Ya sabéis que el mejillón es un bocado sabroso y saludable, con muy bajo contenido en grasas y un gran valor nutritivo. Pero varias cosas. Lo primero es que el buen mejillón hay que comprarlo de calidad y fresco, congelado o cocido podría servir en un momento puntual para nuestros platos, pero de ninguna manera alcanza el summun del mejillón fresco recién cocido. Nosotros ya os adelantamos que somos muy fanses del mejillón gallego, y más desde hace un tiempo que este molusco necesita un empujón importante a todos los niveles. Muchos estaréis al tanto de todos los problemas ocasionados estos años por la famosa saxitoxina, producida por las dichosas mareas rojas (bloom de algas) que invadieron no solo la costa gallega, sino varias costas repartidas por todo el mundo. Ahora esta marea parece haber remitido, pero la temporada del mejillón ha acabado con la navidad. No obstante desde las instituciones que velan por las garantías de salubridad del mejillón advierten que, pese a que el sector ha tenido serios problemas con esta biotoxina, si se ven mejillones nacionales en los mercados es mejillón que ha pasado todas las regulaciones necesarias para su puesta en venta, por tanto es mejillón sano. No lo dudéis.
Por todo lo ocurrido estos meses atrás, muchos os habréis dado cuenta que a los mercados españoles está llegando un mejillón muy pequeño y limpio que llaman 'belga'. Pues bien, esos pequeños mejillones de origen flamenco son muy menudos, de concha muy limpia y a nosotros particularmente nos gustan menos que los gallegos, bien es cierto que al igual que ocurre con el mejillón nacional, habrá varias calidades, pues bien, el que hemos probado no nos ha convencido demasiado, aunque dicen que la proporción de carne con respecto a la concha sea mayor que la del gallego y se venden muy limpios. Si decidís probarlos, esta cocción también sería válida para ellos.
Vamos con la preparación, hay que tener en cuenta algunos detalles y aunque cada maestrillo tenga su librillo, os vamos a enseñar la forma que más nos convence. Atención, y que conste como dogma fundamental, no se echa nunca ni sal ni agua. Se hacen solos con su agua interna y con sólo un poco de aceite de oliva o un poco de vino, luego opcionalmente una hoja de laurel, pero nada más.
Primeramente necesitaremos una cazuela plana con base amplia, un tapón de aceite y los mejillones.
Si se va a utilizar su concha lo mejor es quitarle todas las adiposidades de las conchas, así que lo primero que haremos es limpiarlos por fuera, si en cambio vais a usar solo el cuerpo, no haría falta. Para eliminar toda la capa exterior de materia orgánica podéis utilizar un cuchillo pequeño de punta estrecha al que no tengáis demasiado cariño, porque se mellan con el uso. Es la parte mas tediosa, pero a nosotros limpiar un 1 kilo nos llevó más o menos 10 minutos.
Tras rascar fuertemente y lavar los mismos bajo el grifo, el resultado es éste.
Aquí todos los mejillones limpios. Atención, las barbas, filamentos o bisos se los quitaremos una vez cocidos,
Ponemos la cazuela al fuego lento con un poco de aceite de oliva, como 1 cucharada sopera y media y una hoja de laurel.
Cuando el aceite empiece a calentarse, rehogaremos el laurel rápidamente y echaremos los mejillones al pelotón. Tapamos y subimos el fuego.
Contad 3 minutos más o menos desde que hayáis cerrado la tapa. Menearemos la cazuela un par de veces el primer minuto, y cada 15 segundos los otros dos, así los mejillones que estén abajo no se recuecen más que los de arriba.
Una vez transcurrido el tiempo apagaremos.
Si os pasarais de tiempo de cocción se encogerían mucho y perderían lustre, lógicamente se pueden comer, pero no queda igual. Si fueran moules belgas, insistimos, contad más o menos el mismo tiempo.
Los mejillones válidos deben de estar abiertos o casi abiertos, si veis uno cerrado lo elimináis. En cuanto al jugo que han soltado cuidado, si os huele muy bien (a mar) y no lo vais a usar en ese momento, podéis colarlo en un recipiente pequeño y congelarlo, puede dar muy buen gusto a un arroz, por ejemplo. En cambio si el jugo os huele regular, seguramente por algún mejillón en mal estado, tirarlo.
Cuando enfríen ahora sí vais cortando con unas tijeras las barbas a cada mejillón desde la raíz.
