planta y en una mesa redonda con vistas a las hoces. Realmente estuvimos en la gloria, y la verdad, era un día que necesitábamos estar muy cómodos para poder aguantar otro día más de alterne por esta bellísima ciudad. Pedimos para comer varios entrantes al centro y un segundo plato cada uno.

De primero nos pusieron unas migas ruleras, unas migas que nos las sirvieron frías y duras, y no os vamos a recomendar.


Luego un ajoarriero, muy bueno.


Después queso manchego frito con mermelada de arándanos, rico también la verdad.


Y por último una verduritas salteadas con boletus. ¿Sabéis dónde se compran estas mini verduras?. Las hemos visto en Makro, pero no creo que el restaurante las vaya a comprar para guarnecir todos los platos, son carísimas. Me da a mí que son descongeladas.


De segundos platos, una fresca y muy buena Lubina al horno con sopresa de verduritas al limón.


Unas ricas Delicias de pato con higos confitados y nueces.


Un original Timbal de trucha al vapor con queso de cabra. Este no lo probé pero la que lo eligió dijo que estaba muy bien.


Un excelente Entrecôte de buey fileteado con sal de escamas.


También un comensal pidió Rabo de Buey en salsa de vino tinto y confitura de calabaza, riquísimo, de lo mejor de la mesa.


Y los tres que faltamos pedimos Cochinillo asado, con buen sabor pero con este tipo de platos te la juegas si no es por encargo. Mi pieza no era el mejor corte, pero es que además la carne estaba algo reseca y la corteza no crujía tanto como cuando lo acaban de sacar. Yo de vosotros pediría platos recién hechos.


De postre brownies y leche frita, esta última estaba realmente rica. Nos trajeron 2 platos de cada postre, como los que véis, y a mi juicio nos parecieron demasiado abundantes. De todas formas ya estábamos llenísimos.


Nos invitaron al final a resolí y a un postre típico de Cuenca y que muchos nunca habíamos probado Alaju. Ninguno son fruto de nuestra devoción, pero son parte fundamental de la historia de este municipio serrano.


De la comida salimos a las 6 de la tarde, y sin un rumbo concreto. Algunos nos fuimos a ver suvenires y otros nos fuimos a tomarnos el gin-tonic de sobremesa y ver los partidos de fútbol, de nuevo a la La Edad de Oro (mirar las vistas desde el pub).


Una vez aquí por fin me pedí el Saffron deseado, y la verdad, encantado de la vida. Me encanta esta ginebra la cuál buscaré por los Makros y licorerías, porque no me suena haberla visto en ninguna otra tienda. Y si no online.


A todo esto probamos también una ginebra española de 14 destilaciones K-25, y por fin le di un sorbo a una Bulldog, que la he visto tropecientas mil veces y nunca la había probado. Es un trago más reconocible como de ginebra de toda la vida, pero no es de mis favoritas.

Contiuamos la tarde-noche por la zona y cerca de medianoche acabamos en un mesón mítico de la plaza Mayor a tomar unos zarajos antojo del que suscribe. El sitio era el Mesón Magana (Plaza Mayor, 3). Sitio de aspecto deslucido pero con una cocina de batalla que resultó estar bien hecha. El dueño y su familia sirven comida tradicional en la barra y terraza, y ofician desde unos calamares que todo el mundo pedía (nos quedamos con las ganas) hasta cocina conquense, chacinas, buenas carnacas y postres. Todas las carnes las asaba el sueño en una pequeña parrilla de leña que había cerca de la cocina, y menudo arte que tenía (no tenemos foto). Pedimos además de los zarajos (5) una morcilla de la zona y un montado de panceta y queso para una de nuestras amigas que probé y que personalmente me encantó. Realmente todo estaba bueno, colesterol por vena sí, pero los zarajos a la brasa únicos, nada que ver con los fritos, la morcilla muy sabrosa y el pan buenísimo... de vez en cuando ¡es una bendición!. Destacamos además lo generosas de las raciones que ponen en este sitio.


