Hace unas semanas compramos un carré de cordero lechal, en el que venían unas chuletas de cordero soberbias, y los trozos que no eran chuleta (ni palo ni riñonada) los congelamos y los aprovechamos para hacer un guiso o estofado de cordero con una salsa muy sencilla hecha a base de setas de bolsa (comerciales) y algunas especias, y para acompañar un arroz blanco. La salsa quedó muy buena, no resultaba ser pesada ni grasienta, es muy sencilla de preparar y muy económica, y por supuesto que con el arroz quedaba estupenda. Creemos sinceramente que deberías de probarla, sobre todo a aquellos que no están muy familiarizados con este animal, y sobre todo ahora que el cordero empezará a bajar de precio y a estar en plena temporada.
Las setas ya sabéis que son las clásicas de bolsa congeladas; nosotros las vemos muy útiles para comerlas a la plancha acompañando un huevo frito, o en croquetas, o en una improvisada tortilla de patatas, o en salsas de carnes y pescados, o por qué no en sopas por supuesto (riquísima la sopa de cilantro). Y aunque las que venden son variadas, no tienen el carácter de las setas silvestres, pero indudablemente son siempre una buena compra. Estas que veis son del Mercadona, pero existen varias marcas comerciales repartidas entre las grandes superficies y tiendas de congelados de vuestras localidades, y que por supuesto no deberíais de perder de vista.
Vamos a ello. Ingredientes para 2-3 personas, 370gr de cordero lechal (partes menos nobles), 1 cebolla hermosa, 150gr de setas, 2 tomates maduros medianos, pimienta negra, 1 rama pequeña de apio, perejil fresco, 1 ramita de romero, 1 ñora seca, sal, 1 diente de ajo, 1 sobre de azafrán, 1 guindilla seca (o cayena), un poco de brandy y AOVE.
Lo primero será rehogar el cordero con algo de sal y AOVE, pero lo que es dorar nada más.
Mientras vamos picando la cebolla en trozos menudos.
Y el apio...
Sacamos el cordero de la olla gracias a una paleta y lo reservamos bien escurrido.
Y ya en su grasa rehogaremos la cebolla, el apio y la guindilla (despipada) al igual que la ñora que curiosamente no se ve. Si no tenéis guindilla podéis usar una cayenita pequeña desmenuzada. Salpimentar.
Una vez esté todo bien rehogado, echaremos las setas. A todo esto, tuvimos rehogando la cebolla y el apio unos 10-14 minutos, para que os hagáis una idea.
Rehogaditas éstas echaremos el brandy, una vez evaporen los alcoholes la carne de los tomates rallados y volveremos a rehogar hasta que pierdan el agua.
Mientras, vamos preparando las especias. No uséis colorante alimentario.
Una vez listo, volveremos a echar el cordero, también el romero y el agua, sólo hasta que cubra. Lo llevaremos a ebullición. Probar de sal.
Una vez empiece a calentar el caldo, echaremos el azafrán y el majado de ajo y perejil. Todo esto y una vez hirviendo lo pusimos a cocer en la olla a presión por una media hora desde que sube la pesa, daros cuenta que se trataba de cordero lechal (menos de seis semanas), si fuera recental (menos de cuatro meses) y no digamos pascual (más de cuatro meses) de 50 minutos a una hora y veinte minutos, dependiendo claro está de las edades y de las calidades. De todas formas si véis que todavía el cordero queda duro, cerráis y a cocer de nuevo.
Una vez cocido desgrasaremos un poco con una cuchara, y dejaremos reducir con la olla abierta y a fuego medio por unos 20 minutos dando algunos meneos a la misma para que la salsa no se pegue a la olla. También, y para que la salsa espese tostaremos en una sartén a parte media cucharada sopera de harina floja, ya sabéis, dejar tostar hasta que aquello palidezca un poco.
Una vez tostada, y con la olla aún cociendo, depositamos la harina en un vaso e iremos mezclando la misma con algo de salsa que sacaremos de la misma olla.
Cuando las tajadas se desnuden un poco sobre la salsa, será el momento de echar la harina; acto seguido empezaremos a menear la olla durante unos cuantos minutos más, y apagaremos.
Servido en el plato queda así.
Esperamos os haya gustado.
Salud.

Llevo mucho tiempo queriendo hacer un guiso de cordero. No tengo ninguna receta especial, así que ésta creo que puede ser estupenda.