Y aquí listos para una vinagreta con una buena piriñaca.
Deliciosos.
Salud y feliz semana.
usar estropajo de acero hace mas liviano el trabajo de la limpieza y quedan perfectos
ResponderEliminarTomamos nota!
EliminarNosotros también nos ayudamos del estropajo y la verdad es que ayuda, le dedicas un ratito y luego es un plato muy muy rico y con piriñaca es todo un gustazo!
EliminarUn buen post, todo nota yo también del truco des estropajo de acero, gasto mucho mejillón y me va a venir de fábula.
ResponderEliminarUn abrazo y felices fiestas,
Pues hay que ganas de probarlo sí.... Un saludo!
Eliminaruna manera de limpiarlos fácilmente y bien , es echar los mejillones en una cazuela, o en el fregadero y sin echar agua ,se pone un puñado de sal y se dejan 30 minutos , luego se limpian con el cuchillo sin ningún esfuerzo
EliminarPues yo hasta ahora quitaba las barbas antes de cocerlos.... por qué aconsejais después? Gracias!!!
ResponderEliminarVa en gustos, creemos que después de la cocción se quita enteramente sin peligrar la carne del mejillón.
EliminarHola. La técnica de limpiado que uso aquí (en Buenos Aires, las pocas veces que se consigue mejillón fresco) es con un cepillo de cerdas plásticas duras, que me ayuda a que se eliminen todas las crostas que aparecen sobre la valva. Sin embargo, las barbas -siguiendo decenas de consejos que leí, ví o me dieron en forma directa- las quito durante la limpieza. Las tomo entre el dedo pulgar y un cuchillo y tiro de ellas haca la parte de la "bisagra" de la concha, y salen fácilmente. Y recién ahí, entonces, los cocino según lo que vaya a preparar ese día.
ResponderEliminarMuchas gracias, como siempre, por el blog.
Saludos,
Gracias a ti Marcelo!
EliminarMuchas gracias por la información es muy completa, enhorabuena, sigue así, un beso.
ResponderEliminarLAS DELICIAS DE MAYTE
Sólo una aportación en lo que a la limpieza del mejillón se refiere.
ResponderEliminarVivo en Italia desde algunos años y cuando en casa apetece comer mejillones, no me lo pienso dos veces, porque en las pescaderías ¡hay unas máquinas para limpiar los mejillones! Sí, sí, los compras y antes de cocinarlos, lo único que tienes que hacer es pasarlos bajo el grifo, quitar la barba (en casa lo hacemos antes de cocerlos) y eliminar los mejillones ( a veces ninguno) que se hayan podido romper en el proceso de limpieza.
Una gozada, vamos.
Aprovecho para felicitaros por el blog, que me encanta. Muchas de vuestras recetas forman parte de nuestros menús diarios.
Muy completa toda la información!! Nunca me han gustado mucho, hasta hace un año o así que les he pillado el gusto. Saludos!
ResponderEliminarMejis, ¡ Qué buenos ! El domingo limpié 2 kilos para el aperitvo.....Pensé en hacer una receta nueva pero al final fui a lo seguro, en salsa picante, nos pusimos las botas.
ResponderEliminarNo te voy a descurbrir nada que no hayan dicho ya, yo tengo el estroppajo "Nanas de toda la vida" para limpiarlos. Eso si, nostros sin laurel.
Un abrazo,
María José
Mejillones que ricos!!! Lo de quitar las barbas después de cocer es que el bicho está ya muerto si lo haces fresco el mejillón esta vivo y por tanto se encoje y sale mas pequeño al cocer. Feliz Navidad a tod@s
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen
Nosotros los cocemos con un poquito de vino blanco y solamente les ponemos limón.
ResponderEliminarMe encantan los mejillones pero tienen que ser de lata si no soy incapaz de comermelos, pero me ha gustado la forma de explicar como se limpian.
ResponderEliminarUn besito
www.doblebelleza.com
A veces no se valora lo suficiente el arduo trabajo de la preparación de dicho plato, solo recordamos el exquisito sabor.
ResponderEliminarAsí al vapor es como se comen de toda la vida aquí, en Galicia, ahora que lo que no les ponemos es el aceite.
ResponderEliminarEn cuanto al caldo que sueltan nunca me ocurrió que oliese mal, si eso me pasase tendría que dehechar todos los mejillones, por lo tanto me aseguro al limpiarlos que todos estén bien cerrados, o sea que estén vivos.
Un saludo.