Me da vergüenza admitir que la última vez que fuimos a verte fue hace más de 25 años, seguramente me equivocaré en un año arriba o abajo, pero más o menos ha pasado todo ese tiempo. Coco quizás te viera más en estos años, pero da igual, tanto Coco como yo recordamos con mucho cariño aquellas auténticas ponencias en las que sentado en una de tus sillas de mimbre nos deleitabas con muchas anécdotas narradas con ese ingenio natural tuyo.
Además, tan chavales como éramos, nos parecía interesantísimo escuchar a una persona tan erudita como tú hablar de cosas triviales con esa dicción y entonación. Cuando hablabas de tus fobias o de tus pasatiempos, de tu antepasados e hijos, de la política de por aquel entonces, de la prensa o de la televisión. En definitiva de cosas que ocurrían alrededor tuya con las que acaparabas nuestra atención. Y algo curioso, es cierto que jamás te oí hablar de comida, bien es verdad que por aquel entonces era un tema más, pero no recuerdo ni un solo pasaje culinario en tus charlas. Y es que según me han contado, sentado en la mesa eras muy feliz con lo más simple, con un huevo con papas o con los mantecados de la tierra de tus padres, Antequera, que a todo esto son también mis favoritos. Pues hasta en este campo demostrabas tener pericia, si es que ¡no se te escapaba una!
Bueno, espero que quién conozca a don Juan Manuel Moreno y lea esto tras su ausencia, me haya permitido la licencia de bromear un poco con algunos recuerdos que tengo de él. Ayer sábado, a sus 87 años, se marchó dejando un vacío tal que personalmente he querido endulzar con estos entrañables apuntes. Yo jamás podré hacerle un homenaje como los que le han hecho tanto instituciones como personas muy importantes cercanas a él en estos años, y que por su puesto le hará esa grandísima familia que deja por aquí. Pero para Coco y para mí ha sido un referente claro de aquellos largos veranos en la playa y siempre le tendremos presente por su gran calidad humana.
Su paso por esta vida ha sido plena y sólo deseamos que marche en paz. Va a hacer disfrutar a todos los que se encuentre allí arriba, estamos seguros de que se lo van a pasar en grande.
Más información del catedrático Juan Manuel Moreno García aquí.
No hablaba de comida, pero alguna vez contó un chiste de un concurso mundial de panaderos que competían por hacer el pan más grande. No tenía ninguna gracia, pero sí tenía mucha miga!!!
ResponderEliminarY poco a poco, van retomando por ahí arriba las cantatas, las tertulias y los buenos ratos que pasaban.
Que descanse en paz, que se lo ha merecido. Ejemplo para todos.
Un beso grandísimo a toda su familia, a la que también queremos muchísimo.
Hola Carlos
ResponderEliminarSiento esa pérdida y el vacío que ha dejado. Cuando alguien querido se va, una parte nuestra se va con él, pero desde donde quiera que esté, se habrá alegrado de este bonito homenaje.
Ánimo. Un abrazo
Gracias Maca!
EliminarFue profesor mío durante los cursos 1964-65 y 1965-66 en aquella inolvidable Escuela Experimental y Nocturna de Magisterio. Como persona y como profesor dejó honda huella en nosotros y, para mí, ha sido un referente a lo largo de mi vida profesional. Y, casualidades de la vida, en estos últimos años, ya en nuestra calidad de eméritos, hemos vuelto a coincidir, si bien en otras actividades enormemente gratificantes para ambos: la investigación genealógica, tarea que, por desgracia, ha dejado inconclusa.
ResponderEliminarDesde el lugar para elegidos, donde con total seguridad te encuentras, ayúdanos a ser cada día un poco mejores. Siempre ocuparás un lugar destacado en nuestros corazones y en nuestros afectos.