Al acabar de cenar, nos tomamos la penúltima y cansados no, estenudados, nos fuimos a casa a domir hasta el día siguiente. Por la mañána recogimos el campamento (poco que recoger) y cerca del mediodía nos fuimos a comer casi todos a Madrid. Después de la comida, dimos por teminado este durísimo pero inolvidable fin de semana. En vista de lo visto siempre hemos pensado que si nos cosieran la boca, que aburrida sería la vida ;).

Salud y feliz jueves.

22 comentarios:

  1. Y todo eso os lo comisteis y bebisteis en dos días y medio? ¡Vaya forma de disfrutar!
    Hace un montón de tiempo que queremos ir a Cuenca (yo ya he estado un par de veces pero Pedro no la conoce), así que cuando vayamos tomaré buena nota de todos los sitios.
    un besico.

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  2. Desde luego, que maravilla de fin de semana. Lo mejor de todo: aún hay mucha Cuenca por descubrir!!

    El reportaje estupendo, una muy buena manera de animar a la gente a visitar una ciudad ciertamente muy especial.

    Un saludo!

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  3. Lolah: De acuerdo, pero también pregunta a Su, me ha chivatado los sitios que le gustan y ufff, la crème de la crème... Iremos!!

    Antonio: anda que no!!

    Un saludo a los dos...

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  4. Qué rico!
    Yo estuve el invierno pasado y la Bodeguilla de Basilio nos encantó, qué buen servicio y qué sorprendente sistema :D

    Tomo nota de lo demás para la próxima...

    Saludos!

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  5. @ Carlos : la ginebra saffron ya se puede comprar en los supermercados como Carrefour!
    Qué bien que te guste, a mi no me gusta nada : en mi opinión es un poco como algunas cervezas francesas tipo Desperados que mezclan cerveza normalita con otros alcoholes, a saber que mezclan dos aromas "a lo bruto". (Reconozco que existan también muchas ginebras frutales así en Bélgica-Holanda, la mayor parte son puras mezclas y sólo unas pocas han sido destilado con el jugo de fruto, y éstas sí merecen la pena) Otras ginebras aromáticas (tipo G-Vine por ej.), creo que también se destilan con las hierbas y el resultado me parece más fino, más "integrado". Deberíamos hacer una prueba, dejando una ginebra en contacto con el azafrán, al estilo de la fabricación del patxarán (por cierto, este año hago una comparación de patxarán a partir de anís especial para patxarán y patxarán a partir de una mezcla de anís seco y dulce...veremos si hay una diferencia importante!).
    Saludos,
    Ilse

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  6. Estuve en Febrero con mi marido en plan finde romántico, ¡nos encantó!

    A pesar de que diluvio no nos importó, la recorrimos de arriba a abajo, se come y se tapea de lujo.

    Por cierto el pub de los gin tonics lo conocemos, jajaj, es impresionante
    la cantidad de ginebras que tienen y la carta de gin tonics.

    ¡Volveremos!

    Besos

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  7. no puedo resisistirme a ir a probar semejante manjar

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  8. Digo lo que Lolah, sí que os cundieron dos días y medio! La verdad es que leyéndote según lo tuiteabas me estaba preocupando por vuestra salud porque ha sido muy intenso, pero me alegro de que hayáis salido ilesos :-)
    Hale, ahora unos días a base de ensaladitas y verduritas... Y hasta la próxima tournée!
    Un abrazo.

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  9. Ilse: que me dices??, pues me tengo que fijar; será en los Planet claro que ahora que lo dices sé que han puesto una sección de ginebras de importación, y ahí no me he fijado. Mil gracias

    Y gracias por tu explicación. Yo te imaginarás que no entiendo de gin tonics, y de verdad, cada vez entiendo menos. Pero la mezcla no es que me gustara, es que me encandiló.. Quizás hable sin la gorra de 'catador de gin tonics', sino como experiencia espirituosa :), y ésta fue muy positiva.

