Tenemos que reconocer que la legumbre quizás sea la piedra angular en nuestra alimentación. Nos priva, sobre todo porque nos encanta la comida de cuchareo y ya sabéis que la legumbre es uno de los máximos exponentes de este tipo de cocina. Somos además muy exigentes, no solo cuenta la mantecosidad y sabor, sino también la frescura y entereza, tenemos varios post en el os contamos cómo cocinar legumbre de una forma correcta. Pero tampoco le hacemos ascos a una buena conserva, eso sí, seleccionada con los años y muy bien probada. Para demostraros que así es tenemos más de 70 recetas de legumbre en el blog, y todas las semanas comemos alubias,  garbanzos o lentejas al menos una vez, aunque muchas semanas toca dos veces, no lo podemos evitar.


Y ya sabéis, la legumbre es rica en fibra, nutrientes, sales minerales y vitaminas. Posee un montón de propiedades beneficiosas para nuestro organismo que no nos podemos perder, sobre todo porque la variedad de legumbres es muy extensa, existen cientos de platos tradicionales donde se usan y todas las preparaciones (incluso las propias alubias en fresco) admiten congelación, siendo además platos por regla general muy económicos. En definitiva, un alimento redondo que se gana el apelativo de 'superalimento'.

Pues bien, es cierto que lo habitual es comerlas guisadas o en ensalada, y es una pena porque las posibilidades os podréis imaginar que son muchas y muy interesantes. Nosotros no os vamos a descubrir la panacea, pero sí algunas ideas para poder comerlas de una forma diferente. Atrás dejamos las recetas más tradicionales, las que siempre hacemos y las que nunca faltarán, pero que no queríamos que ocuparan espacio por aquí.

Vamos pues con ellas.

1. Pollo al romero con socarrado de alubias blancas. Un ejemplo de que la legumbre salteada o socarrada queda deliciosa. Es necesario eso sí una sartén antiadherente si no, quedarán mal. Ya veréis como en faena cambian los aromas de las mismas, luego el sabor y por último el punto de dulzor que es impresionante. Este plato lo recordamos con mucho cariño.


2. Hummus de azuki. Una alubia muy especial es la azuki, una judía nipona que se podría sustituir por alguna oscura si os apetece prepararlo, pero no sería exactamente igual. Es una alubia un tanto peculiar ya que es bastante dulce y en hummus quedó espectacular, una fusión árabe japónica que nos encantó disfrutar con pan de pita o trozos de maíz. Si podéis conseguirla, no dejéis de probarla, es toda una rareza.


3. Gallo pinto. El gallo pinto es un plato tradicional costarricense que es bastante desconocido por aquí. Tenemos que reconocer que tiene sentido prepararlo si conseguís la famosa salsa Lizano, una salsa tica muy especiada y conocida por aquellos lares que hoy por hoy es imposible encontrar en Europa si no es pagando una pasta por importación,  al menos que nosotros sepamos. Nos encantó esta versión del plato original, una mezcla exquisita de frijoles, hortalizas, especias y arroz que por allí comen hasta en el desayuno. Ideal para entrantes informales o reuniones entre amigos.


4. Crema fría de alubias con crème fraîche. Las alubias en una crema ¿suena original, no? Pues sí, quedó muy buena, para nada os imaginéis una crema almidonada y desagradable en boca, ni nada parecido a los purés de legumbres que comíamos de pequeños con la legumbre vieja. Esto juega en otra liga, es algo fino, sustancioso y, como no, delicioso. La mezcla con la crema de leche y queso es sencillamente bestial.


5. Judiones de la Granja con pimientos asados y caldo de jamón. Una forma de aprovechar ese caldo de pimientos asados que muchas veces lo empleamos en arroces. Aquí queda de miedo, y con el sabrosísimo caldo de jamón, una delicia.


6. Fesols guisados con algas y coliflor rebozada. Los fesols es una legumbre pequeña catalana que compramos en Girona en un viaje por toda la provincia que jamás olvidaremos. Nos encantó su mantecosidad y lo agradables que son en boca. Aquí una improvisación con aires marinos que nos encantó, coliflor rebozada y algas, sí, sí, lo que leéis, algas en conserva. Para repetir una y mil veces.


7. Alubias con bacalao y trompetas de la muerte. Otra improvisación, esta vez con setas, que también fue toda una delicia para el paladar. Un plato que en su momento sorprendió por su gran sabor. Las setas eran deshidratadas, por tanto, se pueden hacer todo el año.


8. Mongetes del ganxet a la navarra. Los monguetes del Ganxet es otra legumbre catalana que nos hicieron llegar unos amigos blogueros allá por el 2010. Desconocíamos esta variedad y no dudamos en probarla, y muy amablemente nos la hicieron llegar. Para empezar a trabajar con ella hicimos esta preparación que es tradicional hacerla con pochas. Es sin duda el único guiño a la tradición de toda esta selección, pero que hemos querido rescatar esta receta por recordar esta legumbre maravillosa.


9. Arroz con butifarra y mongetes. Más platos en base a legumbres de Cataluña. En este caso un arroz al horno con un caldo sustancioso que como resultado dio un arroz con butifarra y legumbres que estaba de cine. Qué rica esta la legumbre con ese toque de horno, algo también muy poco explotado.


10. Ensalada de alubias multicolor y vinagreta de compota. Una ensalada que es ideal para prepararla justo antes de empezar la nueva temporada. Así gastamos legumbres viejas que si además tiene varias tonalidades, nos da una ensalada de legumbre multicolor muy original. No tiene ningún misterio a excepción de este detalle y de una vinagreta con compota de manzana que dio mucho de que hablar, siempre en positivo claro.



11. Chili con carne. Un plato foráneo para acabar, el chili con carne. Descubrimos por aquel entonces que platos tan lejanos como éste se podían preparar en casa sin mayor problema, con un resultado no bueno, sino sobresaliente. Un chili que era adictivo y que tenemos que repetir en breve, fue toda una experiencia.


Salud.