ResponderEliminarEn mi casa no les gusta mucho el cordero, pero a mi me encanta y cuando voy de viaje y encuentro algún guiso especial, siempre procuro probarlo.
Esa foto con el arroz.... aunque no son horas...está para comérsela.
Un saludo, Begoña
Qué maravilla de receta. Lástima en casa el cordero no les va mucho.
ResponderEliminarPero todo es cuestión de hacerla con otro tipo de carne.
El apio me gusta en los estofados y las setas para que decir.
Un beso y buen día
Que cosa tan rica!!!!! si parece que puedo olerlo ,te aseguro que esta cae pronto.
ResponderEliminarBesos.
A nosotros nos encanta el cordero y esta receta se ve deliciosa....
ResponderEliminarUn beso
Carlos me encanta este guiso pero el cordero....mmmm como que no, tengo un mal recuerdo de el, por un sabor y olor muy fuerte....y me cuesta volver a comer...tu crees con alguna otra carne quedará bien??
ResponderEliminarsaludos
Núria: date cuenta que es lechal, el lechal no tiene ese sabor y olor fuerte a cordero que a muchos no nos gusta. Prueba con ternera, sin duda, y si son trozos jugosos mejor. ¿Con morcillo como Pilar Lechuza?. Si lo haces nos lo dices.
ResponderEliminarUn saludo y gracias a todos por vuestros comentarios.
Hola Carlos,
ResponderEliminarNunca he comprado setas congeladas, pero si tu lo recomiendas habrá que probar. Me ha gustado el punto de apio; suaviza mucho y deja un gusto como de salsa italiana muy bueno. Que bien te ha quedado este guiso de cordero, se intuye rico rico... mmm.....
Una combinación muy buena sin duda alguna. Aunque yo soy más de deshidratas, me parece mucho más intensas de sabor :D
ResponderEliminarUmmm que rico con lo que me gusta el cordero , te ha quedado genial.
ResponderEliminarSaludos
Un guiso delicioso, tienes razón con las edades del cordero, el lechal me encanta pero en cuanto subimos de tiempo ya me resulta un sabor demasiado fuerte y no puedo con él. Esa salsa de setas es genial.
ResponderEliminarBicos
Ok Carlos si lo hago te cuento como queda.
ResponderEliminarbsos
Nos haceis pasar unos momentos inconmensurables...
ResponderEliminarMil gracias por todo! que maravilla!
estoy encantado con este blog
ResponderEliminarme soluciona el que cocinar muchos fines de semana
gracias
una puntualización: lo que se ve en las fotografías no es tomillo sino romero
A roja: ¡cierto! es que es romero, no tomillo. Lo cambiamos. Lapsus :). Un saludo.
ResponderEliminarEstos guisos de cordero lechal son toda una delicia. Parece que nos hemos puesto de acuerdo a la hora de realizar una receta con cordero, aunque yo todavía no la he publicado, en mi caso he usado alcachofas y tomate natural triturado para elaborar un guiso muy similar al tuyo. Que por cierto tiene que estar muy rico ya que ese tipo de setas tiene mucho gusto.
ResponderEliminarUn saludo Carlos
A J. le encanta el cordero guisado, aunque a mí m sigue gustando más sado ;)
ResponderEliminarDe todos modos con esta salsita la cosa cambia, muy acertada!! Un plato excelente ;)
Besos!
Hasta aquí me llega el aroma que desprende. El color de esa salsita es de lo más apetecible.
ResponderEliminarA.Roja: a todo esto, gracias por visitarnos y por hacer algunos de nuestros platos. No hay nada que más nos honre, y no es una frase hecha.
ResponderEliminarIscariote: pues tiene que estar buenísimo, a la espera estamos de verlo. Un abrazo.
Un saludo a todos.
Menuda salsa tan sabrosa, tiene una pinta buenísima. El único guiso que suelo hacer con cordero es la menestra, así que voy a probar este para ampliar un poco el repertorio, seguro que es un éxito!
ResponderEliminarUn besico.
¿y cuándo se le echa el brandy?
ResponderEliminarAnónimo: ya lo hemos cambiado (añadido), muchas gracias!
ResponderEliminarY cuando se echa la sal y la pimienta? Al final? Gracias por la receta!!!
ResponderEliminarHola Lide ya lo hemos modificado, no estaba claro. Muchas gracias!
Eliminar