    Magon: muchos nos dejamos en el tintero, había para meses!!

    Fabi: era para procuparse :)

    Un saludo y gracias a todos!

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  10. Esos buenos momentos es lo único que nos vamos a llevar, así que hay que aprovecharlos a tope. ¡Bien hecho!.

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  11. Pues me alegro de que os quedaran fuerzas para el reportaje... ¡qué barbaridad! Hay que pasarse por Cuenca, no cabe duda.
    Besos!

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  12. Que fin de semana tan estupendo, si cuando vamos de viaje hay que disfrutar y dejarse llevar que para comer ensaladitas tenemos el resto de la semana.

    Acabo de publicar mi versión de vuestros ñoquis, espero que os guste.

    Bicos

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  13. Después de seguir los comentarios en vivo y directo por twitter, tenía ganas de leer el reportaje completo! Os montáis unos viajes y unas escapadas de escándalo :D
    No conozco Cuenca pero tengo ganas, así que tomo buena nota :)

    Un abrazo

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  14. A Rocha y a mi nos encantó Cuenca y donde mejor comimos fue en la parte nueva, lejos de las zonas turísticas, en "La Ponderosa", espectacular.
    Un saludo,
    Víctor

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  15. después de todo esto te espera una semana de verduritas ...

    besotes

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  16. @ Carlos : en el Carrefour de San Sebastián de los Reyes o era él de Alcobendas?) ya vendían Saffron antes de convertirlo en Planet...es verdad que el Carrefour de Alcobendas ya tenía una gama más larga de productos extranjeros, igual era por esto???

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  17. Ilse: Me refiero al Carrefour de La Moraleja, el Pryca de toda la vida :). El de Sanse es el de Ikea. En éste último no lo sé, pero antes de ser planet el de Alcobendas no me pareció verlo, es al que vamos siempre, pero si tú lo dices, así sería. El caso es que cuando me lo ofrecieron en Cuenca, no lo había visto jamás...

    Gracias por tu comentario.

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  18. Hola!! Muy sabroso el reportaje jeje... sólo un par de cosas, la zona de La Calle no tiene nada que ver con el Casco Antiguo, está al lado de la Plaza de España (que no Plaza Mayor), muy muy cerca de La Bodeguilla de Basilio, y es otro ambiente y otro rollo. A la zona que tú te refieres es San Miguel, o el Casco, o directamente arriba (pero no tan arriba como el Castillo). Mi gente la llama San Miguel, o los miradores (aunque técnicamente están al otro lado de la calle Pilares y Severo Catalina, donde está La Edad de Oro).
    Y otra cosa técnica que es un poco como lo de Casas Colgadas (y no colgantes!!!!): Cuenca no es un municipio manchego, está en la comarca de la Serranía, en todo caso es serrano (como el jamón, y no como el queso jeje).
    Por lo demás, está muy bien, qué fotacas!!! No probasteis el morteruelo ni el gazpacho pastor?? Son mis preferidos!!
    Saludos de una conquense!!

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  19. Paco Mer SalgoMuCaro23 de octubre de 2011, 19:18

    Pues la Bodeguita de Basilio es muy pintoresca, así como los 42€ por pareja por las 5 rondas, teniendo en cuenta que los platos son grandes en continente pero pequeños en contenido (veanse los huevos de codorniz para hacerse idea de la escala). Yo salí con hambre.

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  20. Conquense: Tienes toda la razón,ya ho hemos modificado, gracias por la corrección y también por las recomendaciones. El morteruelo sí lo hemos probado en otras ocasiones,y me encanta, pero el gazpacho pastor no, de la próxima visita no pasa. Un saludo.

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  21. Te faltó probar "La Ponderosa", para mi el mejor de Cuenca con diferencia, una pena que el dueño sea tan prepotente....

    La Bodeguita de Basilio estaría estupendo si las tapas fuesen gratis, pero no valen lo que cuestan, es un bar para turistas.

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